Shahab Tolouie: “Tengo Irán en mi sangre, España en mis manos y vivo en el corazón de Europa”

Shahab Tolouie

El músico persa Shahab Tolouie, afincado en Chequia desde hace dos décadas, acaba de publicar su nuevo disco, Terra Mediterranea, todo un viaje desde su tierra origen hasta Andalucía. Creador de un sonido propio al que llama etno-flamenco, desgranó la obra para Radio Praga Internacional. 

Shahab Tolouie es un verso suelto de la escena musical checa, a la que pertenece desde que estableciera su residencia en Praga en 2003. Artista de trayectoria internacional, tiene sus raíces musicales tanto en Oriente Medio como en Andalucía, pero también por toda cuenca del Mediterráneo, como declara desde el mismo título de su nuevo disco, Terra Mediterranea. Así lo explica el propio Tolouie a Radio Praga Internacional.

Shahab Tolouie - Terra Mediterranea | Foto: Shahab Tolouie Trio

“Este disco toma su título de la cuarta canción del disco del mismo nombre que resume qué ha sido mi vida musical y mi viaje. Al igual que la música me ha llevado desde el norte de Irán a la península ibérica y, en particular, a Andalucía, se pueden escuchar muchas escalas y ritmos transformándose unos en otros. Del español al persa, árabe, sefardí, e incluso se pueden escuchar indicios de los Balcanes. Todo mientras he tratado de mantener la influencia del Medio Oriente de esta música lo más simple posible, porque creo que la música del Medio Oriente en general, y la música persa en particular, como mucha música antigua, se basa en un solo tono, el unísono. Agregar demasiados acordes y modulaciones generalmente termina con la música con un sonido más parecido al jazz, y eso es algo que hemos intentado evitar. En cambio, hemos jugado con la dinámica y los cambios de ritmo. La dinámica y el ritmo es la base natural de la mayoría de las culturas musicales de esta vasta región”.

Shahab Tolouie creció en Teherán tocando todo tipo de estilos con guitarra tanto española como eléctrica. Pero fue el flamenco el que llegó a convertirse en una obsesión. Consiguió viajar a Sevilla para aprender el flamenco más puro, pero allí se produjo, probablemente el mayor punto de inflexión de su vida gracias a su maestro, a quien recuerda con auténtica devoción.

“Algo de lo que, lamentablemente, no mucha gente habla es la importancia de tener el maestro adecuado. Hay un viejo refrán que dice que cuando estés listo, aparecerá el maestro. Un profesor es mucho más importante que solo explicar las técnicas, es más importante cuando se trata de motivar al alumno. Cuando vivía en Sevilla tenía varios profesores, uno de ellos era el Sr. Fernando López María de Haro, de La Rioja, en el norte de España. Lo significativo de este caballero, aparte de su increíble habilidad musical, era el hecho de que solíamos hablar, de qué quería ser en el futuro, de dónde me veía con mi música… Él es la razón que me hizo decidir convertirme en la persona que soy. Creo que lo más importante que me dijo fue: “Eres más interesante para mí como persa, y no muy interesante como una copia de español. Yo he escuchado todas las formas de flamenco y sé quién toca desde el primer golpe, pero si le agregas, por ejemplo, algo de color persa a esta música, es algo que no he escuchado y me interesará”. Él fue la razón por la que volví a Irán y estudié música persa por primera vez y comencé mi propia fusión, que llamamos etno-flamenco para distinguirla del flamenco puro”.

Más de veinte años después, sigue recordando Shahab muchas de las lecciones que aprendió de su admirado maestro de guitarra.

Shahab Tolouie | Foto: Miroslav Duschek,  Český rozhlas

“Yo, en mi vida he aprendido de muchas personas, ya sea directa o indirectamente. Algunos de ellos han sido mis ídolos y traté de copiar lo que hacían, pero solo uno de ellos me enseñó a hacer las cosas. Yo lo llamo el lado no musical de la música. Por ejemplo, me dijo que tocara la guitarra frente a un espejo. Cuando le pregunté por qué, dijo: si ves a un guitarrista allí, solo entonces puedes esperar que la gente también lo vea. Tienes que crearlo primero tú. Otra lección muy importante que puede parecer poco importante al principio, pero créanme que es crucial, fue grabarme y escucharme. Sea el crítico más cruel de su música. Vaya a su propio concierto, siéntese allí, escuche y vea su concierto. Y pregúntese: ¿Me gusta lo que escucho? ¿Me gusta lo que veo? Si no, ¿qué es lo que no me gusta? E intente corregirlo”.

Pero si hablamos de los momentos que cambiaron su vida, hay que remontarse más atrás.

