Viktoria Pilsen: lo importante es participar
El Viktoria Pilsen se despidió de la Champions este martes con una nueva derrota frente al Barcelona y una de las peores estadísticas históricas de un equipo en la competición. Sin embargo, el club checo se marcha con mejores sensaciones que el español. La estrella local Tomáš Chorý metió dos goles ante su hinchada y, tras un gran número de ocasiones, el equipo nunca estuvo desconectado del partido.
Ni el Viktoria Pilsen ni el Barcelona se jugaban prácticamente nada en la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Los checos llegaban después de haber perdido los cinco partidos disputados y sin opciones de lograr la tercera posición que da el pase a la UEFA Europa League. Esta ya pertenecía definitivamente al Barcelona, también eliminado de la Liga de Campeones, y que viajó a Pilsen sin varias de sus estrellas, como Lewandowski o Ter Stegen, y muchos jugadores jóvenes que pudieron disputar sus primeros minutos con el primer equipo o en partido internacional.
Tampoco necesitaron mucho más. Como ha sido la tónica durante la competición, el líder destacado de la liga checa encajó el primer gol en los primeros compases de partido, marcado por Marcos Alonso, tras no lograr el portero checo despejar un tiro de Ansu Fati.
El partido, por lo general, se caracterizó por su baja intensidad, pero desde el minuto 20, fue el Pilsen el que creó más ocasiones y Tomáš Chorý hasta estrelló un balón en la escuadra. Pero el que las materializó fue Ferran Torres para el Barça, primero al final de la primera parte, aprovechando un error de Václav Pilář, que en un descuido habilitó la posición adelantada de Jordi Alba.
Pero Chorý seguiría insistiendo en la segunda parte y obtuvo su premio. Primero fue objeto de un penalti, que él mismo marcó, y después de que Ferran Torres volviera a ampliar la ventaja del Barcelona, el checo anotó de nuevo de cabeza.
A diez minutos del final, y cuando Pablo Torre ya había puesto el 2:4 definitivo en el marcador, el entrenador Bílek sorprendentemente sustituía a Chorý, su hombre más decisivo con diferencia, que aunque se llevó una gran ovación de su público, reconoció a la Radio Checa después que esperaba continuar para seguir marcándole goles al Barcelona.
“Ya estaba pensando en el hat-trick, desde luego no quería irme del campo. Pero es una experiencia inolvidable, me voy a acordar de esto durante mucho tiempo. Estoy muy contento”.
El centrocampista Václav Pilář, el único jugador del Viktoria que ya se enfrentó en Champions al histórico Barcelona de Messi o Iniesta en 2011, se mostró muy satisfecho del partido realizado por su equipo, que tuvo más disparos y más tiros a puerta que su rival.
“No tenemos de qué avergonzarnos, hemos jugado bien y hemos sido peligrosos a la ofensiva, pero la diferencia es que nosotros no convertíamos las ocasiones. Creo que podíamos habernos llevado más del partido de hoy. Por supuesto, el Barcelona tiene una calidad enorme con el balón, con la posesión, y se corre mucho cuando no se tiene el balón. Pero si hubiéramos aguantado un poco más con el 2-3 y no hubiéramos recibido en seguida el cuarto, y si hubiéramos presionado más al final, pues quién sabe. Pero lo más importante es que hemos tenido muchas oportunidades, creo que hemos disparado 24 veces”.
El Viktoria Pilsen se despide de las competiciones europeas, como mínimo, hasta el año que viene después de caer en el grupo de la muerte de la Champions junto al Barcelona, Bayern de Múnich e Inter de Milán y perder los seis partidos. Y no por poco, sino con una media de 4 goles encajados por encuentro y menos de uno anotado. El Viktoria, con cero puntos y un total de 24 goles recibidos y 5 metidos, estuvo a punto de convertirse en el peor equipo en la historia de la competición. Un récord que finalmente se llevó otro de los equipos de esta edición, el Glasgow Rangers, con 22 goles en contra, pero solo 2 a favor.
Sin embargo, Václav Pilář cree que la experiencia ha sido muy buena, sobre todo, poder observar cómo atacan los mejores equipos del continente.
“Esto solo nos hace aprender. Sobre todo, de cómo van estos equipos hacia arriba, lo fuerte que van, con qué confianza y seguridad, es fantástico. Nosotros también podríamos ir con esa confianza, y también en defensa, y trabajar más en la velocidad del balón”.
El Viktoria se lleva así, y a pesar de todo, una lectura más positiva que el equipo catalán, que partía en la competición con unas expectativas mucho más altas y que llegó a Pilsen, ante todo, con la intención de llevarse para sus maltrechas arcas los casi 3 millones de euros que reciben los ganadores de cada partido de Champions.
El Pilsen, sin embargo, sin opciones desde el principio de la competición, y con un presupuesto infinitamente menor que el del Barcelona, le habían bastado los casi 20 millones de euros de la clasificación a la Liga de Campeones para sanear por completo sus cuentas justo cuando atravesaban un momento más que delicado, dándole un nuevo sentido a la consabida frase de que “lo importante es participar”.
