Zuzana Ruzicková, la primera dama del clavicémbalo
En esta edición les presentaremos a la clavicembalista Zuzana Ruzicková, magistral intérprete de composiciones de Johann Sebastian Bach. La música dice de este compositor:"Aunque había experimentado en su vida mucho sufrimiento, jamás renunció a la esperanza." Semejante postura ante los azares de la vida caracteriza también a Zuzana Ruzicková.
Zuzana Ruzicková empezó su vida musical tocando piano. Primero tuvo que vencer la resistencia de los padres. De niña estaba a menudo enferma y los padres temían que tocar piano la sobrecargase. Ante la insistencia de la muchacha los padres cedieron. Zuzana Ruzicková tuvo suerte al encontrar una magnífica profesora de piano.
La profesora Marie Provazníková dijo a la incipiente música que Bach fue sobre todo autor de composiciones para órgano y clavicémbalo. La muchacha quiso acercarse más a su compositor predilecto, pero los padres le prohibieron terminantemente tocar el órgano por temor que se enfermase en las heladas iglesias. ¿Y el clavicémbalo? Parecía un sueño difícil de realizar ya que no había instrumentos disponibles y profesores que lo enseñasen.
La profesora de piano de Zuzana Ruzicková solicitó entonces la inscripción de su talentosa alumna en un curso que conducía en París la célebre clavicembalista polaca, Vanda Landowska. Zuzana estaba en el quinto año de primaria y soñaba con viajar a la capital francesa cuando terminase la escuela.
El 15 de marzo de 1939 las tropas nazis ocuparon Bohemia y Moravia. Los sueños de Zuzana Ruzicková se desvanecieron.Dos años después, ella y todos sus familiares fueron deportados al gueto judío de Terezín y posteriormente al campo de concentración de Auschwitz.
Los nazis deportaron al gueto de Terezín, situado a 60 kilómetros al norte de Praga, a judíos de toda Europa. En Terezín estaba confinados destacados artistas checos. Zuzana Ruzicková tomó parte en los ensayos de la ópera infantil Brundibár, de Hans Krása, uno de los compositores prisioneros en el gueto, pero no pudo actuar en el estreno, en 1943, ya que fue deportada al campo de concentración de Auschwitz.
La liberación de la barbarie nazi llegó para Zuzana Ruzicková en abril de 1945 cuando, enferma de tifo, yacía inconsciente en un camastro en el campo de concentración de Bergen - Belzen. A los horrores de los campos de exterminio nazi sobrevivió sólo su madre, sus demás familiares perecieron.
Zuzana Ruzicková tenía 18 años y de los campos de concentración regresó con el alma llena de sufrimiento y con las manos destrozadas por el trabajo en las construcciones. El sueño de volver a tocar con los dedos lesionados parecía una locura. Pero la joven no quiso renunciar a la música.
Zuzana Ruzicková recuerda que su profesora lloró al verla.Y la muchacha tuvo que recomenzar desde principio, estudiando piano con los niños en una escuela de música y tocando los estudios de Karl Czerny para principantes. Su tenacidad triunfó: en 1947 pudo inscribirse en el curso de piano en la Academia de Bellas Artes.
Y cuando uno de los profesores anunció que iba a dar clases de clavicémbalo, la joven corrió para apuntarse. Por vericuetos tan azarosos Zuzana Ruzicková llegó al clavicémbalo de sus sueños.Zuzana Ruzicková se graduó en la Academia de Bellas Artes en 1951 y en este centro docente empezó a impartir cursos de piano en la cátedra de composición y uno de sus alumnos fue su futuro esposo, el compositor Viktor Kalabis.
Durante largo tiempo Zuzana Ruzicková no pudo dar cursos de clavicémbalo, a pesar de cosechar brillantes éxitos en el mundo entero. Ello tenía que ver con las deformaciones de la época comunista.Para los ideólogos comunistas, el clavicémbalo era un instrumento feudal. La clavicembalista tenía problemas también por el hecho de no haber frecuentado los cursos nocturnos del marxismo-leninismo.
Paradójicamente, cuando no podía dar clases de clavicémbalo en Praga, Zuzana Ruzicková obtuvo el permiso de enseñar en Zurich donde conduciría durante 25 años los cursos magistrales.
Zuzana Ruzicková pudo también impartir cursos en la capital eslovaca, Bratislava, donde fundó en 1970 una clase de clavicémbalo que dirigió hasta 1975. Fue tan sólo en 1984 que la Academia de Bellas Artes de Praga dio a Zuzana Ruzicková el permiso de dirigir un curso de clavicémbalo para alumnos de pósgrado. La artista obtuvo el título de catedrática tan sólo en 1990, tras la Revolución de Terciopelo.
En lo que se refiere a conciertos, el régimen comunista le daba más libertad ya que Zuzana Ruzicková traía del extranjero divisas. La artista recuerda, no obstante, que cada salida al extranjero era una guerra de nervios ya que no sabía hasta el último momento si le autorizarían el viaje y si recibiría el permiso a tiempo.A pesar de todos los contratiempos, Zuzana Ruzicková figura desde hace 50 años entre los más notables intérpretes checos de música culta. Fue aplaudida por el público del Japón, Australia, Tailandia, Estados Unidos, Canadá y prácticamente todos los países europeos.
Zuzana Ruzicková es una intérprete por excelencia de Johann Sebastian Bach. La música grabó todas las composiciones de Bach para clavicémbalo: un total de 35 discos. Nadie en el mundo intentó repetir esta hazaña.
El proyecto llegó del extranjero.A principios de los 60, Zuzana Ruzicková grabó para una discográfica checa "Las variaciones de Goldberg" de Bach. El disco dio la vuelta al mundo. A Praga llegaron los representantes de la discográfica francesa Erato y ofrecieron a la clavicembalista checa un contrato de diez años para grabar obras completas de Bach para clavicémbalo.
Zuzana Ruzicková se especializa en su repertorio en la música barroca y la creación del siglo 20. Además de Johann Sebastian Bach grabó la obra completa para clavicémbalo del compositor barroco inglés Henry Purcell. En lo que se refiere a la música del siglo 20, interpretó toda la creación de Bohuslav Martinu para clavicémbalo. Para Zuzana Ruzicková escribieron composiciones autores contemporáneos, como Viktor Kalabis, Jan Klusák, Ilja Hurník y Jan Rychlík.