El almacenamiento y distribución de datos serán decisivos en los conflictos armados del futuro
El conflicto de Ucrania ha puesto en evidencia el tremendo desarrollo de las nuevas tecnologías para la guerra. A partir de esa experiencia, el Ejercito checo apuesta por la adquisición de aviones F-35 para su defensa.
Para el jefe del Estado Mayor del Ejército checo, Karel Řehka, lo que sucede en Ucrania es algo terrible, un conflicto de grandes dimensiones y de una intensidad inesperada. Europa, y el mundo occidental en general, se han visto obligados a revisar sus planes, enfoques y muchas cosas están cambiando desde sus cimientos. En declaraciones a la Radio Checa, el militar dijo que los países aliados analizan lo que ocurre en Ucrania y toman decisiones todos los días.
“Durante mucho tiempo no tuvimos la oportunidad de seguir tan cerca de nuestras fronteras un conflicto de dimensiones e intensidad semejantes. Recopilamos informaciones de nuestros socios de Ucrania, de nuestros aliados y de los propios soldados ucranianos que entrenamos en nuestro país”.
Algunos políticos y militares han comparado la intensidad y la brutalidad de la agresión rusa con la crudeza de la Primera Guerra Mundial. No obstante, Karel Řehka, sin negar cualquier similitud con aquella sangrienta contienda, hace énfasis en el uso de las tecnologías más modernas, muchas de las cuales se han estrenado para frenar la agresión rusa, y han marcado la tendencia de cara a futuros conflictos bélicos.
“Considero que lo principal que estamos viendo ahora, es que la guerra del futuro estará determinada por la capacidad de usar grandes cantidades de datos y de si seremos capaces de procesarlos. Si tendremos la capacidad de entregar la información adecuada a las personas adecuadas en el momento adecuado y con la calidad adecuada”.
Todo lo mencionado lleva a los militares de todo el mundo a plantearse cómo hacer frente a los nuevos desafíos. El Ejército checo está reelaborando lo que denomina Concepto para la Reconstrucción de las Fuerzas Armadas, debe definir y la planificar la compra de sistemas de armas, tanques y aviones que servirán para, por ejemplo, los próximos 40 años. Una de las opciones más llamativas es la adquisición de aeronaves F-35, según confirmó Řehka.
“En caso de que compremos aviones de quinta generación (F-35), estaríamos frente a un cambio total de las reglas de juego. No es solo un sensor en el campo de batalla, no es solo un avión, un bombardero, un caza, es un centro de análisis de datos y de dirección. La facilidad de generar una gran cantidad de datos aumentaría en gran medida el poder de acción de nuestras Fuerzas Armadas”.
La eventual adquisición de aviones F-35 cambiaría muchas cosas en el Ejército checo. Según insistió Řehka, los beneficios son enormes, pero el debate irá más allá de si disponemos de un número suficiente de pilotos. Tendremos que crear infraestructuras para una cantidad elevada de informáticos, establecer centros de datos, gestión de datos y disponer de nubes de almacenamiento de datos con facilidad de acceso desde el campo de batalla. El militar considera que están preparando una visión de la guerra futura, en la que se necesitan habilidades, tecnologías que están ligadas a todas las áreas del desarrollo científico-técnico.