Se cumplen cien años del nacimiento de Viktor Kalabis, uno de los grandes compositores del siglo XX
El próximo 27 de enero se cumplen 100 años del nacimiento de Viktor Kalabis, uno de los mejores compositores checos de la segunda mitad del siglo XX.
La orquesta PKF-Prague Philharmonia se ha apresurado a rendir homenaje a Viktor Kalabis, bajo la batuta del director Emmanuel Villaume deleitará este domingo al público con sus Variaciones sinfónicas en el Rudolfinum de Praga.
A la edad de seis años, el niño Viktor Kalabis ya se presentaba en actuaciones públicas de piano y sus padres depositaban grandes esperanzas en el futuro musical de su hijo. No obstante, sus anhelos se vieron frustrados por la ocupación nazi del país, que le obligó a convertirse en trabajador de una fábrica. A pesar de aquella difícil situación, Kalabis dedicó el poco tiempo libre que le quedaba a dirigir un coro y a tocar piano de manera ocasional.
Después de terminada la Segunda Guerra Mundial, Kalabis completó sus estudios en el Conservatorio de Praga e ingresó en la Academia de Música y también se matriculó en la Universidad Carolina donde estudió filosofía y musicología. Aprobó todos los exámenes, pero los comunistas que habían llegado al poder en 1948 no reconocieron su tesis de grado, porque estaba dedicada a los compositores Bela Bártok e Igor Stravinski, que la censura del régimen tildaba de “decadentes”.
Viktor Kalabis y su esposa, la afamada clavecinista Zuzana Růžičková, rechazaron afiliarse al Partido Comunista por lo que tuvieron que enfrentar grandes dificultades para encontrar trabajo y actuar en público. Finalmente Kalabis empezó a trabajar en la Radio Checa en la sección de música para niños, ahí le permitieron poner en marcha “Concertino Praga”, que en la actualidad es un prestigioso concurso internacional de música clásica para jóvenes talentos que sigue vinculado a la Radio Checa.
La Primavera de Praga de 1968, que desembocó en la invasión de Checoslovaquia por las tropas de los países miembros del Pacto de Varsovia, encabezados por el ejército soviético, influyó mucho en el trabajo de Viktor Kalabis. Su 3ª Sinfonía y la Sonata para violonchelo las completó en 1970, año en que decidió abandonar la Radio Checa y dedicarse por completo a su música.
A pesar de la censura, los comunistas no pudieron impedir que la música de Kalabis se tocara en las salas de concierto de Alemania, Francia, Gran Bretaña y muchos otros países.
Después de la derrota del comunismo en 1989 en Checoslovaquia, Kalabis recibió una serie de ofertas, pero lo único que aceptó fue dirigir la fundación dedicada al compositor checo Bohuslav Martinů. Fundó el Instituto, el Festival y concurso Martinů, para dar a conocer la vida y obra de ese gran compositor.
Para recordar a Viktor Kalabis, que falleció el 28 de septiembre de 2006 se puso en marcha el programa Kalabis100 que tiene como propósito apoyar a los artistas y musicólogos interesados en la obra de Kalabis.
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