Chequia supera la sequía gracias a las grandes nevadas de este invierno. Pero no por mucho tiempo
Por primera vez en varios años, la práctica totalidad de la naturaleza checa cuenta con suficiente humedad y reservas de agua subterráneas. No solo ha caído abundante nieve, sino que el frío la ha mantenido mucho tiempo. Sin embargo, Chequia volverá a enfrentarse en breve a la sequía, advierten los expertos.
Más del 99% del territorio de la República Checa tiene suficiente agua en este preciso momento, según informa el portal InterSucho. De hecho, un 11% del país tiene incluso más agua de la que necesita.
Las abundantes nevadas de este invierno han resuelto un problema que llevaba arrastrando la naturaleza checa durante varios años. No obstante, según explicó en la Radio Checa el bioclimatólogo Miroslav Trnka, del Instituto de Investigación de Cambios Globales de la Academia de Ciencias, lo preocupante es que no se trató de un invierno en absoluto excepcional si se compara con los de décadas no tan lejanas.
“En cuanto a temperaturas y precipitaciones, ha sido un invierno que apenas se ha acercado a la media. Afortunadamente, sí ha conseguido paliar un déficit momentáneo que teníamos de humedad tanto en capas superficiales como en reservas subterráneas, especialmente las menos profundas. Esto era algo que padecíamos varios años y es bueno que haya sucedido”.
La tendencia de los últimos años es clara, explica el también profesor de la Universidad Mendel de Brno, Miroslav Trnka.
“El año pasado, por ejemplo, parece que fue relativamente frío porque los dos anteriores habían sido extremadamente calurosos, los dos batieron el récord de calor de forma consecutiva. Pero, en realidad, 2020 fue el quinto año más caluroso de los últimos 200 años. Así que no podemos decir que la situación se haya normalizado, desde luego que no. Seguimos en un periodo muy caluroso. Las precipitaciones han llegado, gracias a Dios, pero hemos visto cómo padece nuestra naturaleza la falta de agua”.
Las previsiones no son muy halagüeñas. Según Trnka, la amenaza de la sequía y las temperaturas elevadas será constante, y la nieve cada vez más rara en bajas latitudes.
Por otra parte, advierte el científico que las regiones de menor altitud como el sur de Moravia o el noroeste de Bohemia, cuentan en general con menos agua de la que necesitan.
“El balance de estos territorios es negativo, lo que quiere decir que hay una diferencia entre sus necesidades y los recursos con los que cuenta. Esto hay que tenerlo en cuenta de cara al futuro. Esa diferencia entre lo que la naturaleza necesita y lo que le llega con las precipitaciones será cada vez mayor. Y de esta forma nos quedará cada vez menos agua para la agricultura, por ejemplo. O tendremos que crear mayores reservas”.
Trnka considera necesario adaptar el territorio para poder combatir de la mejor manera posible la falta de agua y los fenómenos climatológicos extremos. La experiencia de los países que llevan más tiempo sufriendo sequía demuestra que es crucial adelantarse, ya que una vez la sequía alcanza determinadas fases, ya no tiene vuelta atrás, explica.