Voluntarios checos facilitan la integración de estudiantes extranjeros
Cursos de checo, actividades deportivas, eventos culturales, pero sobre todo ayuda al llegar al país, eso es lo que ofrece el Club de Estudiantes Extranjeros de la Universidad Técnica, fundado hace veinte años.
Miles de estudiantes internacionales asisten a un programa de intercambio en Praga cada año. La llegada a un país extranjero no siempre es fácil y los estudiantes tienen que enfrentar varios desafíos durante la estancia en su nuevo domicilio, desde la barrera del idioma hasta cuestiones académicas y administrativas.
Con todos estos problemas les ayudan los voluntarios de clubes internacionales de las universidades checas. En la Universidad Técnica, por ejemplo, funciona el Club de Estudiantes Extranjeros (International Students Club). Su presidente, Jakub Nový, acercó a Radio Praga Internacional el objetivo de la organización.“Nuestro club asiste a los estudiantes que pasan un semestre o dos en la Universidad Técnica Checa. Les ayudamos sobre todo con la llegada al país. Intentamos conectar a los estudiantes checos y extranjeros, ya que los primeros días en Chequia pueden ser bastante difíciles. Los checos no siempre son los más amistosos con las personas que no hablan su idioma”.
El club ofrece el llamado “programa buddy”, en el que cada estudiante checo (“buddy”) se conecta con uno o más estudiantes extranjeros para echarles una mano durante su estancia en el país.
“Se trata principalmente de los primeros días después de la llegada. Los pueden recoger en el aeropuerto, guiarles por la ciudad, hacer que se sientan seguros y bienvenidos. Luego pueden ayudarles con el alojamiento, por ejemplo, porque muchos de los propietarios solo hablan checo”.
Este semestre vienen cerca de 500 estudiantes de intercambio a la Universidad Técnica de diferentes partes del mundo. En total, son unos 1000 estudiantes internacionales cada año, apunta Nový.“Vienen muchos españoles, franceses, pero también tenemos estudiantes de países lejanos. Este semestre hay, por ejemplo, estudiantes de Madagascar y de otras partes de África”.
La asociación se esfuerza por conectar a todas las nacionalidades, a través de diferentes talleres, viajes por la república y otros eventos. Se organizan por ejemplo veladas culturales, donde los estudiantes pueden presentar su país y tradiciones, incluida la degustación de platos locales. El resto del programa depende, por supuesto, de los estudiantes.
“Cada estudiante es diferente, algunos no muestran interés en el programa. Hay casos en que vemos a un estudiante por primera y última vez en el aeropuerto, pero luego hay casos en que se forma una amistad para toda la vida”.
En el programa buddy están involucrados actualmente unos 200 estudiantes checos. Algunos de ellos están a cargo de 10 estudiantes de intercambio, dice Nový.
“El programa enriquece también a los checos, porque pueden conocer otras culturas. Les puede servir de gran ayuda cuando están pensando en viajar al extranjero, ya que pueden establecer contactos con las personas que viven en el país al que quieren ir, y estas personas pueden concederles información que no pueden obtener de otra manera”.Según Nový, muchos de los estudiantes que vienen a Chequia están interesados por conocer la cultura del país, y quizás, aprender un poco de checo. El Club de Estudiantes Extranjeros ofrece sus propios cursos de checo, y los extranjeros que desean enseñar su idioma a los locales también tienen la oportunidad.
“Les he preguntado varias veces a los estudiantes por qué eligieron Praga como destino, y suelen contestar que no lo pueden explicar. Algunos habían venido aquí antes y les gustó la ciudad, otros la eligieron porque está en el medio de Europa y así pueden viajar fácilmente. Hay personas que vinieron por recomendación de amigos, pero no hay una razón en particular”.
Jakub Nový hizo su intercambio en Finlandia y dice que así es como llegó a ser presidente de la asociación.“Para mí fue una experiencia inolvidable. No puedo decir que estudié mucho. Por otro lado, tuve la oportunidad de conocer la cultura, el país, las personas que estudiaban allí conmigo, conocer lo que piensan, cómo viven, lo que me pareció muy interesante. De hecho, después de hablar con las personas sobre el sistema educativo, me di cuenta de que en Chequia no está para nada mal”.
El Club de Estudiantes Extranjeros es miembro de la asociación Erasmus Students Network (ESN), que incluye a unos 530 clubes estudiantiles de toda Europa, involucra a más de 40 000 voluntarios, y ayuda a unos 350 000 estudiantes internacionales cada año.