El Gobierno checo ultima negociaciones sobre la compra de aviones F-35, mientras la oposición pide cuentas
El Gobierno checo adelantó que en octubre dará a conocer su plan definitivo sobre la modernización de la Fuerza Aérea. Mientras Defensa apuesta por la compra de aviones F-35, la oposición sugiere una versión más barata.
A raíz de la guerra en Ucrania, la modernización de las Fuerzas Armadas checas se ha convertido en una de las prioridades del Gobierno del primer ministro Petr Fiala. Ya el gobierno anterior había dado pasos en esta dirección, pero la tensa situación internacional exige la toma de decisiones inmediatas.
El Ministerio de Defensa está ultimando las negociaciones sobre la compra de 24 aviones estadounidenses F-35 de quinta generación. La compra se realizará de gobierno a gobierno, como es habitual en estos casos, indican fuentes del oficialismo.
Desde el opositor partido ANO, del exprimer ministro Andrej Babiš, se levantan voces contrarias que aseguran que el Gobierno no ha dado a conocer el precio final de la adquisición. La oposición considera que los Grippen, actualmente empleados por la Fuerza Aérea, serían más baratos, al tiempo que temen que Chequia no aprovecharía el potencial de los F-35.
El vicepresidente de la Comisión Parlamentaria de Defensa, Jan Hofmann, del gubernamental Partido Cívico Democrático, aseguró que el precio de los aviones F-35 sería de unos 5000 millones de euros, que se amortizarían en un periodo de diez años. La oposición estima que la suma será muchísimo mayor si se toman en cuenta los costes operativos y pide cuentas claras al Gobierno.
Para el Ministerio de Defensa y el Ejército, las aeronaves F-35 son la mejor opción para la Fuerza Aérea, según dijo en su momento el jefe del Estado Mayor, general Karel Řehka.
“En caso de que compremos aeronaves (F-35) de la quinta generación, cambiaríamos por completo las reglas del juego. Es algo más que un avión, un caza, un bombardero, se trata de un centro de análisis de datos y es también un centro de dirección. Aumentará en gran medida nuestra capacidad de combate como Fuerza Aérea y Ejército”.
El general añadió, que la compra de aviones de quinta generación es mucho más ventajosa, porque las naves prestarán servicio durante unos 40 años, mientras que, en el caso de adquirir un avión de menor generación, obligaría al Ejército a modernizar la Fuerza Aérea nuevamente en 15 o 20 años.
Según Řehka, el precio es aceptable en relación con lo que el ejército recibirá a cambio. “Estamos adquiriendo capacidades significativamente mayores que las que tendríamos con un avión de cuarta generación”, insistió el general.
Por su parte, el comandante de la Fuerza Aérea, Petr Čepelka, fue contundente al decir que los F-35 representan la plataforma óptima que permitirá proteger al máximo el espacio aéreo nacional y a la vez cumplir los compromisos con los aliados. Se estima que en 2030 más de 600 aviones F-35 operarán en territorio europeo como un elemento importante de disuasión contra los adversarios.