El 38 aniversario de la "Primavera de Praga"
El 21 de agosto de 1968 es una de las fechas más tristes de la historia checa. Las tropas del extinto Tratado de Varsovia invadieron Checoslovaquia. Las esperanzas que los ciudadanos checos depositaron entonces en el proceso democratizador se vieron asfixiadas durante veinte años más.
La intentona checoslovaca amenazaba con dar un mal ejemplo a otros países satélite de la Unión Soviética. Para impedirlo, la nomenclatura soviética ordenó la operación "Danubio" que debía suprimir cualquier resistencia de los ciudadanos checoslovacos. Se trató de la mayor operación militar en este territorio después de la Segunda Guerra Mundial.
El ejército checoslovaco no actuó, pero la resistencia no armada la protagonizaron los ciudadanos. Durante el acto de la conmemoracion a las víctimas de la "Primavera de Praga" el alcalde mayor de Praga, Pavel Bém, destacó en las inmediaciones de la Radiodifusión Checa el papel de los ciudadanos.
"La resistencia activa y unida de la población checoslovaca no impidió la invasión militar, ni siquiera paró los tanques ni tampoco los aviones, pero no se debe olvidar que hizo fracasar las pretensiones de los comunistas ortodoxos, y para siempre acabó con los sueños de que el comunismo se puede reformar".
En los primeros dias después de la invasión perecieron 72 checoslovacos y 267 fueron heridos de gravedad. Otras centenares de miles fueron forzados a abandonar el país.La resistencia más tenaz se opuso a las tropas invasoras en las cercanías del edificio de la Radiodifusion Checoslovaca, hoy Radiodifusión Checa, en la avenida Vinohradská en Praga. El director general de la Radiodifusión Checa, Václav Kasík, recordó en este acto conmemorativo el valor de los defensores.
"Hay que recordar a todos los que ofrendaron sus vidas frente al edificio de la Radiodifusión Checoslovaca y en otros lugares del país. Pero se debe recordar también a los que no pagaron con su vida la resistencia, sin embargo, arriesgaron todo al realizar las transmisiones radiofónicas conociendo el riesgo".
La superioridad militar de las tropas invasoras acabó con la resistencia que no duró mucho. En todo el territorio fueron instaladas las guarniciones soviéticas. Checoslovaquia tuvo que esperar veinte años para conseguir la democracia.