El diseñador Theodor Pištěk, ganador de un Oscar por el vestuario de Amadeus, cumple 90 años
Theodor Pištěk, escenógrafo, destacado representante de la pintura realista y antiguo piloto de carreras de automovilismo, cumple 90 años de edad.
En la Galería Aleš de Bohemia del Sur, con sede en la caballeriza palaciega de Hluboká, tiene lugar una exposición de pinturas de Theodor Pištěk con la que se rinde homenaje a este artista checo de fama mundial en ocasión de su 90 cumpleaños. Además de pinturas clásicas se exponen obras hiperrealistas y tridimensionales, según dijo a la Radio Checa Aleš Seifert, director de la galería.
“Para nosotros es un acontecimiento fenomenal, para el que hemos recibido prestados diversos trabajos de Pištěk de numerosas galerías y colecciones privadas tanto del país como del extranjero. Nuestro objetivo era presentar a Theodor Pištěk de una forma diferente, poniendo el acento en su desarrollo del hiperrealismo”.
La muestra se titula ‘Realismo fenomenal’ y en uno de los cuadros ilusorios aparece, por ejemplo, José de Nazaret, sentado en la parte trasera de un automóvil de carreras liándose un cigarrillo y a su lado tiene un pedazo de pan que no acaba de comer. Este cuadro, que data de los años 70, es una obra ilusoria típica de Pištěk que recuerda el movimiento de los hippies y los anhelos de libertad, según contó a la Radio Checa el comisario de la exhibición, Martin Dostál, quien destaca también otros cuadros.
“Aquí tenemos un cuadro en el que aparece un ciclista, que es Salvador Dalí, a quien Pištěk admira mucho. También exhibimos un atributo de libertad del artista en forma de un cuadro de jugadores de fútbol americano, y varios elementos ilusorios que evocan la pintura barroca. La atención de los visitantes la atrae asimismo el cuadro con la firma de Theodor Pištěk en una tarjeta de visita, sujeta con un alfiler en el capó de un coche de carreras”.
El automovilismo fue uno de los temas predilectos de la obra de Pištěk. En los años 70 del siglo XX incluso representó como piloto a Checoslovaquia en varias competiciones internacionales. Pero lo fundamental para él ha sido desde siempre la pintura, porque, como dijo en cierta ocasión a la Radio Checa, le ofrecía plena libertad de expresión.
“Como pintor, uno es completamente libre. Al entrar en el taller y cerrar la puerta, ya nadie tiene acceso a él”.
Theodor Pištěk nació el 25 de octubre de 1932 y el amor al arte lo heredó de sus familiares. Sus padres fueron ambos actores, su abuelo un cantante de ópera y su bisabuelo el destacado pintor checo František Ženíšek. No obstante, para Theodor Pištěk la fama de sus familiares no siempre resultaba agradable, según contó a la Radio Checa.
“Papá fue muy popular y nosotros no podíamos aparecer en ningún lugar sin que alguien lo contactara y se lo contara. Eso era frustrante”.
El mundo de la cinematografía lo conoció Pištěk gracias al renombrado director de cine checo František Vláčil, con el que colaboró estrechamente sobre todo en los años 60, ocupándose del vestuario de la película Markéta Lazarová. En su taller surgió también el vestuario para otros numerosos largometrajes de producción nacional así como para obras de teatro, pero también el diseño de los nuevos uniformes para la Guardia del Castillo de Praga.
Un acontecimiento crucial en la carrera de Theodor Pištěk fue, sin embargo, el encargo para el vestuario de la película Amadeus, de Miloš Forman.
Este largometraje fue galardonado en 1985 con 8 premios Óscar. Uno de ellos fue precisamente para Theodor Pištěk por el vestuario.
En 2003 la Academia de Cine Checa le concedió a Pištěk el premio León Checo por el aporte artístico al cine nacional y en 2013 recibió el Globo de Cristal del Festival Internacional de Karlovy Vary por su aporte a la cinematografía mundial.