El conflicto entre checos y polacos llega hasta los supermercados
Vecinos polacos denuncian el creciente número de checos que acuden a su territorio para adquirir productos a un mejor precio, haciendo que las existencias se agoten cada vez más rápido.
Bogatynia, una pequeña ciudad polaca cercana a la frontera con la región de Liberec, se ha convertido en los últimos días en noticia por la descontrolada afluencia de clientes llegados de Chequia a sus establecimientos. Al menos así lo afirma Gazeta Wyborcza, diario polaco, que se hizo eco de esta historia.
"Nosotros, los residentes de Bogatynia, queremos que nuestros hijos también tengan acceso a productos frescos (verduras, frutas). Poco a poco se está volviendo imposible: vamos a las tiendas y encontramos estantes vacíos cada vez más a menudo", se puede leer en un panfleto que el político local Artur Sienkiewicz reparte entre los vehículos de matrícula checa estacionados en las inmediaciones de los establecimientos del lugar y en el que insta a sus vecinos a ser más considerados.
Según este, la población local se encuentra cada vez más molesta ante el creciente flujo de clientes checos que adquieren yogures, mantequilla o carne, en muchos casos, en grandes cantidades. Esto responde a que el precio de los alimentos y ciertos bienes son en la actualidad significativamente más bajos en Polonia que en Chequia debido a la baja tasa de cambio del zloty, así como al hecho de que el propio Gobierno polaco abolió el IVA en algunos productos básicos.
"Antes de las seis de la mañana, los checos estaban haciendo fila", afirma una mujer de Bogatynia cuyo testimonio recoge el diario, mientras que otros entrevistados reclaman la adopción de alguna medida como podría ser el establecer una cantidad máxima por cliente.
"Y si eso no ayuda, los representantes ambos lados de la frontera deberían intervenir en cooperación con los supermercados, de lo contrario, los residentes de Bogatynia perderán la paciencia", afirma la misma mujer.
En clave checa, existen reacciones de todo tipo. Mientras que algunos afirman entender las críticas de los vecinos polacos, otros señalan que se pueden encontrar ejemplos de esta práctica en ambas direcciones. Es el caso de un vecino que señala que los polacos acudieron en los últimos meses a Chequia en busca de carbón más barato y que en "Ostrava o Karviná limpiaron los almacenes para que se quedaran sin carbón local".