Con la llegada de la primavera retornan los mercadillos agrícolas
Con el inicio oficial de la primavera este mes de marzo, en las ciudades y pueblos de la República Checa reaparecen los mercadillos agrícolas. Esta forma de venta de frutas, verduras, miel y otros productos alimentarios caseros por parte de pequeños y medianos productores se ha puesto muy de moda en el país en los últimos años.
Según afirma Stanislav Hecht, propietario de una finca agrícola situada en las proximidades de Praga, esto se debe a que la fruta y la verdura que se cosecha y se vende exclusivamente tras madurar por completo tiene un sabor diferente y mucho mejor.
”Cuando una persona prueba por ejemplo un tomate que fue cultivado en condiciones adecuadas, ha crecido bajo los rayos del sol y se cosecha al madurar, ya no quiere comer los tomates sin sabor que se venden en los supermercados. Prefiere esperar la llegada de la temporada de los tomates en el campo local”.
Sin embargo, también en los mercadillos podemos encontrarnos con vendedores deshonestos que afirman que tienen ajo checo de alta calidad, pero realmente venden uno de proveniencia china que no tiene las mismas cualidades. Los especialistas sostienen que en este aspecto resulta mejor comprar en los supermercados e hipermercados, donde las normas de venta de los alimentos son mucho más estrictas.No obstante, si se vendieran en ellos productos agrícolas sólo de origen nacional, la oferta sería mínima, admite Jaroslav Zeman, presidente de la Unión de Cultivadores de Verdura de Bohemia y Moravia.
“La verdura que suministran actualmente los agricultores checos al mercado nacional cubre sólo alrededor del 30% de la demanda, lo que es muy poco”.
Así, la mayor parte de las frutas y verduras que se venden en Chequia proviene del extranjero. Además de papas checas se venden otras de Alemania y Holanda, peras de Bélgica y rábano de Italia. De un total de más de 50 tipos de verduras a la venta en un supermercado, sólo entre tres y seis suelen ser de proveniencia nacional, como por ejemplo la zanahoria y la col.
Desde la entrada del país en la Unión Europea, en 2004, se fue reduciendo paulatinamente el cultivo de frutas y hortalizas en la República Checa. Actualmente este tipo de productos alimentarios se cultiva sólo en unas 50.000 hectáreas, lo que representa poco más del 1% de toda la tierra agrícola del país.Ayudar a cambiar la situación supondría convencer a los consumidores a que exijan la presencia de una mayor cantidad de productos agrícolas nacionales en la oferta de los supermercados. Así fue por ejemplo en el caso del ajo checo, que actualmente se vende en la mayoría de las tiendas y supermercados, lo que a la vez llevó a la reducción de su precio en los mercadillos agrícolas.