Autostop, una alternativa para moverse
Para trasladarnos a cualquier parte, de viaje o de vuelta del trabajo, nos compramos un billete de avión, tren o autobús si no disponemos de vehículo propio. Eso es lo que ocurre normalmente. Pero algunas personas encuentran en el autostop una alternativa para moverse. En "A Toda Marcha" hemos conversado con varios estudiantes checos sobre esta práctica.
Michal, de 24 años, hace autostop de vez en cuando, aunque afirma que ya no tanto como cuando era más joven. Cuando estudiaba en el instituto volvía a casa en autostop porque no tenía dinero. Ahora lo hace para recorrer distancias más largas.
"Al principio era sobre todo por un ahorro grande de dinero. Ahora, por una parte, ahorro dinero, y por otra parte si voy a algún sitio, pues no voy con demasiada prisa, entonces todo ese tiempo no es tan importante para mí, ya que por lo menos conozco a gente interesante. El viaje es más interesante si estás sentado diez horas y charlas, porque suelen conversar contigo."
De momento es la ciudad de Basilea, en Suiza, el lugar más lejano al que ha llegado Michal en autostop. En 12 horas logró ir de Basilea a Praga, y ahora con un amigo tiene planes de ir a dedo a Marruecos. Por su parte Jakub, de 22 años, prefiere la comodidad y cierta seguridad al viajar pagando un billete, porque no le parece tan caro, aunque reconoce que alguna que otra vez ha echado mano del autostop cuando ya no tenía más remedio.
"En general eran distancias cortas, cuando no circulaba ningún transporte público local o cuando perdía alguna conexión, entonces lo aprovechaba para no ir a pie, por ejemplo cuando iba a visitar a alguien de la ciudad o el pueblo de al lado."
"Si soy el conductor, me puede ocurrir que esa persona me asalte o me dañe el vehículo, lo cual he oído que ya ha ocurrido, aunque yo no he tenido esa experiencia, y si soy yo el que hace autostop, para mí como persona es algo indigno, porque no quiero mendigar. Prefiero pagar el viaje que estar esperando a que alguien se compadezca de mí y me lleve en su coche."
La opinión mayoritaria es que hacer autostop conlleva ciertos riesgos. Michal opina que, aunque sea más barato y divertido que viajar de la manera habitual, resulta algo peligroso, porque uno no sabe con quién se sube al coche, o si el conductor se maneja bien al volante o no.
"Por ejemplo, un amigo me contó que le recogió en la carretera un hombre que se durmió al volante. Ya estaban a punto de chocarse con otro coche, cuando mi amigo reaccionó a tiempo, dio un volantazo y golpeó al conductor para despertarlo. Se bajó del coche en la siguiente ciudad. Desde ese momento ya no va en autostop, pero yo opino que también puede dormirse al volante un conductor de autobús."
"En general cuando hacen autostop las chicas, eligen mucho. Si ven a un hombre raro en un coche raro, dicen que no gracias y esperan a otro diferente. Y cuando alguien va de servicio en un coche y le parece bien que suba un autoestopista para que charle con él durante un viaje largo, creo que no supone ningún problema. Sé que a una amiga mía, cuando hizo autostop, un chico se le insinuó, ella se burló de él y entonces la hizo bajar del coche."
¿Crees que el autostop es algo así como una filosofía de vida, Michal?
"Más que una forma de vida, es parte de la vida. Se dice que no importa la meta, sino la manera de llegar a ella. Por supuesto si, por ejemplo, vas a algún sitio lejano, puedes tener el billete de avión, estás ahí en 10 horas, pero cuando vas por tierra, puedes experimentar muchas más cosas, así que no sé si eso es una forma de vida o una filosofía de vida, pero seguro que es una manera de viajar y una filosofía de viaje para determinadas personas."
En "A Toda Marcha" hemos conversado con Michal, Jakub y Petr sobre los riesgos y ventajas de hacer autostop. ¿Y ustedes, amigos, qué opinan del tema?
