Cestas de fruta exótica de la mano de una sevillana
La sociedad de la información ha hecho que Internet abarque lo impensable hace años. Comunicarte con cualquier parte del mundo al instante, reservar unas vacaciones, hacer gestiones bancarias y, ¿por qué no?, ahora también podemos hacer la compra. Frutapura es una empresa checa virtual que se ha subido al carro del comercio online. Y ahí trabaja una española, Patricia Carmona.
La sevillana Patricia Carmona lleva algo más de dos meses en la República Checa y trabaja para Frutapura una tienda virtual de frutas y verduras. El comercio electrónico se dice que es la transformación de la antigua venta por catálogo pero al margen de este último, cuenta con ventajas añadidas que Patricia resume así.
“Primero porque el negocio electrónico hoy en día yo creo que es el futuro del negocio, porque siempre se dice que business are business pero además si se puede ahorrar haciendo el negocio pues muchísimo mejor. Entonces primero por el ahorro en costes. También el tiempo que pierdes. Tú desde tu casa evitas todo tipo de desplazamientos hacia la tienda y es un tiempo que estás ganando, es un tiempo que no estás perdiendo. Y aparte la información. Estamos en la sociedad de la información y lo que nos proporciona el negocio electrónico es información 24/7 totalmente actualizada. Entonces el cliente puede ver toda la oferta que hay en el mercado, con el precio actual y además si el producto está fuera de temporada, si está disponible esta semana, si no está”.
Frutapura vende a través de Internet hortalizas, frutas, zumos y productos orgánicos. Empezó siendo un pequeño proyecto en el que los contactos se hacían a través de e-mail o de conocidos. Pero gracias a la buena acogida que tuvo y los futuros clientes potenciales, la empresa aumentó la variedad de productos esta primavera y lanzó su tienda virtual. El comer sano y natural han sido las principales razones del éxito de Frutapura. Tanto es así que ahora hacen también cestas de fruta por encargo, explica Patricia.“Es una cosa que está muy a la moda por eso de la moda del go green, de la vida saludable, de un estilo de vida mucho más sano, más atlético pues un montón de empresas encargan cestas de frutas, cestas de frutas exóticas, por ejemplo con una piña, papayas, mango... Y la verdad que eso se vende bastante bien, sobre todo oficinas. También por ejemplo para nacimientos, entre los compañeros de trabajo pues encargan una cesta con frutas exóticas y unas cuantas hortalizas. Ahora para Halloween hemos tenido unos cuantos pedidos. Nos los pedían mucho como frutas para decorar porque además en Halloween está la tradición de decorar las casas con frutas y con verduras y eso pues se ha vendido muy bien. Y ahora estamos preparando una cesta así parecida para Thanksgiving”.
Las frutas exóticas han tenido mucho que ver también en el auge de la empresa, ya que se pueden comprar litchis, tamarillos o nashis que muchas veces son difíciles de encontrar en tiendas físicas. A Patricia, licenciada en administración de empresas y derecho, le encanta su trabajo.
“La experiencia está siendo totalmente enriquecedora, más de lo que yo pensaba. Aparte al haberme dado la posibilidad de trabajar con temas relacionados con el negocio electrónico pues yo estoy encantada porque es un área en la que yo he intentado especializarme a lo largo de la carrera, entonces la oportunidad ha sido fantástica”.Aunque ha venido con billete de ida y vuelta, Patricia procura aprovechar el tiempo al máximo. Cuenta que echa de menos varias cosas de España pero que también está segura de que cuando regrese a su ciudad va a echar de menos Praga.
“Pues lo que más echo de menos, aparte de mi gente, que nosotros los del sur, pues la gente, la gente..., aparte de la gente, el clima. El clima de España, sobre todo de Sevilla, no tiene nada que ver con esto y eso se nota muchísimo en el carácter y en el ánimo. Y lo que estoy segura que voy a echar de menos va a ser toda la convivencia con los Leonardo y los viajes que nos pegamos y la ciudad porque es que estoy encantada con la ciudad. Me siento como si estuviera viviendo en un cuento de hadas cuando voy paseando por las calles y vas mirando cada tejado, cada casa, cada esquina y te crees como una princesita porque la ciudad es como si se hubiera quedado parada en el tiempo un montón de años atrás”.
Una ciudad parada en el tiempo pero con un reloj que no deja de correr y que algunos, muchas veces, si quisieran parar.
Más información: www.frutapura.cz