El español en Chequia, quinta lengua extranjera más estudiada

Foto ilustrativa: Ambro / FreeDigitalPhotos.net

Con más de 27.000 estudiantes en el sistema educativo y unos 8.000 en las universidades, el español se perfila como un idioma con perspectiva en la República Checa. La Agregaduría Cultural de la Embajada de España planea la apertura de nuevas secciones bilingües y un mayor apoyo a los centros educativos.

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“Los idiomas hables, las veces que eres persona”, dicen los checos. Y realmente en este país, relativamente pequeño y encajonado en el corazón de Europa, ser políglota es un valor apreciado y, en cierta forma, una necesidad básica. De esta pasión por las lenguas se viene beneficiando desde hace años el español, cuya presencia en Chequia ha crecido hasta situarse como quinta lengua más estudiada.

Los datos disponibles, que dejan de lado las academias privadas y las universidades, establecen un número de estudiantes de español en la enseñanza reglada que oscila entre los 27.000 y los 28.000 según el año, que en concreto en el curso 2013-2014 llegó a un total de 27.259.

Es una cifra positiva, aunque todavía por detrás del inglés, el alemán, el ruso y el francés, comenta la agregada de Educación de la Embajada Española en la República Checa, Pilar Barrero.

“El español lleva creciendo unos años pero todavía estamos lejísimos del inglés. Después, por la cercanía geográfica, el alemán ofrece un mercado de trabajo muy cercano. Entonces, claro, el alemán es el segundo idioma tanto en primaria como en secundaria. El ruso debe ser un idioma difícil, en primaria muchos padres matriculan a sus hijos en ruso, pero en secundaria hay muchos chavales que no siguen con él, que eso también le pasa un poco al alemán, que cae en secundaria un poquito respecto a primaria. Y el francés nos lleva una ligerísima ventaja, que hace años era gigantesca. Ahora es muy poca ventaja”.

Estudian inglés en el sistema educativo checo más de un millón de alumnos, al ser primera lengua extranjera obligatoria en prácticamente todos los centros. El alemán era estudiado en 2013 por unos 316.000 checos, y el ruso por 71.000. El francés se situaba ligeramente por encima del español con 34.000 estudiantes.

Un idioma fácil y con sabor a sol, playa y buena vida

Foto ilustrativa: archivo de Radio Praga
Las limitaciones y las potencialidades de la lengua de García Márquez en la República Checa vienen definidas por un lado, por la disponibilidad de centros que ofrezcan esta lengua, lo que está directamente relacionado con la disponibilidad de profesores con la formación adecuada. Por el otro hay que tener en cuenta la imagen y el atractivo del idioma en sí, que es muy alto, comenta Barrero.

“Hay ciudades en las que el único “gimnázium” bilingüe es el español. Entonces la clase media que está concienciada con que es necesario hablar idiomas, porque de eso en general los checos están muy concienciados, es un país pequeño que se quiere abrir al mundo, pues entonces hay sitios donde lo más fácil es estudiar español. Luego el español desde el punto de vista de los lingüistas es un idioma fácil. Así que hay muchos chavales que con secundaria eligen español porque les parece más fácil que otras lenguas”.

Una lógica parecida funciona en las universidades, donde estudian castellano, o cursan asignaturas en esta lengua, unas 8.300 personas, prosigue Pilar Barrero.

“En la etapa universitaria yo creo que es por la misma razón. A los checos les gusta mucho viajar. Tienen una visión de España, los tópicos funcionan para bien y para mal, también para bien. Que sabemos disfrutar de la vida, que es un país maravilloso… Eso también influye. Luego, no es un idioma que sea muy difícil, esa es la realidad. Es de suponer que como en primaria y secundaria todos los checos estudian inglés, a la universidad llegan ya sabiendo inglés. Me hace gracia porque una cosa que he oído bastante es que con el inglés y el español puedes abarcar casi todo el mundo”.

Esos tópicos sobre la cultura hispanohablante forman parte precisamente de la imagen positiva que tiene el español en la República Checa y que influye a la hora de elegirlo como segunda lengua extranjera, o incluso para matricularse en una sección bilingüe.

“En general a la gente que va a los “gimnáziums” bilingües en español les suele gustar la cultura española. Les suele parecer muy interesante. Bien es cierto que a lo mejor no siempre por España, sino más bien que Latinoamérica tira un poco de nosotros, aquí en este tema es al revés. En estos países centroeuropeos Latinoamérica les resulta como muy interesante, muy exótica, y les atrae mucho. Estudian español porque es la lengua de España y de Latinoamérica”.

El esfuerzo institucional se dirigirá ahora a todos los centros

Foto ilustrativa: Comisión Europea
En la República Checa existen seis escuelas secundarias o “gymnázium” checo-españolas, las llamadas secciones bilingües, que desempeñan un papel clave en la enseñanza y promoción del idioma. Se trata de centros de secundaria donde parte de las asignaturas son impartidas directamente en castellano, y cuyos resultados y títulación con reconocidos por el sistema educativo español.

