Claudio Ordaz, el director de orquesta que abre fronteras gracias a la música
Claudio Ordaz es un músico mexicano que ha fundado su propia orquesta en Finlandia. El joven director, se mudó a Europa hace más de una década para ampliar sus estudios en el continente donde se originó la música clásica. Radio Praga ha estado conversando con el músico sobre su paso por la República Checa y su actual labor al frente de la Camerata de Savonlinna.
Su afición por la música clásica le viene desde muy pequeño, cuando a los cincos años comenzó a tocar el violín. No era de extrañar, ya que Ordaz es la cuarta generación de músicos de su familia paterna. Su padre, Moisés Ordaz, fundó en 1960 la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Chihuahua, su estado natal, lugar en el que es considerado uno de los pioneros de la música clásica.
La formación profesional del músico mexicano es extensa y variada. Se licenció en Música e Interpretación de Violín en la Universidad de Texas, en Estados Unidos. Posteriormente viajó a Europa para la realización de sus estudios de posgrado en el Conservatorio de Música de Praga, donde vivió grandes experiencias, según nos cuenta Claudio.
“Al terminar mis estudios en la Universidad de Texas quería ampliar mi conocimiento, quería seguir estudiando y tenía muchos deseos de conocer Europa porque sólo la conocía a través de libros y la música clásica nació en Europa. Así que, a través de un amigo, me recomendaron ir al Conservatorio de Praga. Fui a hacer mis exámenes de admisión, fui aceptado y viví cinco años maravillosos en la ciudad de Praga”.
En el Conservatorio de Praga, tuvo la oportunidad de recibir clases de la prestigiosa compositora y directora de orquesta checa Miriam Němcová. La conocida profesora complementa sus labores de docencia con la dirección esporádica de la Orquesta Sinfónica de Praga y de la coral Vox Pragae aún en la actualidad.Durante los cinco años que pasó en la capital checa, Ordaz comenzó a trabajar, dirigir y tocar con diferentes orquestas. De su estancia en la ciudad destaca la intensa inspiración que aquí vivió y que aún recuerda, gracias a la riqueza cultural de Praga, que favorece a la creación artística.
“Aún recuerdo esos años y la piel se me eriza de tanta inspiración, tanta riqueza cultural, tanta intensidad en todos los sentidos. La arquitectura bellísima, el calor de la gente y, por supuesto, con mis estudios estuve muy inspirado”, describía.
Tras finalizar sus estudios en la República Checa, viajó a Estonia para continuar formándose bajo el mando del ya fallecido director de orquesta Eri Klas. La renombrada Academia de Música y Teatro de Estonia fue su casa durante otro quinquenio donde desarrolló su doctorado sobre la práctica de representaciones a finales del siglo XIX.
A lo largo de toda su trayectoria, Ordaz ha dirigido un innumerable número de orquestas y ha trabajado con artistas de renombre internacional como Kurt Masur, Neville Marriner o el checo Zdeněk Mácal. Entre las agrupaciones de las que ha sido director se encuentran la Orquesta de Cámara de Praga, la Orquesta Sinfónica de Chihuahua o la Orquesta Sinfónica de Durango. Además, ha colaborado en labores pedagógicas en instituciones como la Ópera de Moscú o la Ópera Nacional de Estonia.
El nacimiento de la Camerata de Savonlinna
En Tallin, el director conoció a su mujer gracias a la música, ya que ella es clavecinista y pianista. Fue su esposa la que motivó su mudanza a la ciudad finlandesa de Savonlinna al recibir una oferta laboral por parte de la Academia de Música. La escasez de espectáculos musicales y la amplia demanda del público finlandés motivaron a Claudio a fundar su propia orquesta.“Decidimos mudarnos a Finlandia y al llegar a la ciudad de Savonlinna, no había una orquesta profesional. El público es muy ávido de la música porque durante el verano tenemos un festival de ópera magnífico, un festival muy conocido, pero después del verano se termina la oferta musical para el público. Esto fue lo que me motivó para fundar mi orquesta”, explicaba a Radio Praga.
Una vez tomada la decisión de establecer una orquesta en la ciudad, Ordaz comenzó a mantener contactos con músicos finlandeses y la Camerata de Savonlinna cobró vida en poco tiempo.
Además de artistas locales, la agrupación que dirige el mexicano recibe gente de otros países como Rusia, Holanda o Eslovaquia, así como intérpretes invitados de todo el mundo en algunos de sus conciertos. En la actualidad, la orquesta está compuesta por más de una treintena de músicos, habiendo aumentado su número con relativa facilidad en un periodo corto de tiempo, según nos comentaba Claudio.
“Actualmente tenemos 34 miembros. Hemos podido agrandar la orquesta relativamente rápido, a pesar de que siempre se presentan algunas dificultades para todos los grupos que empiezan. Pero hemos crecido rápido y tenemos empresas que apoyan nuestra labor”.
La Camerata de Savonlinna recoge la esencia de su director, incorporando a su repertorio las influencias latinas y europeas que le han proporcionado sus años de formación y experiencia en la dirección de orquestas. Para el músico, la amplia variedad de estilos musicales y épocas de las que datan las obras que tocan les confieren una característica especial.“Con nuestra orquesta no quisimos dedicarnos a un solo género, así que nosotros incluimos desde el periodo barroco hasta los compositores de hoy día que aún viven. Así que no tenemos un género específico, sino que nosotros tratamos de abarcar la música en general”, argumentaba.
Uno de los proyectos actuales en los que se encuentra trabajando la orquesta tiene que ver con la celebración de un concierto con motivo del centenario de la independencia finlandesa. Para esta ocasión, Ordaz quiere homenajear a la Finlandia actual, incluyendo en la actuación a compositores jóvenes del panorama nacional.
Una orquesta ampliamente galardonada
Claudio Ordaz es natural del Estado mexicano de Chihuahua y, a pesar de haber dejado su país hace más de una década, su relación con México continúa siendo estrecha. Su origen latinoamericano se puede observar en su manera de dirigir las orquestas. Con la Camerata buscaba hacer algo distinto y romper con los prejuicios sobre los mexicanos, expresaba el director.“Nuestro proyecto rompe con los estereotipos y estigmas del mexicano en el extranjero. Para un servidor es un privilegio poder contribuir de alguna manera y modestamente”.
Por su labor como representante de la cultura de América Latina en el continente europeo, el gobierno de la República Mexicana le otorgó la distinción de Embajador Cultural de México durante dos años consecutivos, en 2009 y 2010. Para el músico, recibir este título es todo un privilegio.
“Es un privilegio poder representar a mi país por medio de la música, además de poder compartirlo con la gente. Un artista sin poder compartir con la gente, sin poder compartir su música y sus experiencias se vuelve muy solitario, no tiene sentido”, nos decía al respecto.
Pero no solo Ordaz ha sido premiado por su labor musical, la Camerata de Savonlinna también ha sido galardonada por la Fundación Cultural Finlandesa en 2015 y ha recibido un premio este mismo año de manos de la Institución de Cultura y Educación Finlandesa.
Con su corta edad, la orquesta dirigida por el mexicano es una de las más prestigiosas en el país nórdico. Los músicos y críticos artísticos destacan su alta calidad y la capacidad que tiene de conectar con el público, algo que engancha a sus espectadores.