Compras en la República Checa: alcohol barato, ropa cara

Los precios de consumo en la República Checa se sitúan muy por debajo de la media de la Unión Europea. A pesar de ello, hasta un 30 por ciento de los checos suele realizar sus compras en el extranjero.

Los precios de consumo en la República Checa se sitúan muy por debajo de la media de la Unión Europea. A pesar de ello, hasta un 30 por ciento de los checos suele realizar sus compras en el extranjero.

La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) ha comparado los niveles de precios de 2008 de los 27 miembros de la UE. Según el estudio, la República Checa está entre los países más baratos para hacer compras, ya que el precio de los productos de canasta básica en el país es un 30 por ciento más bajo que la media europea.

Los servicios de hoteles y restaurantes, los productos alimenticios y las bebidas alcohólicas se venden en la República Checa a un precio bastante reducido en comparación con el resto de Europa.

Por otro lado, los productos electrónicos y sobre todo la ropa siguen siendo demasiado caros, según afirma el economista, Petr Sklenář.

“En el mercado checo de ropa pasa con frecuencia que las marcas de clase media se hacen pasar por lujosas y eso se refleja, naturalmente, en el precio de sus productos. Esta estrategia funciona hasta que una nueva marca irrumpa en el país y la lucha por el cliente obligue a ambas compañías a reducir sus precios”, señala Sklenář.

Según Eurostat, el precio de la ropa en la República Checa es un 13 por ciento más alto que la media europea. No es de extrañar, entonces, que hasta un 30 por ciento de los checos la adquiere en el extranjero, ya sea viajando a los países vecinos o realizando compras por Internet, recalca Petr Sklenář.

“Gran parte de los checos hace sus compras en la vecina Alemania. Muchos compran productos de Estados Unidos por Internet. Y hay quienes viajan con regularidad a Londres y París para alcanzar su marca preferida en rebaja”, sostiene el economista.

De acuerdo con el estudio de Eurostat, el país más caro de la UE en 2008 fue Dinamarca. Los precios de consumo en este país superaron en un 40 por ciento la media europea. Por su parte, Bulgaria y Rumania resultaron los países más baratos de los Veintisiete.