Estos institutos han alcanzado ya cierto prestigio y su aporte a la hora de formar nuevas generaciones de checos conocedores de la lengua y cultura españolas es difícil de calcular. Los antiguos estudiantes de las secciones bilingües tienen la opción de ir a la universidad en España y de entre sus filas surgen profesores, profesionales o empresarios con un nivel de idioma alto y fuertes vínculos con el país.

Es por ello por lo que se planea la firma de dos convenios más para la creación de una sección bilingüe en Liberec y otra en Hradec Králové, con lo que quedarían cubiertas la mayor parte de las ciudades checas de importancia.

Además, la Agregaduría de Educación se plantea ahora intensificar sus relaciones con todos los centros educativos donde se imparte español, integrándolos en actividades que hasta ahora se restringían solo a las secciones bilingües, comenta Barrero.

“Hasta ahora, porque tenemos “gimnáziums” que tienen sección bilingüe, casi todo lo hacemos con ellos, que por supuesto hay que darles prioridad. Además, los “gymnáziums” existen porque hay un convenio de colaboración entre el ministerio checo de Educación y el español. Pero aquí en la Agregaduría, para millones de actividades, para ser jurado, para preguntarme cosas, se dirigen también muchos centros que tienen el español como segunda lengua. La verdad es que he estado visitando hace poco uno, y es que los chavales tienen muy buen nivel de español. Con lo cual, para el curso que viene, los concursos que convocamos para las secciones bilingües los vamos a abrir a todos los colegios”.

De esta forma el resto de centros con español podrán tomar parte en el conocido concurso de teatro escolar a partir del año que viene, pagando, eso sí, sus gastos de participación. Y no se trata del único concurso organizado por la Agregaduría, detalla Barrero.

“Pero por ejemplo, hacemos un concurso de fotomontaje, un concurso de fotografía matemática. Y luego hay dos concursos que se implantaron por primera vez el año pasado y que tienen muchísimo tirón, que son un concurso de relato breve, hasta ocho páginas, sobre un tema de Valencia. Porque el primer premio es irse dos semanas a Valencia a una institución de enseñanza en verano a estudiar español. A las alumnas que ganaron el año pasado las hemos llevado por los distintos “gymnáziums”, y claro, se lo pasaron fenomenal, porque de la multitud de escuelas que podían elegir para estudiar, las dos eligieron una que está en la misma Valencia y que está en la playa”.

El otro concurso de reciente fundación es de creación artística, está subvencionado por el gobierno regional canario y el premio es, consecuentemente, una estancia para estudiar español en la isla de Gran Canaria.

Faltan profesores de español en primaria

Foto ilustrativa: Filip Jandourek
Ante el interés que generan las secciones bilingües y la capacidad de crecimiento del español, la pregunta que se plantea es por qué no se adopta un modelo parecido para las escuelas básicas, de forma que haya niños que estudien el idioma desde una edad más temprana. De acuerdo con Barrero, el problema es la falta de docentes.

“Eso sería un capítulo aparte. ¿Por qué no? En primaria aquí hay muchos niños que estudian español, pero en realidad el mercado es potencialmente mucho más grande. Lo que pasa es que no hay suficientes profesores, esa es la realidad. No hay bastantes profesores de primaria. Porque los profesores que vienen, vienen a secundaria, e incluso en secundaria faltan. Cualquier licenciado español que venga, cualquier filólogo de nacionalidad checa que estudie español se orienta más a la secundaria”.

Y es que un profesor de instituto, aunque tiene un sueldo menor que el que tendría en España, puede vivir dignamente, algo que no sucede en el primer ciclo educativo, lamenta la agregada.

“Porque aquí si no es dentro de un convenio bilateral que ganen un poco más, si no… Es curioso, porque pasa no solo en la República Checa, sino en otros países del entorno. Es más prestigioso que en España ser profesor. Aquí un profesor es una persona que es atendida, escuchada. Es prestigiada, pero mucho peor pagada que en España. Un profesor francamente en estos países vive si son una pareja y los dos trabajan o si tienen soporte familiar. Claro, un español que se viene aquí a trabajar sin soporte familiar…”

Una solución puede ser el apoyo a la formación de nuevos profesores de español directamente en la República Checa, algo que la Agregaduría lleva realizando varios años a través de sus cursos de verano, seminarios, y conferencias, así como con su apoyo a los encuentros ELE que ELE organizados por el Instituto Cervantes de Praga.

Como novedad, el Ministerio de Cultura y el Instituto Cervantes han propuesto a las autoridades educativas de la República Checa el llamado Programa de Reconversión al Español, con el objetivo de formar y acreditar a los profesores de otras lenguas en la red pública de enseñanza básica en la República Checa. De implantarse tomaría la forma de un curso de tres años de duración.

Aun así de momento el número de profesores de español en escuelas primarias se mantiene reducido, en el curso 2013/2014 eran solo 56, mientras que en secundaria impartían este idioma 300 docentes.

Autor: Carlos Ferrer
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