Ángel Muñoz: “Nunca sabes qué sensación te va a dar el flamenco”

Ángel Muñoz, foto: Dominika Bernáthová

El bailaor flamenco español Ángel Muñoz presentó recientemente en Praga su espectáculo 'Ángel, del Blanco a Negro', inspirado en el simbolismo de los diferentes significados de su propio nombre. Radio Praga charló con el artista sobre su pasión hacia el flamenco.

Ángel Muñoz,  foto: Dominika Bernáthová
La pasión, la emoción y la tensión propias de la danza andaluza tomaron el escenario del teatro praguense ABC, invitando al público a emprender un dramático viaje en busca del simbolismo del guardian de los cielos según explica el artista.

“Se va refIriendo a todos los significados que tiene el nombre de ángel como tal. El ángel caído, el ángel de la guarda, el gracioso, el estresante.... Se trató de buscar todos estos símbolos, que tiene la Real Academia, y llevarlos a la escena”.

“El espectáculo debe de ser cada día diferente”

Los típicos palos de flamenco como el martinete, la corrida gitana, el jaleo, el fandango, el taranto y la alegría son los protagonistas del montaje, pero en esta ocasión exhibidas bajo unas luces diferentes.

“Cada uno tiene su sentido, evidentemente en cada uno intento expresarlo de manera diferente a como yo veo que es el baile y el sentido que le estamos dando dentro del nombre de ángel. Y continuamente es un juego con los músicos. El espectáculo se hizo para que cada día fuera diferente. Dentro de una estructura que está hecha pero cada uno de los músicos tiene total libertad en cualquier momento. Si a alguien le apetece salir a cantar y hacer otra cosa. Cada uno es libre. Yo también me dejo llevar por lo que ellos me cantan o me tocan la guitarra, o el cajón, el sazón, la harmónica. Prefiero que cada día sea un día diferente en los que yo saque mis sentimiento y me deje llevar”.

Desde los años setenta, cuando en España se pusieron en marcha importantes cambios sociales y políticos, el flamenco también experimentó una nueva faceta, basada en la fusión con otros bailes y diferentes expresiones musicales. Pese a estas tendencias innovativas, Ángel Muñoz permanece fiel al flamenco tradicional, según sostiene.

“Estoy a favor del flamenco tradicional y del estudio del flamenco siempre que no se desvirtúe. Fusionar es muy difícil. Para fusionar una cosa tienes que conocer bien sus raíces. Yo puedo adaptar el flamenco a otras músicas, pero no puedo fusionarlas porque no conozco esta música desde sus raíces como conozco el flamenco. Diría que es adaptar el flamenco a esta música, intentar derroparlo, pero que siga siendo el flamenco”.

Las diferentes sensaciones del flamenco

El legado del flamenco traspasó las fronteras de su cuna andaluZa apasionando a la gente en todo el mundo. El artista sustenta que la responsable por su popularidad es precisamente la pasión con la que está impregnada la danza en todo momento.

“Es muy pasional, de corazón y creo que despierta en cada uno en cada momento algo diferente. El flamenco lo que tiene es que no sabes qué sensación te va a dar, qué vas a ver en el escenario. Muchas veces hay gente que cuando se está bailando se siente como si estuviera allí también. Si es una danza alegre, te alegra también cuando estás en butaca, te anima. Es lo que se lleva en cada uno cuando va a un espectáculo de flamenco, las diferentes sensaciones y te da la vida. Es lo que llama al público”.

Su pasión por el baile la descubrió a los seis años de edad, admirando a las leyendas como Antonio El Bailarín, Farruquito y Manolete, a cuyos espectáculos asistía con su familia.

“Siempre iban a los festivales, entonces estar con ellos de chiquitito y vivirlo me ha gustado. Es lo que le me pasa a mi hija también. Cada vez que escucha flamenco se pone a bailar lo que me pasaba a mí también. Empecé a bailar, me apuntaron a un curso y me me fue gustando más y más”.

”Espero nunca dejar de disfrutar del baile”

El triunfo en el concurso nacional del Arte Flamenco de Córdoba de 1994 fue el mayor impulso que le motivó definitivamente para dedicar su carrera a esta danza. La motivación para seguir actualmente procede de su alrededor y sobre todo del disfrute que la danza le confiere, según afirma.

“Realmente es de ver a otros compañeros, que hacen cosas que a mí me gustan, esto también me motiva muchísimo. Está bien que sigan luchando por esto. Mi motivación real es seguir disfrutando de lo que hago. Como hice desde chiquitito y no quiero que cambie nunca. El día que deje de disfrutarlo dejaré de bailar, no tendría sentido. Espero que no me pase nunca”.

Un continuo proceso de creación

Detrás de cada espectáculo hay infinitas horas de trabajo, que no se acaban ni con la salida del estudio, según confiesa el artista.

“Cuando estás fuera estás escuchando la música, intentando crear. Estás en un continuo proceso de creación. Esto no para. Cuando estás de vacaciones, estás descansando, pero estás con la cabeza pensando en lo que vas a hacer. No descansas nunca”.

Las giras flamencas le hicieron recorrer el mundo. Además de espectáculos, Ángel Muñoz difunde el legado de la danza andaluza impartiendo clases en varios lugares del mundo. Desde el comienzo de este año ha actuado en Japón, Hong Kong, Amsterdam, Bruselas e Italia, notando ilusión y entusiasmo en todas partes.

Ángel Muñoz ya ha puesto en marcha ensayos para el siguiente espectáculo, cuyo estreno se efectuará en mayo en Nueva York. En esta ocasión compartirá el escenario con otros cuatro bailaores.

“También estamos llevando el tema de mi nombre porque se titula Ángeles, pero en este caso no tiene que ver con el simbolismo de lo que significa ángel sino con la parte cómo yo diferencio mi forma de bailar. A mí me gusta el baile antiguo de hombre, con su línea y lo recreo en una farruca, que a mí me encanta. Será como mi parte lineal y clásica del flamenco. Luego hay otra parte femenina, y aunque soy hombre no dejo de moverme la mano, la cadera etcétera, lo que me gusta. Eso lo simboliza una mujer. Y luego otra parte la que mira más adelante, estudiando y sacar cosas y movimientos diferentes”.

El futuro rey del flamenco, como lo señalaron los periódicos The New York Times y The Guardian, está seguro de volver a Praga, donde ha encontrado mucha pasión por la danza de su vida.