Vítezslav Novák, viajero por las notas
Formó a una generación nueva de compositores checos y eslovacos. Inquieto en su obra, así como en su vida, influyó fundamentalmente en la evolución de la música checa en la primera mitad del siglo veinte: el compositor, amante de la naturaleza y del arte popular, viajero y alpinista, Vítezslav Novák.
Vítezslav Novák nació en 1870 en Kamenice nad Lipou, en Bohemia del Sur, en una familia amante de la música. Su padre, médico, cantaba en el coro, mientras que su madre tocaba el piano. El primer encuentro del pequeño Viktor con el piano - el nombre de Vítezslav lo adoptó el futuro artista más tarde - acabó con un brazo fracturado. El niño jugaba sentado en el piano y cayó infelizmente al suelo.
Después de la muerte prematura del padre, la familia se trasladó a la ciudad de Jindrichuv Hradec donde Vítezslav Novák estudió en el liceo. El director de la orquesta local de bomberos, Vilém Pojman, reconoció rápido la vocación musical de Novák, le animaba para dedicarse a la composición y desarrollaba sus capacidades de pianista.
Novák empieza a componer canciones y piezas para piano, sin embargo, estos primeros intentos desgraciadamente no fueron conservados, acabando en la estufa.
En 1889 Vítezslav Novák empezó a estudiar en la universidad de Praga. Primero la carrera de derecho, que cambió después de un año por la filosofía. Al mismo tiempo ingresó en el conservatorio donde coincidió con Antonín Dvorák.
El gran músico enseñó a Novák la composición. ¿Cómo era Dvorák como profesor?
"Era profesor para talentos. Su escuela era rigurosa, pero beneficiosa, como una ducha fría. No obstante, no era pedante", recordó Vítezslav Novák posteriormente.
"El filósofo desaliñado con la corbata de lado", según se refirió Dvorák con respecto a Novák en una ocasión, se convirtió en uno de los alumnos favoritos del gran Maestro. Bajo la influencia del romanticismo Novák compuso en el conservatorio la obertura "Corsario", en base a un poema de Byron.
Después de graduarse en el conservatorio y abandonar definitivamente los estudios universitarios, Novák se ganó el pan enseñando. Compuso varias obras para piano dejándose inspirar en sus inicios por Schumann y Liszt. Una de las composiciones típicas para este período son las "Variaciones sobre un tema de Schumann".
En 1893 Vítezslav Novák fue galardonado por la Academia Checa de Ciencias y Arte por su "Trío para piano en sol menor". El compositor Johannes Brahms recomendó su obra a la importante editorial musical Simrock en Berlín, lo que ayudó a resolver por un tiempo la situación financiera del compositor.
En el verano de 1896 Novák visitó por primera vez el pueblo de Velké Karlovice en la región montañosa de Valaquia, en Moravia Oriental. Se enamoró. Durante diez años se dejó encantar por la naturaleza, la gente y el folklore local, que le sirvieron de una inagotable fuente de inspiración.
"¿A qué más debo mi nota personal? ¡A la canción popular!", escribió el compositor en sus memorias.
La región de Moravia Eslovaca se convirtió en otro amor de Novák. En la "Suite de Moravia Eslovaca" el compositor transformó en música un día de fiesta en una aldea de esa región. Una de las obras culminantes de las composiciones checas para piano es la "Sonata heroíca" de Vítezslav Novák, en la que el compositor rindió homenaje al legendario héroe del pueblo eslovaco Jánosík.
La sierra más alta de Eslovaquia, los Tatra, se convirtieron en otra pasión del compositor. Novák era un alpinista apasionado. Una de las escaladas le costó varios dientes, un tendón cortado, una herida desgarrante en la cabeza, y varias horas de inconsciencia. Nada de ello lo pudo desilusionar.
En el poema sinfónico "En los Tatra" Vítezslav Novák captó la belleza majestuosa de las montañas, incluyendo una escena tormentosa con relámpagos deslumbrantes. El toque de oraciones final debe expresar la gratitud hacia la perfecta armonía entre la gente y la naturaleza. En los años 30 del siglo 20 surgió una película experimental titulada "Tormenta sobre los Tatra", acompañada con la música de Novák.
A Vítezslav Novák le gustaba viajar. Emprendió los viajes sobre todo durante las vacaciones de verano buscando entretenimiento y relajación. En verano no componía rechazando conversar sobre la música o cualquier tema relacionado con su trabajo.
Con su familia o amigos visitó desde principios del siglo 20 hasta la Segunda Guerra Mundial casi toda Europa - los Balcanes, Suiza, Francia, Escandinavia, España, Italia. Al componer la cantata "Tormenta, fantasía marina para gran orquesta, solo y coro" se lanzó en la costa rocosa del Mar del Norte a las olas para poner a prueba la fuerza de la marea.
A sus 40 años Vítezslav Novák se casó con su alumna Marie Prásková, que le creó un seguro refugio familiar. Los esposos tuvieron un solo hijo, Jaroslav, que fue pintor.
"Durante los 37 años del matrimonio no escuché de la boca de mi esposo ni una palaba grosera, a pesar de que nunca tuvo pelos en la lengua. Odiaba la falsedad y la mentira, y si no le gustaba algo no lo ocultaba", recordó Marie Nováková.
Vítezslav Novák dominaba francés, inglés, alemán e italiano, a los 60 empezó a aprender el español. Amaba el buen vino y la buena comida, admiraba la belleza y también pintaba. Decía que lo inspiraba la vida misma, todas las etapas del día, y quizá más que nada la noche - el símbolo de la calma que tanto quería."Compuse tantas obras sobre la noche y sobre la atmósfera nocturna, que pudiera hacerme sereno", bromeaba el compositor.
Los estrenos de la obra de Vítezslav Novák fueron en los años 20 y 30 del siglo 20 siempre un gran evento social. El compositor se hizo un nombre también en el extranjero, y especialmente en Alemania gozó de gran popularidad. Al celebrar su 60 cumpleaños en 1930, recibió de Alemania más de 600 telegramas con felicitaciones.
Sin embargo, durante la ocupación por los nazis Vítezslav Novák no aceptó ninguna invitación enviada desde Alemania. Todas las retornó escribiendo en el sobre: "krank - enfermo".
En protesta contra el establecimiento del Protectorado de Bohemia y Moravia en 1939, Novák quedó en silencio por tres años. Hasta en 1941 compuso el poema sinfónico "De profundis" en el que expresó el dolor de las personas sorprendidas por el terror del régimen hitleriano.
Vítezslav Novák falleció el 18 de julio de 1949 en Skutec, Bohemia Oriental, donde pasó los últimos años de su vida creativa.