Chequia no imitará el modelo polaco para gravar a gigantes tecnológicas como Google o Meta

La vecina Polonia adoptó un enfoque más agresivo para gravar las ganancias de las empresas tecnológicas, un camino que, por el momento, Chequia ha confirmado que no seguirá a pesar de contar ya con el conocido como “impuesto compensatorio”.

Hace escasos meses se hacía oficial la introducción en Chequia del “impuesto compensatorio”, basado en una directiva europea que busca frenar la evasión fiscal. La medida prometía redefinir por completo el contexto y la relación tributaria entre las gigantes tecnológicas y los estados europeos, mientras que para Praga significaba que estas grandes corporaciones pasarían a aportar mucho más a las arcas públicas.

El propio gobierno estimó ingresar 41 millones de euros de este apartado en los presupuestos del Estado, aunque Chequia será por el momento más benévola con su tributación que, por ejemplo, la vecina Polonia.

Y es que el gobierno polaco, liderado por Donald Tusk, anunció recientemente su intención de gravar los beneficios de empresas del sector tecnológico que generan ingresos en Polonia pero tributan en otros países con regímenes fiscales más favorables.

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Más allá del pequeño cisma generado entre Washington y Varsovia y un airado cruce de declaraciones, también el ejecutivo checo se pronunció sobre este asunto para aclarar que ni el país imitará el ejemplo polaco ni dicha posibilidad está siquiera hoy sobre la mesa.

"El Ministerio de Finanzas no está considerando tomar una medida similar y no hay ningún debate político en ese sentido", afirmó la portavoz del Ministerio de Finanzas, Petra Vodstrčilová.

Todavía se desconoce la fórmula o las cifras concretas de esta medida, si bien se presupone que el fisco polaco engrosaría considerablemente sus ingresos con las grandes tecnológicas, algo que ya son varios los países que han optado por llevar a cabo.

A pesar de las críticas, la idea de gravar a las grandes tecnológicas no es nueva y más de una treintena de estados han introducido impuestos similares. Destaca, por ejemplo, el caso de Italia, donde se aplica un impuesto del 3% sobre los ingresos digitales, lo que genera alrededor de 500 millones de euros anuales.

Mientras tanto, en la República Checa, aunque no se contempla una tasa específica para Google o Meta, el gobierno sí ha implementado ese impuesto mínimo, o “impuesto compensatorio” del 15 % para grandes multinacionales. Esta medida, basada en una directiva europea, busca evitar la competencia fiscal entre países y garantizar una tributación justa.

El Ministerio de Finanzas checo prevé recaudar unos 41 millones de euros este año así, y la cifra podría duplicarse en los próximos años, afectando a empresas con ingresos consolidados superiores a 750 millones de euros en al menos dos de los últimos cuatro años y que operen en el país.