El gaitero gallego Pedro Lamas y la conexión celta-checa

En concierto

En el marco de la Semana Iberoamericana, y en una sala completamente llena, el gaitero gallego Pedro Lamas brindó un concierto tan único como especial junto al dúo checo Bárka. Pero antes de la presentación se hizo tiempo para hablar con Radio Praga Internacional sobre varios temas.

Al igual que sucede, por ejemplo, con el teatro, todo concierto de música ofrece algo único e irrepetible. No obstante, la presentación del gaitero, saxofonista y compositor gallego Pedro Lamas en un evento organizado por la embajada de España, en el Instituto Cervantes de Praga, tuvo algo, incluso, especial.

“Praga es una ciudad repleta de cultura que tiene, como mínimo, cuatro orquestas sinfónicas, es increíble”.

“Sí, desde luego, es una ocasión excepcional y única, he venido más veces a la República Checa pero no había tenido la posibilidad de trabajar mano a mano con músicos de aquí y ha sido toda una experiencia que le falta ahora la apoteosis final, pero nos hemos entendido muy bien teniendo en cuenta que yo vengo de la música popular y ellos forman parte de orquestas sinfónicas y del ámbito clásico y nos hemos compenetrado para hacer algo que yo definiría como único, algo que solo va a ocurrir aquí y por lo menos hoy se presenta al mundo”.

Ese concierto único pero repleto, a la vez, de público fue una reunión cumbre entre Pedro Lamas y el dúo checo Bárka, que suele interpretar famosas melodías cinematográficas y lo integran Ivana Pokorná, arpista del Teatro Nacional de Praga, y Pavel Barnáš, chelista de la Orquesta Sinfónica de la Radio Checa.

El gaitero Pedro Lamas | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Música sin barreras

Hasta el mismo día del concierto, Pedro Lamas y los integrantes de Bárka solo habían tenido un intercambio de mails en inglés, idioma que también usaron, durante la presentación, para poder comunicarse con el público. No obstante, no hay dudas de que el idioma que en verdad los une es el de la música, que él mismo define como un canal expresivo que no sabe de barreras. Y revela que, si bien durante esos intercambios por mail habían sentado las bases de lo que sería el concierto, al llegar a Praga todos esos planes terminaron cambiando.

Pedro Lamas y el dúo checo Bárka | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“Ellos tienen un dúo muy asentado desde hace unos años que suele dejar atrás los formalismos de la música académica a los que ellos están sometidos diariamente y con ese dúo lo que les apetece es explorar la música desde una perspectiva más abierta, utilizando más la interacción con las emociones, las sensaciones, entonces al final vamos a dejar de lado las partituras y vamos a hacer un encuentro musical que se mueve con el corazón”.

En efecto, el propio repertorio que incluyó temas tan movilizantes como El Moldava de Smetana, apeló, precisamente, a la emoción y al poder de la música como instrumento de pertenencia y, al mismo tiempo, de unión entre personas de distintas latitudes. En sintonía con esa idea, los músicos mostraron una constante complicidad con el público, que se vio reflejada hasta en la forma sumamente teatral y lúdica con la que Pedro Lamas se sumó al escenario con su gaita.

Volver a Praga

Con una notable trayectoria en su haber, Pedro Lamas ha ganado, en su carrera, medio centenar de premios y ha ofrecido conciertos de música celta en Suiza, Cuba, Francia, Bélgica, Argentina, Lituania, China, Hungría, Portugal, Perú y Polonia, entre muchos otros países. Incluso recuerda que ya había estado un par de veces antes en República Checa, pero siempre durante muy pocos días. Por eso mismo tiene el recuerdo de haber estado corriendo un poco contra reloj, para poder conocer, al menos, un poco de sus ciudades y, entre ellas, la capital.

Pedro Lamas y el dúo checo Bárka  | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“Y Praga es una ciudad tan bonita y que impacta de tal manera a la vista que cuando vuelves te da la sensación de que has estado aquí hace poco”.

En todo caso, la última vez que Pedro Lamas visitó Chequia fue hace unos cinco años, es decir, antes de la época del Covid; porque, tal como él mismo bromea, de un tiempo a esta parte, la vida de las personas parece dividirse, justamente, entre lo que se hizo antes y después de la pandemia. Lo cierto es que aquella visita la había realizado en circunstancias muy distintas a las de este nuevo viaje.

“La última vez que vine a tocar creo que fue en el Festival Colours of Ostrava, un festival de música mundial muy grande, muy importante y vine en ese caso formando parte de una banda en la que participo junto a unos músicos gallegos y fue una experiencia maravillosa porque es un festival en el que puedes encontrar música de todas las latitudes”

Un concierto único | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Aunque esta vez también vino a Praga por muy pocos días, asegura Pedro Lamas que, con la ayuda de sus colegas y flamantes amigos checos, Ivana Pokorná y Pavel Barnáš, logró aprovechar ese escaso tiempo de la mejor manera posible.

“Praga es una ciudad que respira cultura por todas partes y es increíble por lo menos para mí concebir una ciudad como esta que tiene como mínimo cuatro orquestas sinfónicas en simultáneo, es algo increíble, y ni bien llegué a Praga tuve la oportunidad de asistir a un concierto en el Rudolfinum al que me invitó Pavel, el chelista que me acompañó hoy, así que he debutado a lo grande”.

La Danza del Oso

Durante el concierto que se celebró el viernes pasado a sala repleta, a pesar de tratarse de un día lluvioso, aclaró Pedro Lamas que, si bien la gente suele asociar a España con el sol, Galicia se parece en realidad mucho más a Praga en materia de clima. Por el contrario, una clara diferencia es que, si en Chequia la gaita pasa por un instrumento casi exótico, él asegura que, en su tierra, la gaita es tan popular que casi no hay músico que no aprenda a tocarla en algún momento de su carrera.

“La gaita es accesible para cualquier chico en Galicia”.

“La gaita es accesible para cualquier chico en Galicia, siempre hay alguna asociación de vecinos, Galicia está muy atomizada, llena de núcleos de población muy pequeños, entonces es muy posible acercarse a unos de esos lugares en los que siempre hay alguien dispuesto a enseñarte, ese fue mi caso, yo soy de un pequeño pueblo de La Coruña que se llama Cecebre y ahí tuve mi primer contacto con la gaita, con la música tradicional y así hasta hoy, ese primer contacto simplemente era una forma de pasarla bien, de divertirme, fue invadiéndome de tal modo que acabé por estudiar música también más formal, estudié jazz, saxofón y más recientemente hice estudios de composición clásica, con lo cual… yo siempre digo que la música es un camino que nunca tiene fin y ahí estamos, en ese camino”.

Como buen conocedor de esa cultura, Pedro Lamas es consciente del fuerte vínculo histórico que une a celtas y checos. Sin ir más lejos, cuenta que, en este nuevo regreso al país, recordó una música que mucha gente suele atribuir a los celtas, aunque no estén tan claros sus orígenes. Se trata, en todo caso, de una música casi ritual que tiene que ver con la recepción de la primavera y el llamado a la fecundidad. Esa música que se llama la Danza del Oso se conoce en muchas regiones y, por supuesto, en el centro de Europa. Lo cierto es que, gracias a ese recuerdo, que le sobrevino como una revelación, Pedro Lamas decidió incorporar al repertorio de su concierto único y extraordinario del viernes esa música muy antigua que, tal como él dice, no es para nada ajena. Ni al público checo, ni a él mismo.

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