Viktor Ullmann, el gran maestro de la escena praguense
La música del compositor Viktor Ullmann figura entre las obras más importantes de la escena de Praga de la primera mitad del siglo XX. En el presente Domingo Musical les ofreceremos algunas de las composiciones más conocidas de este prestigioso autor checo-austríaco.
Durante mucho tiempo los expertos pensaban que una gran parte de la obra de Viktor Ullmann había desaparecido para siempre. Recién después del año 1989 fueron halladas algunas de sus composiciones supuestamente perdidas, que así pudieron ser estrenadas medio siglo después de su surgimiento. Pese a la larga demora en cuanto a su puesta en escena, las piezas han cosechado un gran éxito y hoy suelen ser consideradas como una obra magistral de la música clásica checa.
Ullmann nació el 1 de enero de 1898 en una familia de ascendencia judía radicada en la ciudad de Těšín, situada entonces en el Imperio Austrohúngaro. Tras la Primera Guerra Mundial empezó a estudiar derecho en la Universidad de Viena y frecuentar seminarios, en los que estudiaba las formas musicales, contrapunto y orquestación. Ullmann era un excelente pianista, aunque nunca tuvo la ambición de destacar como solista.
Más tarde se trasladó a Praga para poder dedicarse plenamente al estudio de la música. Con el tiempo pasó a ser jefe del coro del Nuevo Teatro Alemán y en 1929 empezó a trabajar como director de orquesta en Zúrich, Suiza. En 1933 regresó a Praga, donde trabajó como pedagogo musical y periodista, colaboró también con la Radiodifusión Checoslovaca, y en 1934 escribió la ópera La caída del Anticristo.
Tras el ascenso al poder de los nazis, Ullmann trató de conseguir la nacionalidad checoslovaca y pedir el pasaporte para emigrantes. Sin embargo, logró solamente enviar a dos de sus cuatro hijos a Inglaterra gracias a la misión de salvación auspiciada por Nicholas Winton.
En 1942, el compositor con su esposa y los otros dos hijos fueron deportados al guetto judío de Terezín establecido por los nazis, donde más tarde creó una gran parte de su obra. Allí escribió su ópera más conocida titulada El emperador de la Atlántida, o el rechazo de la muerte. En octubre de 1944, Ullmann, junto al compositor Pavel Haas, Hans Krása y otros artistas, fueron trasladados al campo de exterminio de Auschwitz, donde fueron asesinados en cámaras de gas.