El futuro de Škoda Auto pasa por la movilidad eléctrica
El fabricante checo realizará fuertes inversiones en el campo de la electromovilidad y lanzará hasta tres modelos en 2026.
Škoda Auto mira al futuro con su fuerte apuesta por la movilidad eléctrica. Así, la firma checa planea invertir 5600 millones de euros en este sector durante los próximos cinco años, así como unos 700 millones de euros en digitalización en el mismo período.
Esto se confirma, además, con el lanzamiento del Škoda Vision 7S, un SUV eléctrico con 7 plazas, 600 km de autonomía y diseño minimalista que verá la luz en 2026.
"A través del Vision 7S, estamos ofreciendo una mirada concreta a un modelo Škoda completamente nuevo, con el que ampliaremos la cartera de productos y nuestra base de clientes. De esta manera, estamos acelerando significativamente nuestra ofensiva eléctrica", confirmó Klaus Zellmer, consejero delegado de la compañía, la cual prevé lanzar hasta tres vehículos 100% eléctricos de cara a 2026.
Con todo, como parte de esta hoja de ruta, la firma continuará modernizando sus modelos con motores de combustión interna. Para la segunda mitad del próximo año presentarán una nueva generación de modelos Superb y Kodiaq, mientras que un Octavia modernizado llegará en 2024.
Asimismo, la apuesta de la firma también pasará por la sostenibilidad, y es que, a partir de 2030, los vehículos de las plantas checas e indias de Škoda se producirán con cero emisiones. Siguiendo esta línea, en la actualidad la compañía ya cuenta con la planta de Vrchlabí, pionera en este modelo, que ha estado produciendo de forma neutral en emisiones de dióxido de carbono desde el año 2020.
Ahora, mientras la compañía se embarca en un mercado en expansión como el de la electromovilidad, encara la segunda parte de un año convulso y, cuanto menos, complicado para el sector automovilístico. Škoda entregó 360 600 automóviles a clientes de todo el mundo en la primera mitad de este año, un 30% menos en términos interanuales. El beneficio operativo también se redujo a 676 millones de euros desde los 974 millones de euros del pasado curso.
Estas cifras se explican, entre otros motivos, por el significativo aumento de los costos de producción o los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, que también ha afectado a la firma a diversos niveles.