Zdeněk Miler que estás en los cielos

Zdeněk Miler y Krtek, foto: ČTK

Si el Cielo de las religiones existe, quien se merece un lugar en él sin discusión es el dibujante checo Zdeněk Miler, que falleció el 30 de noviembre pasado, a los 90 años. Miler, creador del famoso topo Krtek, el personaje animado más querido por los checos, le trajo alegría y paz a muchos, muchísimos de sus compatriotas y a gente de todo el mundo. Y su popularidad fue tan grande que incluso Krtek viajó al espacio. Por eso, como el que más, Miler se merece descansar en paz.

'El topo y el cohete'  ('Krtek a raketa')
Le decían el Walt Disney checo. La popularidad de Zdeněk Miler en el país y en el resto del planeta es tal que hasta el prestigioso The New York Times le acaba de dedicar una sentida necrológica, con motivo de su fallecimiento, ocurrido el miércoles pasado:

“Con una mezcla de humor y reflexión, y una presentación lírica, casi hipnótica, los dibujos animados del señor Miler han atraído al público de más de 80 países, incluidos China, Japón y la India. Más de cinco millones de sus libros, traducidos a 20 idiomas, se han vendido, así como juguetes, peluches y todo tipo de artículos con la figura del topo Krtek”, escribía el influyente periódico neoyorquino.

Más adelante, el New York Times recordaba los orígenes de Krtek. Esos mismos orígenes son los que la Radiodifusión Checa decidió desempolvar ahora, repitiendo, con motivo de la muerte de Miler, una entrevista del año 2006, en la que el artista checo recordaba cómo nació el topo más famoso y adorado del mundo.

Zdeněk Miler y Krtek,  foto: ČTK
Corrían los años 50 en la Checoslovaquia socialista y al dibujante Zdeněk Miler le encargaron crear una historieta para explicar el complicado proceso textil. Pero la idea no cuajaba y Miler se devanaba los sesos, intentando dar con la solución.

“La primera idea no me gustó, porque había solo máquinas en el cuento, no era adecuado para niños. Me decía a mí mismo que si esto estaba destinado a un público infantil, tenía que haber un personaje que nos pudiera acompañar a través de todo el cuento. Y pensaba y pensaba. Quería crear algo nuevo, algo que nadie hubiera hecho antes. Y no me salía nada bien. Entonces decidí dar un paseo en un bosque cercano, decidido a inventar algo que me gustara o rendirme. En eso estaba, caminando, casi dispuesto a bajar los brazos, cuando me tropecé con la madriguera de un topo. Y me dije, un topo, ¡qué buena idea! Así nació Krtek”.

Para aprovechar esa repentina iluminación, Miler volvió corriendo a su casa y se puso a dibujar, ayudado por libros sobre animales. Y así dio con ese personaje tan querido por los niños checos, como él mismo comentaba.

“Krtek no es ratón, como el famoso Mickey de Walt Disney, ni tiene ninguna expresión en la cara. Así que me puse a trabajar en él y a la tercera semana di con la solución y sentí que había creado al topo con el que me era posible contar una historia. Hicimos la primera película de la serie, ‘Cómo el Topo se Consiguió unos Pantalones’, y ganamos en 1957 un León de Plata en el Festival de Venecia”.

Durante el más de medio siglo de vida de Krtek, ha habido algunos cambios en su aspecto, recordaba Zdeněk Miler, pero en esencia, siempre ha sido el mismo topo, querido por los niños y también por los adultos.

“Ha habido algunos cambios, pero no muy grandes. Al principio el topo tenía una cola, que después decidí quitársela. También tenía un hocico muy largo y puntiagudo, y se veía bastante viejo, así que decidí suavizarlo, para que fuera un topo joven, un niño, digamos. Ese tipo de cambios”.

Zdeněk Miler
La fascinación que Krtek produjo sobre su creador fue tal, que Miler llegó a trabajar hasta 18 horas diarias en su personaje. De las más de 70 películas animadas que llegó a crear Zdeněk Miler, el topo es el protagonista de unas 50. Y siempre conservó su buen carácter, que es la clave de su éxito entre los menores, sostenía el artista.

“Krtek es así, bueno, está en su carácter y nunca ha cambiado. Esa bondad lo define. Además es muy dulce y las cosas desagradables las resuelve con humor. Por eso le gusta a los niños”.

Krtek casi nunca pone mala cara: solo se sorprende, llora y ríe. Esa es su manera de expresar todos sus sentimientos. Y así llega al espectador.

Zdeněk Miler siempre dijo que cuando dibujaba a Krtek se dibujaba a sí mismo. Ambos fueron muy buenos amigos y se hicieron compañía durante más de medio siglo.

Por eso, a Miler le hizo mucha ilusión cuando su amado personaje viajó al espacio este año, y cumplió así con una profecía, ya que en una de sus historietas, Krtek tripulaba un cohete espacial.

Esto fue lo que dijo Miler cuando supo que el transbordador Endeavour (esfuerzo) convertiría en realidad el sueño de Krtek y el suyo propio.

“Espero que el topo les ayude. Debería ayudarles, ya que también a mí me ayudó mucho y me ha seguido ayudando durante ya más de 50 años”.

Andrew Feustel con su família y Krtek
Andrew Feustel fue el astronauta que decidió llevar a Krtek con él en una misión espacial, influido por su esposa checa, una admiradora acérrima del topo. Y Feustel sostuvo, con algo de ironía, que el topo se portó muy bien durante el viaje.

“Krtek miró mucho por la ventana, se lavó los dientes, le dimos algo de comida e incluso se puso un traje espacial”, comentó Feustel.

Zdeněk Miler alcanzó a ver a su admirado y famoso topo en el espacio y poco después moría en paz. Un lindo epitafio para una vida coronada de éxitos, en la que su mayor triunfo fue poner una sonrisa en boca de millones de niños de todo el orbe.

Que descanse en paz.

palabra clave:
audio