Ciencia

Karlín durante las inundaciones

"Un hongo inteligente ayuda a sanear recintos húmedos", "Empieza la reparación de dos pilares del puente medieval de Carlos", "Logros de la ciencia impiden que los criminales queden impunes"- éstos son los temas de la presente edición de Ciencia y tecnología.

Hongo inteligente ayuda a sanear recintos húmedos

Karlín durante las inundaciones | Foto: Radio Prague International
Dos años después de las devastadoras inundaciones, el distrito praguense de Karlín no ha recuperado del todo su red de tiendas de comestibles. Los especialistas que velan por la higiene, no han dado la autorización para reabrir algunos de los comercios ya que en sus recintos húmedos proliferan los hongos. No es un ambiente idóneo para almacenar y vender los comestibles.

Los hongos son una plaga también en las casas de apartamentos que no se han liberado de la humedad, causada por las inundaciones. Los inquilinos padecen alergias, catarros y anginas.

En su combate a los hongos, los vecinos de Karlín echaron primero mano de los más diversos preparados químicos. Durante cierto período, aunque bastante corto, la química ayudó, pero después los hongos han regresado.

Hace dos años, las inundaciones afectaron en el distrito de Karlín 1100 casas. Sus propietarios han empezado últimamente a utilizar un novedoso método para combatir los hongos. El arma más eficaz es un hongo inteligente, el Pythium oligandrum.

Aplicándose el Pythium oligandrum sobre una pared, empieza a alimentarse de los hongos nocivos que descomponen la madera y la argamasa. El hongo inteligente es miscroscópico. Penetra en la pared y no permite que los hongos nocivos proliferen.

Si no hay más hongos dañinos, el Pythium oligandrum descansa y al cabo de tres años desaparece. Este método de lucha contra los hongos nocivos es un invento checo.

Reparación de dos pilares del puente de Carlos

El punte de Carlos
Este mes empiezan las reparaciones del octavo y del noveno pilar del punte de Carlos, en Praga, uno de los monumentos arquitectónicos más valiosos de la República Checa. Su primera piedra fue colocada por el emperador romanogermano y rey checo, Carlos IV, en julio de 1357.

En el año 2002, las enfurecidas aguas del Vltava abrieron en el fondo del río, al pie de los pilares, hoyos de entre dos y tres metros de profundidad. No hay un peligro de un derrumbe inmediato de los pilares afectados, pero más vale tomar a tiempo las medidas prventivas por si se produce otra inundación de gran envergadura.

Los expertos han coincidido en que la reparación del octavo y del noveno pilar del puente de Carlos, cercanos a la orilla del barrio de Malá Strana, es indispensable para la estática del puente. A diferencia de los demás pilares, el octavo y el noveno no fueron reparados por nuestros antepasados después de la devastadora inundación de 1890.

Este otoño el ayuntamiento de Praga decidirá sobre la reparación general de todo el puente medieval de Carlos. No será fácil tomar esta decisión ya que los especialistas se enzarzan en acalorados debates sobre cómo reparar este antiquísimo monumento.

La ciencia contra el crimen

Gracias a los modernos métodos de la lucha contra el crimen que se deben a los logros de la ciencia, acaban entre rejas los criminales que hace unos diez años no habrían sido descubiertos por la policía. En muchos casos, las pruebas ya no se obtienen en un interrogatorio, sino en un laboratorio. Una de las nuevas ramas que ayuda a los investigadores es la biomecánica forense.

Los criminalistas de Moravia del Norte investigaron recientemente el caso de un niño que se cayó de una ventana. Su madre se defendía alegando tratarse de una mala casualidad. Y quizás la mujer hubiera convencido a la policía de la veracidad de su versión de no existir el nuevo método científico, denominado la biomecánica forense.

Ésta proporcionó pruebas fehacientes de que la madre había asesinado a su hijo. Con ayuda de cálculos basados en las leyes de la Física, los científicos presentaron pruebas irrefutables de que el niño no pudo haber caído solo de la ventana sin que alguien lo hubiera empujado.