“No olvidemos que todo esto empezó cuando un día en medio de la guerra en Irán, cuando la mayoría de los padres estaban pensando en cómo mantener con vida a sus hijos, un padre le trajo una guitarra española a su hijo y cambió su futuro. Un futuro que lo convirtió en ciudadano del mundo. Gracias, España”.

“Los problemas están aquí cuando más los necesitas”

El álbum Terra Mediterranea ha surgido de la cuarentena y la reclusión del último año. Una oportunidad única para crear música, pero también para la reflexión y hasta para echar la vista atrás, dice Shahab.

“Para nosotros la última década fue un período muy extraño. Una década de altibajos y sorpresas. Un mundo que aún se recupera de una fuerte crisis financiera y al mismo tiempo se enfrenta a los recientes cambios importantes en los formatos digitales y los hábitos de distribución. A veces, se sentía como si estuviéramos en un vórtice de eventos en cadena, con las consecuencias de un evento afectando el resultado de los próximos. Especialmente con todos los hechos ocurridos desde el año pasado, el COVID y todas las restricciones relacionadas con él. Para muchos grupos fue un período de impotencia y muchos de los músicos que conozco tuvieron que cambiar de ocupación. Pero también, muchos otros, incluyéndonos a nosotros, vimos este período como una oportunidad para terminar lo inconcluso y crear nueva música. Creo en lo que dijo una vez mi abuela: los problemas están aquí cuando más los necesitas. Vienen a ayudarte a convertirte en una persona más fuerte”.

Terra Mediterranea se hizo a fuego lento y cuidando al máximo todos los detalles gracias a la calma que da grabar en un estudio propio, como el que tiene Shahab y su trío. Pero también contaron con percusiones del sur de Irán que envió desde París Habiboo Meftah Boushehri y tras ser todo mezclado en Praga, el disco viajó a España para ser masterizado en Barcelona.

En el álbum, el primero de Shahab Tolouie desde Tango Perso, de 2009, el iraní ha aprovechado para grabar algunos temas ya clásicos de su repertorio que aún no habían encontrado su momento para ser grabados en estudio. Rain Forest es un buen ejemplo.

“Con el tiempo, esta canción se ha ido transformando gradualmente en una de las canciones más emblemáticas de nuestro grupo. Lo curioso es que esta canción se lanza ahora oficialmente por primera vez en un álbum, aunque mucha gente ya nos conoció a través de esta canción. Hace muchos años, tocamos esta canción en vivo en el Bush Hall de Londres para un documental de la BBC persa y, a partir de ese momento, la canción se volvió viral. Después de un tiempo, decidimos tocarlo en vivo también. Entonces, lo que encuentras en Internet, antes de este álbum, es principalmente de conciertos en vivo y también de entrevistas”.

Por momentos, en Terra Mediterranea parecen sonar hasta míticos grupos sevillanos de los 70. Shahab no rechaza esas influencias ni muchas otras.

“Como sabes, en mi juventud, antes de enamorarme del flamenco, tocaba rock y metal con la guitarra eléctrica y hay un dicho que dice que cuando una vez que eres rockero, ya eres rockero para siempre. Entonces, después de mudarme a Andalucía, fue natural para mí, aparte del flamenco, tener puesta otra oreja en las bandas de rock español, especialmente aquellas con mayores raíces en la tradición española y el flamenco, como Triana, Pata Negra y los extraordinarios experimentos de Paco de Lucía y Camarón, incorporando la batería y el bajo eléctrico al flamenco. Por lo tanto, la influencia antes mencionada podría decirse que está ahí de manera muy evidente”.

“Mi música ha sido un viaje”

El etno-flamenco de Shahab Tolouie es un sonido propio que nació en su cabeza y ha evolucionado con él a lo largo de su vida, cuenta.

“Cuando miro atrás en mi vida, tengo una sensación de que cuando era más joven era un tirano musical conmigo mismo. Tenía ideas estrictas de cómo se suponía que sonaría mi música e incluso cómo se suponía que debía arreglarse. A veces, incluso ideas que no habían desarrollado una forma concreta eran descartadas, arrojadas a la basura, por no ser todo lo que había imaginado al principio. Cuanto mayor me hago, más libertad siento para darle a mi música la capacidad de volar a donde quiera y dejarse llevar por ella. Siento que me ha permitido descubrir nuevos horizontes que nunca antes había visto. Si la canción quiere ser más española, que así sea, o más persa, rock o incluso orquestal. ¿Por qué no? Algunos pueden llamarlo madurez y otros pueden llamarlo experiencia. Pero en última instancia, cualquier cosa que escriba, seguirá estando dentro de los límites de mi disciplina técnica. O como digo a menudo, "tengo Irán en mi sangre, España en mis manos y vivo en el corazón de Europa". Entonces, asumo que nunca seré un jazzman”.

