Chequia está a favor de la reducción de los gases de efecto invernadero
La República Checa respetará las medidas que sean adoptadas en la actual Cumbre del Clima, y que lleven a reducir la producción de los gases de efecto invernadero. Así lo destacó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, quien junto con otros jefes de Estado y de Gobierno asiste a la conferencia de París.
Los esfuerzos desarrollados hasta el presente para conseguir que se respetaran los tratados sobre la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero, el principal causante de los cambios climáticos, han fracasado. Los mayores contaminadores mundiales no ratificaron los acuerdos respectivos, reunidos en el Protocolo de Kioto.
Sin embargo, la situación actual es distinta y los 150 presidentes y jefes de Gobierno reunidos en París son conscientes de su gran responsabilidad por el futuro de la Tierra. La Cumbre sobre el Clima ofrece una posibilidad única que no debería ser desaprovechada, destacó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka.”Tenemos ahora la mayor posibilidad en la historia de alcanzar un acuerdo, ya que en la cumbre de París se dio cita todo el planeta. La presencia masiva de los presidentes y jefes de Estado va creando una fuerte presión sobre los mayores contaminadores para que de alguna manera se adhieran al previsto acuerdo sobre la reducción de los gases de efecto invernadero. Una gran esperanza la ofrece la postura del presidente estadounidense, Barack Obama, y hay también un marcado cambio en la actitud de China, que se muestra abierta a la necesidad de adoptar compromisos en cuanto a la reducción de estos gases”.
Chequia redujo las emisiones de los gases de efecto invernadero en un 33%
En la conferencia de París, Chequia adopta una postura unánime con los demás países de la Unión Europea. Los Veintiocho proponen reducir hasta 2030 las emisiones de los gases de efecto invernadero en un 40% en comparación con la situación habida en 1990. El primer ministro, Bohuslav Sobotka, recalcó que la República Checa está dispuesta a respetar lo que se acuerde en París y recordó que entre 1990 y 2012, este país redujo las emisiones de los gases de efecto invernadero en un 33%, cumpliendo así sus compromisos internacionales en el tema con anticipación. El objetivo común de todos los países presentes en la Cumbre del Clima es mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C en comparación con la era previa a la industrialización. Según sostuvo Jan Hollan, de la Academia de Ciencias Checa, es un plan ambicioso pero cuya aplicación resulta indispensable.”Los presentes en la conferencia seguramente llegarán a un acuerdo, pero depende si será suficiente. La idea del límite de los 2°C existe desde hace tiempo y en París se debería acordar cómo conseguirlo. Es una tarea complicada, pero a la vez indispensable. Porque los efectos del calentamiento global son muy devastadores y afectaron ya a muchos países. Además, son también una de las causas de la actual ola migratoria a Europa”.
Los estadistas que asisten a la conferencia de París reconocen que el cambio climático es un tema muy candente y rechazan la eventualidad de que las deliberaciones puedan fracasar. Su parte de responsabilidad por el futuro de la Tierra la asumieron las mayores potencias mundiales, Estados Unidos, Rusia y China. No obstante, las opiniones de los diferentes países sobre las formas de lucha contra el cambio climático difieren.Al inaugurar la Cumbre del Clima en París, el presidente de Francia, François Hollande, dijo: “En esta conferencia climática está en juego la paz. La lucha contra el terrorismo y contra el cambio climático, son los dos mayores desafíos globales de la actualidad, a los que nos vemos enfrentados. Cada país debería asumir su parte de responsabilidad”. Ese es el mensaje principal de la conferencia, apuntan los analistas.