Zeman en Bruselas arremete contra la nueva ley antitabaco europea
La Unión Europea no debe intensificar su lucha contra el tabaquismo y, por el contrario, tratar de mantener los puestos de trabajo en la industria tabacalera. Así lo expresó en Bruselas el presidente checo, Miloš Zeman, tras reunirse con el jefe del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
El mandatario criticó la introducción de la nueva normativa comunitaria que supone, entre otras medidas, aumentar las advertencias en los paquetes de tabaco y prohibir algunos productos, como los cigarrillos slim y de sabores a menta y vainilla.
Zeman expresó en Bruselas que la Unión Europea debería, como mínimo, postergar la votación sobre la nueva normativa prevista para principios de octubre.
“Espero que triunfe el sentido común y el interés de seguir dando trabajo a los 1.500 empleados de la empresa Philip Morris de la ciudad de Kutná Hora”, indicó Zeman agregando que otras 10.000 personas dependen de la existencia de la fábrica checa.
El mandatario subrayó que la nueva normativa impactaría de manera negativa en la industria tabacalera, haría crecer el paro en dicho sector y causaría considerables pérdidas de los presupuestos estatales de los Veintiocho.
Zeman hizo hincapié en que la República Checa adopta la misma actitud que Polonia y otros países que “se dan cuenta de que la introducción de la normativa fomentaría el contrabando”.Sus palabras crearon una gran indignación en los círculos que se esfuerzan por combatir el tabaquismo, según señaló la presidenta de la Asociación Europea de Salud Pública (EUPHA), Monika Kosinska.
“Es increíble que un hombre importante, presidente de la República Checa, tome esta postura. Si él desea seguir fumando, lo hará sin tomar en cuenta el aspecto de los paquetes de cigarrillos. Pero para los 700.000 niños, que empiezan anualmente a fumar, es importante si los paquetes son atractivos o no“, afirmó.
Zeman se entrevistó en Bruselas también con el jefe de la Comisión Europea, José Barroso, con el que trató varios temas candentes que podrían causar graves quemaduras a la República Checa.
Bruselas sigue criticando a Praga por no haber implantado aún la ley sobre los empleados estatales y amenaza con congelarle los apoyos financieros de los fondos estructurales a partir del año 2014.
La República Checa, además, sigue sufriendo grandes problemas con el uso de dichos fondos en el presente, ya que la UE ha certificado por el momento apenas un 35% de la suma total destinada para este país para el período 2007-2013. Algunos programas operacionales están suspendidos y otros corren el peligro de sufrir el mismo destino.Los funcionarios europeos también siguen insistiendo en la necesidad de modificar la ley checa de evaluación de impacto ambiental.
En vista de estos ardientes temas, el presidente checo indicó que en Bruselas desempeña sin querer el papel de bombero que no dispone de un camión y solo con un extintor trata de apagar los incendios que afectan a la República Checa.