¿Y qué influencia tiene Chequia en la música persa y andaluza que toca Shahab Tolouie?

“Creo que hay estilos de música que no tienen fronteras como, por ejemplo, la música clásica o el jazz. Puedes ser de Japón o Brasil o de cualquier país y convertirte en el mejor en esos estilos. Pero hay estilos de música que tienen raíces en el aire, la familia, la historia, la comida y los recuerdos de la infancia, como el flamenco o la música persa. Pero al mismo tiempo no hay duda, tampoco es un secreto que el lugar donde vives tiene un efecto directo en tu música. Los checos se llaman a sí mismos ‘národ bigbiťáků’, que significa nación de big-bit o de rockeros. No estoy seguro, pero es muy posible que esta sea una de las muchas razones por las que sonamos como sonamos ahora, más orientados al Groove, con su núcleo rítmico cambiado de percusiones y contrabajo a batería y bajo eléctrico”.

Los dos músicos que acompañan a Shahab Tolouie en su trío, el batería checo Peter Hadr y el bajista balcánico Gavrilo Aleksić, aportan un punto más de mestizaje en su música.

“No soy y nunca he sido un tradicionalista o purista. Mi música ha sido un viaje. Igual que mi vida no ha tenido fronteras, a mi música le ha pasado igual. Me inspiro en las culturas a lo largo del camino, por eso veo cualquier sonido nuevo como un nuevo color en mi paleta con el que puedo pintar algo nuevo y quizás más colorido. Mis músicos añaden su toque y carácter específicos a nuestra música. No sonaría como lo hago sin ellos y sonaría diferente si hubiera otros músicos. Esta música es el resultado de una colaboración de varias personas y nos gusta. Mi bajista Gavrilo Aleksić (lo llamamos Gavi) es de los Balcanes. Nacido en Bosnia y que tenía nacionalidad macedonia, pero al igual que yo vive en Europa muchos años y ahora tiene la nacionalidad checa. Mi baterista Peter Hadr (lo llamamos Hadroš) es de República Checa. Ambos proceden del rock'n'roll pero de dos herencias culturales diferentes. Esto significa que su estilo se centró en un enfoque directo hacia la creación de una base de ritmo fuerte, mientras que al mismo tiempo cada uno de nosotros lleva el color significativo de su propia cultura”.

Ser exactamente un trío y no un cuarteto o cualquier otra formación no es ninguna cuestión baladí, explica Tolouie.

“Cuando era niño y crecía en Irán, era un niño hiperactivo. Crecimos en las calles. Una hermosa infancia tan física como podría ser. Pero los brazos rotos y los dedos aplastados fueron el legado que me impuso ciertas limitaciones físicas en lo que respecta a la técnica de la guitarra. En mi juventud, estas limitaciones me hicieron tener miedo del trío. Porque muchos de mis ídolos eran tríos. The Police, el legendario trío de Paco de Lucia, Al Di Meola y John McLaughlin, Cream, Jimi Hendrix y muchos más. Y todos ellos fueron geniales. Ser un buen trío es muy, muy difícil y cada uno debe ser muy bueno, tener un grupo de músicos ajustado y que suene bien. No hay margen de error ni lugar para esconderse. Estás desnudo y tienes que mostrar todo lo mejor posible. Está la sección de ritmo y luego estás tú. ¡No puedes esconderte detrás de tu segundo guitarrista si no tienes el día! El trío, en mi opinión, es bueno o terrible, sin mucho más en medio”.

Solo tres músicos, pero mucho más que tres instrumentos. En Terra Mediterranea Tolouie toca la guitarra flamenca, la mandola, la guitarra de 12 cuerdas, el setar persa, el sitar indio y hasta un sintetizador. Y, por supuesto, su característica guitarra de tres mástiles, que encargó especialmente a un lutier. Shahab habla de su llamativo instrumento.

“Desde el primer día, cuando comencé a fusionar la música, solía rascarme la cabeza y pensar que necesitaba más herramientas para poder reproducir las características de la música de esta vasta región. Además de las escalas musicales hay cierto timbre en los instrumentos típicos de cada nación. Entonces, comencé a llevar dos y, a veces, tres instrumentos diferentes a los conciertos y los cambiaba durante las canciones. Pero era muy difícil tanto en términos de logística como durante el concierto. Entonces, la idea de un instrumento que contenga todos esos instrumentos cruciales para mi música era prácticamente inevitable y un progreso natural. Además de lo que puede hacer este instrumento único, también es una verdadera obra de arte. Todavía estoy descubriendo día a día su increíble potencial y los horizontes que me abre”.

En cuanto vuelva cierta normalidad a nuestras vidas, el trío de Shahab Tolouie volverá a hacer las maletas para llevar de nuevo por todo el mundo esa música mediterránea y persa hecha en la República Checa.

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