El flamenco te puede hacer feliz
Jana Haluková, llamada "Chiri", y su amigo eslovaco Stanislav Kohútek apodado "Morenito" se fueron hace seis años a Sevilla para aprender el flamenco. Ella a bailarlo y él a interpretarlo con la guitarra. Nos encontramos con Chiri en verano en el festival de flamenco en Mnísek por Brdy, Bohemia Central, que ayudó a organizar, y grabamos la siguiente entrevista.
¿No se han extrañado sus profesores españoles que hayan venido Vd. y su amigo de Europa Central a Andalucía para aprender flamenco?
"Claro. Era muy gracioso porque en aquella época no había nadie. Había un montón de japonesas. Siempre viene gente de Japón, donde hay más escuelas de flamenco en Andalucía, más guitarristas. ¡Es increíble, una revolución para ellos! Entonces, los japoneses, americanos, alemanes, italianos, que están al lado, ¿no? ¿Pero que vengan de Eslovaquia o de Europa del Este? No había nadie. Y claro, tampoco sabían donde está Eslovaquia. ¿Ah, Eslovenia? ¿Y qué tal la guerra? Tuvimos que explicar muchas cosas. Bueno, ya con Praga la gente se orienta un poquito mejor. Sí, para ellos era muy curioso ¿cómo es posible que haga flamenco gente de esa parte de Europa? A al final resulta que tienen posibilidades de hacerlo bien, que tienen esa energía, yo que sé, la mentalidad. Cuando llevamos a Juan Polvillo por primera vez a Eslovaquia al festival y a hacer un curso, fue el primer español que se vino a Eslovaquia, yestaba sorprendido. En la clase, con las niñas y los niños eslovacos, le encantó. ¿Cómo es posible que aquí no hay escuela y hay tanto nivel? Entonces, se puso a repartir becas, porque veía talentos y sabía que la situación económica en Eslovaquia era un poco baja. Dio cinco becas para que la gente se venga a Sevilla gratis. Eso fue muy bonito".
Al final del festival Vd. invitó al público a participar en un curso de flamenco. ¿Hay que saber algo o tener algún don para aprenderlo? ¿O lo puede aprender cada uno?
"Yo creo que si uno tiene ganas da igual. A lo mejor uno está más preparado, sabe de baile, otro tiene mejor compás, ritmo, otro sabe de música ... Y hay gente que no. Pero yo creo que lo más importante es disfrutarlo. Sentirte feliz. Yo creo que el flamenco te puede hacer sentir feliz, que es como un juego, que una mujer se puede ver mucho más bonita con la faldita en el espejo y lo puede disfrutar. Yo pienso que lo puede bailar todo el mundo. Se olvida del estrés, del trabajo, de problemas y se lo pasa muy bien bailando. Y así lo pienso yo con los cursos, que la gente se relaje y lo disfrute".
¿Y qué otros planes tiene para el futuro, aparte de impartir cursos de flamenco?
"Quiero colaborar con Morenito, con gente que antes tuvimos un grupo en Eslovaquia y luego en Sevilla, actuaciones, cursos. Luego quiero traer a mis amigos artistas, que son bonísimos, de España, ser su representante aquí con los productores, organizar conciertos. También estamos preparando una gira con otro bailador de Sevilla, Ramón Martínez, que viene a Praga con la compañía de Paco Peña. Es un bailador bonísimo. Hemos hecho juntos un espectáculo que se llama ´Colores de amor´, bailando los dos juntos con músicos. Quisiera hacer en noviembre una gira con él. Luego para un teatro en Mladá Boleslav vamos a hacer la obra de Federico García Lorca ´La casa de Bernarda Alba´. Esa fue la última cosa que he hecho en Sevilla para una compañía. Se trata de preparar a los actores, enseñarles flamenco, hacer coreografía dentro de la obra y quizás bailar con ellos como un ángel con mantón. Así que mucho trabajo. Eso está bien".