Chequia busca una transición de tres años para independizarse del petróleo ruso
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que está a favor del embargo del petróleo de Rusia. Chequia respalda la medida, pero necesita tiempo para garantizar el suministro del crudo de otras fuentes.
Desde el estallido de la guerra en Ucrania, la República Checa ha sido uno de los países que ha respaldado la aplicación de sanciones duras contra Rusia. Praga suministra armas, ayuda humanitaria y acoge a refugiados ucranianos en su territorio como parte de un amplio programa contra la agresión rusa en Ucrania.
El primer ministro checo, Petr Fiala, dijo este miércoles que su Gobierno está a favor de poner fin a las importaciones del petróleo de Rusia, pero reconoció que el país necesita un aplazamiento de dos o tres años para conectarse a otros oleoductos y pide solidaridad a los estados de la Unión Europea.
“Para conectarnos a otros oleoductos es indispensable que coordinemos nuestros pasos con Alemania, Austria e Italia. Ha llegado el momento de poner fin al petróleo ruso en Europa, pero para conseguirlo necesitamos la solidaridad de los países de la Unión Europea“.
De acuerdo con Fiala, la República Checa necesita entre dos y tres años para conectarse a otras fuentes, lo que significa que hasta ese momento seguirá dependiendo del petróleo ruso.
La República Checa necesita tiempo, porque de lo contrario no estaría en condiciones de respaldar el nuevo paquete de sanciones contra Rusia propuesto por Bruselas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indicó que el Ejecutivo comunitario propone un veto progresivo que se haría efectivo a finales del año. Para que las sanciones se hagan efectivas deben ser aprobadas por unanimidad, pero hay países como Hungría, Eslovaquia, Chequia y Bulgaria que pedirán exenciones temporales debido a su dependencia del petróleo ruso, un asunto que se negociará en Bruselas.
Una opción que está en juego, según indicó el Ministro de Industria y Comercio checo, Jozef Síkela, es un aumento de la capacidad del oleoducto TAL, que se extiende desde Italia a Alemania, atravesando Austria, pero para ello es necesario el beneplácito de las autoridades de Baviera.
“Ahora tiene una capacidad de alrededor de 38 millones de toneladas por año, técnicamente está listo para un aumento de alrededor de 2,5 millones de toneladas”.
El ministro Sikela dijo que está a la espera del permiso de las autoridades bávaras, ya que en marzo solicitó al ministro de Economía alemán, Robert Habeck, que acelerara los trámites.
Para reemplazar el petróleo del oleoducto ruso Druzhba, la República Checa necesita aumentar aún más la capacidad del oleoducto TAL. Los checos estiman que eso tomará alrededor de dos años, porque es necesario agregar bombas adicionales que requieren de una gran inversión. Del total del petróleo que importa la República Checa, el 50% es de Rusia, mientras que la dependencia de gas natural es absoluta.