Vlasta Černý, el checo que viste faldas y rompe los estereotipos de la moda
Vlasta Černý y su esposa, Michaela, desafían los estereotipos de la moda con su forma de vestir.
Vlasta Černý y su esposa, Michaela, se describen como una pareja heterosexual “casi” normal. Sin embargo, cuando ambos salen de casa, captan la atención de los demás gracias a la afición de Vlasta por los vestidos femeninos. La pareja que usualmente se pone atuendos que combinan, comparte sus fotos en un blog que se llama Gender Blender, con el fin de alentar a otras personas que vistan de la manera que quieran en público. Vlasta relató en una entrevista para Radio Praga Internacional que él creció en la era del comunismo lo cual no le permitía vestirse así. Además, según Vlasta, él tardó demasiado en cumplir su deseo por miedo de que esto dañara su vida profesional y privada. Hace 15 años, cuando lo hizo por primera vez estuvo detrás de la puerta de su casa por lo menos unos 10 minutos tratando de encontrar el coraje para abrirla y salir. El paseo, alrededor de su edificio, duró tan sólo cinco minutos, pero para él eso requirió un esfuerzo semejante a escalar el Monte Everest.
“El alivio fue enorme porque al principio piensas que se te acaba el mundo, pero luego ves que no ha pasado nada grave. Cuando salimos, la gente nos mira fijamente de vez en cuando. A veces, nos dicen cosas positivas, a veces – no, pero los comentarios negativos son mucho menos frecuentes. Además, si crees que estás suficientemente fuerte y te sientes cómodo, la gente de tu entorno lo notará. Entonces, comenzarás a esquivar naturalmente las reacciones y los comentarios negativos”.
Vlasta explicó que cuando se pone ropa de mujer, muy a menudo los hombres reaccionan según los modelos que han aprendido en sus vidas: le abren la puerta o le dejan pasar primero. No obstante, también le gritan y le silban porque ellos están acostumbrados a hacer esas cosas. Al inicio se extrañó mucho, pero luego su esposa le dijo que, en realidad, es muy común si eres mujer. Vlasta comentó que no lo esperaba, pero que también es una experiencia muy interesante para él porque puede observar cómo la sociedad se comporta con las mujeres. Asimismo, todavía hay dudas que encuentra demasiado complicadas de explicar claramente. Un ejemplo es el doble estándar en la reacción cuando se ve a un hombre vestido como una mujer o en el caso de una mujer vestida de hombre.
“Es una pregunta muy difícil de responder. A veces, cuando me pongo ropa femenina, me consideran débil. Así me tratan algunos hombres y por eso de vez en cuando ellos intentan abusar de mí. Creo que esto tiene mucho que ver con nuestra cultura. En la cultura de Europa Occidental, es algo que no está aceptado por la sociedad. Se puede observar en las películas por ejemplo. No obstante, si uno cruza las fronteras europeas, se dará cuenta de que no es tan raro que un hombre se ponga faldas o vestidos”.
Vlasta remarcó que cada lugar que visita con Michaela, destaca con sus diferencias en cuestión de las reacciones que reciben. Por ejemplo, en Italia la gente se expresa más vívidamente, mientras que los alemanes les miran fijamente como lo hace la gente checa. Sin embargo, la pareja jamás ha experimentado algo totalmente diferente de lo ya visto. Además, Vlasta insistió en que la sociedad checa se ha vuelto más tolerante y abierta.
“Cuando pasasmos por el centro, donde vivimos, podemos observar que la actitud está cambiando. La gente ya no está tan sorprendida de vernos. Creo que la línea de división está entre las generaciones viejas y las generaciones jóvenes. Los jóvenes ven Netflix, por ejemplo, y están más abiertos a la diversidad. Sus amigos son abiertamente gais o bisexuales y a ellos esto no les preocupa. Es un cambio generacional que se nota”.
Vlasta mencionó que su esposa había visto en Praga a un señor mayor que llevaba falda. Reconoció que las personas están empezando a tener más valentía y que algunos hombres ya han aceptado que las faldas pueden ser parte de su guardarropa y que no hay nada de malo en esto. Es tan sólo un trozo de tela como dijo él. Por otra parte, Vlasta conoció a su mujer en un lugar de citas. Él relató que un poco más tarde Michaela le contó que al principio ella pensó que se trataba de una cámara oculta y que quería dar la vuelta e irse. Su encuentro duró dos horas y ambos se marcharon después, pensando que nunca más se verían. Sin embargo, un año más tarde, la pareja se casó en una iglesia, vistiendo los dos un vestido blanco de encaje.
Vlasta anotó que lo que más le fascina de la moda son las posibilidades interminables que ofrece. Además, dijo que en su casa hay siete guardarropas y que tiene más atuendos femeninos que masculinos. De acuerdo con Vlasta, en los centros comerciales o las grandes tiendas de ropa siempre hay una planta de moda masculina y dos, tres o hasta cuatro - de moda femenina. Destacó que esta es la gran diferencia y que le encanta. Además, él reflejó que su valentía y la decisión que tomó hace 15 años han mejorado su salud.
“Nunca antes me había dado cuenta de que había dentro de mí algo que me quitaba la calma. Entonces, este cambio me ayudo a tranquilizarme. Además, mi autoestima subió, lo cual es esencial si decides ir contra la corriente. Cuando comenzamos a salir, Michaela me dijo algo que da igual si me pongo un vestido o una falda, pero que me tiene que quedar bien”.
Asimismo, cuando Vlasta empezó su relación con Michaela, tampoco era fácil para ella porque, cuando les estaban mirando, fue por él, no por ella. Ahora, cuando él se pone pantalones y playera, le dice que les mirarán por ella y no por él. Vlasta concluyó que esta es una de las muchas cosas curiosas que ha notado en el comportamiento y las reacciones de los demás. Si se pone pantalones y playera, él inmediatamente se vuelve invisible.