Construyen en Chequia un simulador de viajes espaciales

Proyecto Hydronaut, foto: archivo de la Radiodifusión Checa

El Centro de Investigación Espacial de la República Checa se halla ultimando el proyecto Hydronaut, un módulo de simulación de viajes espaciales similar al construido por la NASA y por el que ya se han interesado Alemania y China.

Proyecto Hydronaut,  foto: archivo de la Radiodifusión Checa
Un viaje espacial, por ejemplo a Marte, no es solo un desafío tecnológico, sino también un reto para la psicología. ¿Cómo pueden reaccionar los astronautas a la pesadilla de verse durante meses aislados en un entorno claustrofóbico? Ahora el proyecto Hydronaut, desarrollado por el Centro de Investigación Espacial de la República Checa, contribuirá a resolver esta y otras cuestiones.

Se trata de un módulo de solo 20 metros cúbicos de espacio vital que permanecerá sumergido a 30 metros de profundidad durante varias semanas en el embalse de Slapy, cerca de Praga. Los hidronautas sentirán así el aislamiento y la imposibilidad de escape que experimentarían durante una misión real en el espacio exterior. El experimento servirá para estudiar los efectos del estrés y la claustrofobia en el cuerpo humano y también para probar algunas técnicas de cultivo de vegetales en entornos cerrados.

La tripulación, compuesta por tres personas, se sumergirá en otoño. De momento ya han pasado las pruebas médicas, aunque aún les espera una pequeña simulación, como explica uno de los hidronautas, František Harant.

Proyecto Hydronaut,  foto: Vilém Faltýnek
“Vamos a pasar una semana fuera del agua y simular la misión para acostumbrarnos a estar juntos”.

El diseño del módulo permitirá a los hidronautas salir al exterior en trajes de vacío y simular así la reparación de averías externas, como podría suceder en un viaje espacial.

La construcción del habitáculo sumergible y la finalización del proyecto ha sido posible en gran parte gracias a donaciones de particulares. La República Checa contará así con un simulador de características solo homologables al utilizado por la NASA, lo que ha despertado el interés de China, Alemania y la Agencia Espacial Europea.