Arqueólogos buscan los restos de Zdena Mašínová, víctima del comunismo

Zdena Mašínová, foto: public domain

Los arqueólogos están buscando en una fosa común los restos de Zdena Mašínová, esposa de Josef Mašin, que formó parte de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial.

El cementerio de Ďáblice,  foto: Mojmír Churavy,  CC BY-SA 4.0

La familia Mašin dejó una profunda huella en la historia de Chequia del siglo XX. La madre, Zdena Mašínová, fue detenida por el régimen comunista y tras ser tratada de manera inhumana, murió en una cárcel en el año 1956. Sus restos fueron arrojados a una fosa común en el cementerio de Ďáblice, en el norte de Praga.

El marido de Zdena Mašínová fue el héroe de guerra Josef Mašín, que pertenecía al ejército checoslovaco y que fue ejecutado por ser parte de la resistencia contra los nazis. En el cementerio de Ďáblice podemos encontrar una lápida con su nombre, sin embargo, aún no se ha descubierto dónde están los restos reales.

La hija de Mašínová, que comparte su mismo nombre, cuenta para la Radio Checa que puede tener una idea de dónde se encuentran los restos.

“Lo he sabido casi desde su muerte. Encontré por casualidad el cementerio de Ďáblice y una persona anónima me enseñó el lugar”.

No existen registros de dónde terminaron los restos de Mašínová. Para buscarlos, los arqueólogos siguen como referencia una declaración hecha por los sepultureros en 1968. Jan Havrda, del Instituto de Monumentos Nacionales, participa en la exhumación.

“En la declaración, los sepultureros describen cómo la gente era enterrada en cualquier parte del cementerio en las llamadas fosas comunes. Afirman que puede haber entre 70 y 72 fosas”.

La hija de Mašínová,  Zdena Mašínová,  foto: Ben Skála,  Wikimedia CC BY-SA 3.0

La hija de Mašínová, que ahora tiene 86 años, lleva buscando los restos de su madre desde la década de los 90. Ahora, los investigadores creen que pueden estar en la parte superior de la fosa número 52. Havrda afirma que aún no se sabe con certeza el lugar exacto pero que se espera que tras desenterrar el área que tienen pensada, de unos dos metros y medio de largo y dos y medio de ancho, el contorno de la fosa quedará visible.

Para demostrar que los restos pertenecen a Zdena Mašínová, se realizarán pruebas de ADN. Sin embargo, los resultados de la investigación no se conocerán hasta el año que viene.

El historiador Petr Blažek cuenta para la Radio Checa que esta exhumación no es la primera que tiene lugar, sino que ya durante el comunismo hubo al menos dos más. La primera fue en 1951 y la segunda en 1963, con el objetivo de encontrar los restos del comandante Osvald Závodský del StB ―seguridad del estado checoslovaco―. El historiador se lamenta de que no todos corren la misma suerte que el comandante que finalmente sí tuvo un entierro digno, sino que hay muchas víctimas del régimen comunista, como es el caso de Mašínová, que aún no han tenido ese derecho.

En cuanto a la historia de la familia Mašín, aparte de ser conocida por la participación del padre en la guerra, lo es también por la resistencia anticomunista que organizaron sus hijos Ctirad y Josef. Una de sus acciones más famosas fue el asalto a una comisaría con el objetivo de robar armas y que terminó con la muerte de uno de los policías. Después de años de lucha, los dos hermanos huyeron del país logrando llegar a Estados Unidos sin ser detenidos.

Autor: Andrea Romero
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