El cambio del clima trajo a Chequia una gran sequía

Foto ilustrativa: Magdalena Kašubová

La sequía aqueja a la República Checa en los últimos años. La situación es tal que las autoridades exhortan a la población, sobre todo en verano, al ahorro del agua.

Foto: Magdalena Kašubová,  Radio Prague International
El cambio climático que se hace sentir de diversa forma en el mundo entero, afecta también a la República Checa. Este país del centro de Europa tiene un clima continental y las estaciones están claramente definidas. El otoño y también el verano vienen acompañados de lluvias y el invierno de nieve, lo que aseguraba siempre agua suficiente en los ríos y estanques durante todo el año.

No obstante en los últimos años el clima fue cambiando y a raíz de las cada vez menos lluvias y poca nieve en invierno, el país se ve enfrentado a problemas vinculados con la escasez de agua. Este año por ejemplo, más del 90% del territorio nacional se vio afectado por la sequía, lo que se debió a las altas temperaturas y pocas lluvias en verano.

Poca agua hay en los ríos, así como en los prados, y su escasez comienza a dificultar las faenas agrícolas, así como la vida cotidiana de los checos, según advierte Pavel Punčochář, del Ministerio de Agricultura.

Pavel Punčochář,  foto: Archivo de ČRo
”En el caso del agua potable, por ejemplo, en numerosos pueblos se ven obligados a traerla en cisterna para llenar los depósitos de agua locales y poder distribuirla a los hogares. Eso ya es un problema de carácter socio-económico, ya que la sequía comienza a afectar la economía nacional”.

Desde hace unos cuatro años hubo en Chequia muy pocas lluvias a lo largo del año. De acuerdo con informaciones del Instituto de Hidrometeorología Checo, desde enero de 2015 hasta septiembre de 2018 fueron registrados en el país 500 milímetros de precipitaciones de agua menos en comparación con la media normal, y en algunos lugares incluso 700 milímetros menos.

A causa de la escasez de agua, en el norte de Moravia hubo que proceder en 2015 a medidas de regulación en su distribución a dos grandes empresas industriales locales. Pero los problemas con el agua perduran e incluso empeoran, indicó Pavel Punčochář.

Foto: sourabhkrishna806 / Pixabay,  CC0
”En el otoño de este año las precipitaciones también han sido por debajo de lo normal, así que la situación no ha mejorado. Además, los ciudadanos creen que si no hace tanto calor y llueve al menos un poco, se acaba la sequía y las fuentes de agua vuelven a la normalidad. Pero no es así, la situación de las aguas subterráneas sigue siendo alarmante, ya que sus niveles continúan bajando por las pocas lluvias y la cantidad de nieve que es insuficiente. Disponemos de varias represas que nos permiten cubrir las necesidades del agua a lo largo de unos dos años, pero en vista de la intensa sequía que registramos desde hace unos cuatro años, tampoco estas represas son suficientes”.

Los expertos sostienen que la intensa sequía afecta también a otros países europeos, más bien a toda Europa Central y Occidental. La escasez del agua podría reflejarse negativamente en el futuro tanto en la vida de los ciudadanos, como en la producción industrial y la agricultura. Los hidrólogos recomiendan construir nuevas represas para poder retener mayores cantidades de agua. Pues las previsiones del tiempo a largo plazo no son nada alentadoras en lo que respecta a la situación de esa sustancia tan indispensable para la vida del hombre.