Chequia conmovida por la muerte de la reina Isabel II
En la República Checa se recibió con profunda tristeza la noticia sobre el fallecimiento de la reina de Inglaterra, Isabel II, este jueves. Los políticos han destacado que la soberana representó un símbolo de estabilidad en la historia moderna del Reino Unido.
Con el fallecimiento de la reina Isabel II concluye una etapa de la historia universal. Así reaccionaron los políticos de Chequia a la noticia sobre el deceso de la reina Isabel II, a los 96 años de edad este jueves.
El presidente checo Miloš Zeman apreció el legado de Isabel II, y destacó que “su lealtad y abnegada labor en beneficio de la monarquía, así como su admirable humildad y majestuosidad, quedarán para siempre en nuestros corazones”.
Su pésame a la familia de Isabel II, el pueblo británico y a la Mancomunidad de Naciones, la manifestó igualmente el primer ministro checo, Petr Fiala, quien dijo que sentía una profunda tristeza por su muerte.
“Para mi generación, y creo que para todo el mundo, Isabel II fue un símbolo estable de la monarquía británica. Estuvo en el trono durante más de 70 años. Se empeñó por servir con fidelidad al pueblo británico y a la monarquía. Creo que para muchos se convirtió en símbolo del responsable cumplimiento de las tareas, y de que un alto cargo se puede ejercer con elegancia”.
En opinión del ministro de Relaciones Exteriores, Jan Lipavský, “con la desaparición de Isabel II nos abandona el símbolo de la valentía, laboriosidad, lealtad y humanismo”, y la presidenta de la Cámara Baja checa, Markéta Pekarová Adamová, apuntó que todos recordarán a Isabel II como a un ejemplo de lealtad y de subordinación total a las necesidades y la prosperidad de su país.
“Es una enorme pérdida no sólo para Gran Bretaňa, sino para el mundo entero. Con el fallecimiento de la reina de Inglaterra finaliza toda una época. Fue una de las mayores personalidades del siglo XX y también de principios del presente siglo”, apuntó Pekarová Adamová.
A su vez, la ex ministra de Finanzas, Alena Schillerová, lamentó lo ocurrido y señaló que había sido siempre una gran admiradora de Isabel II.
“Siempre fui una gran admiradora de la familia real británica y, en especial, de su majestad, la reina Isabel II. Fue una mujer admirable, una mujer muy fuerte. Y una mujer que abnegadamente dedicó su vida al servicio de su país”.
Isabel II visitó la República Checa en 1996, siendo ese el primer viaje oficial de un monarca británica al territorio de Bohemia y Moravia en la historia milenaria de las relaciones mutuas. Respondió a una invitación del presidente checo, Václav Havel. Durante esa visita, Havel condecoró a Isabel II con la máxima distinción de la República Checa, la Orden del León Blanco.
El antiguo portavoz de Havel, Ladislav Špaček, compartiría más tarde con los periodistas un curioso episodio de esa visita.
“Durante la visita de la reina Isabel II al Castillo de Praga pasamos un momento de mucha tensión. La reina entró en la oficina del presidente Havel y yo quedé como paralizado, en ese momento vi que además del presidente, en la oficina estaba también el perro Ďula de Havel. Era un perro Schnauzer, bastante bravo, que solía atacar a quien se le pusiera por delante. Pero la reina, educada en el amor por los caballos y los perros, fue muy amable con Ďula y éste reconoció enseguida que era una persona muy buena, y no pasó nada”.
En honor a la reina Isabel II, el mirador de la colina Petřín, en Praga, se vistió con los colores de la bandera del Reino Unido durante la noche del jueves.