Ecologistas se resisten a la tala de árboles en Šumava

Foto: ČTK

La Policía ha vuelto a actuar este martes contra los ecologistas que en la localidad de Ptačí Potok, en los bosques de Šumava, impiden que se tale una gran extensión de árboles afectados por el escarabajo de la corteza. Según los activistas la tala responde a intereses económicos, no ecológicos.

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La Policía antidisturbios detuvo a 27 ecologistas este lunes que querían evitar que los taladores accedieran al área que tienen que dejar sin árboles por decisión de la administración del Parque Nacional de Šumava. La intervención policial ha servido de reclamo para que este martes al lugar acudiera el doble de activistas.

En cuestión está el futuro de tres mil árboles, afectados por el escarabajo de la corteza. La tala está aprobada por el Ministerio de Medio Ambiente, pero los ecologistas creen que el impacto ambiental será mucho peor en caso de acabar con esa extensión de bosques que dejando a la naturaleza regenerarse por si misma. Para los ecologistas, hay intereses económicos ocultos para llevar a cabo la tala de árboles.

Mojmir Vlasin y Jan Stráský,  foto: ČTK
El Tribunal Provincial de Klatovy había prohibido como medida cautelar cualquier actividad en la zona a la ONG Movimiento Arco Iris. El portavoz del campamento que impide la tala, Mojmír Vlašín, dice que esa resolución no afecta a los allí concentrados.

“La mayoría de los que han venido aquí a impedir la tala no tienen nada que ver con Movimiento Arco Iris. Lo único que quieren es rechazar lo que aquí está pasando, que es ilegal. Las decisiones judiciales que han sido tomadas hasta ahora no limitan la actividad ciudadana contra una tala ilegal”.

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La tala es ilegal según los ecologistas porque se requieren permisos especiales para cada especie de árbol que se quiere cortar, mientras que la administración del parque solo cuenta de momento con la de solo algunas de ellas.

El hecho de que los ayuntamientos de la zona apoyen la tala, no hace sino confirmar, según Mojmír Vlašín, que la intención no es solo acabar con los escarabajos de la corteza. “Ellos conciben Šumava como un parque de atracciones para turistas y no se plantean que haya que dejar aunque solo sea un tercio de la zona en donde la naturaleza se desarrolle por si sola”, sentencia el ecologista.