Google, Apple, Facebook… Chequia impulsa el nuevo impuesto a las multinacionales

Impulsado por la OCDE y apoyado por hasta 130 países, el nuevo impuesto del 15% sobre las grandes empresas va cobrando forma. Chequia busca acelerar el acuerdo desde la presidencia de la UE.

Foto ilustrativa: Firmbee.com,  Pexels

Las condiciones fiscales con las que operan las grandes multinacionales han sido desde siempre objeto de un avivado debate y un asunto bien polémico. Empresas como Google, Facebook o Apple son señaladas recurrentemente en relación a una fiscalidad que muchos consideran demasiado laxa y permisiva.

El verano del pasado año marcó un punto de inflexión a este respecto, cuando hasta 130 países dieron su visto bueno a un pacto histórico que contemplaba la introducción de un impuesto del 15% sobre los beneficios de las grandes empresas. Ahora, Chequia quiere también impulsar desde la presidencia de la UE la concreción de esta medida entre sus socios europeos.

Zbyněk Stanjura | Foto: Michaela Danelová,  Český rozhlas

"El año pasado logramos concluir un acuerdo dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuando más de cien países de todo el mundo firmaron. Actualmente estamos buscando un acuerdo dentro de la Unión Europea durante nuestra presidencia y nuestro objetivo es encontrar ese acuerdo para fines de octubre", afirmó el ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura.

Sus palabras fueron avaladas por otros miembros del ejecutivo como el responsable de Trabajo, Marian Jurečka, quién se pronunció al respecto.

"Nos gustaría dar este paso juntos, al menos como todos los Veintisiete, o quizás también a nivel de los países de la OCDE, porque aquí es necesario un procedimiento conjunto", dijo el ministro.

Suscrito por más de un centenar de países, e impulsado principalmente por la OCDE, la introducción de este impuesto del 15% supone toda una revolución y un nuevo paradigma para el marco fiscal global. El objetivo es sentar las bases de un sistema donde las grandes compañías tributen allí donde realmente operan y cortar así la práctica de trasladar artificialmente sus beneficios a otros territorios que les resulten más rentables.

Según cálculos de la propia OCDE, la medida se traduciría en ingresos fiscales de casi 150 000 millones de euros en todo el mundo. Por otro lado, si bien se preveía que esta entrase en vigor en 2023, todo indica que el proceso se dilatará hasta 2024.

Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, lo explicó señalando que se trata de un desafío global y un proceso harto complejo.

“Se trata de negociaciones complejas y muy técnicas en relación con algunos conceptos nuevos que reforman fundamentalmente los acuerdos fiscales internacionales, para hacerlos más justos y funcionar mejor en una economía mundial cada vez más digitalizada y globalizada”, dijo.