Viggo Mortensen en Karlovy Vary: “En Ucrania vi a muchas mujeres como la protagonista de Hasta el fin del mundo”
La estrella principal de Karlovy Vary este año, Viggo Mortensen, presentó en la ciudad termal la última película que ha dirigido y protagonizado, Hasta el fin del mundo, pero también habló, entre muchas otras cosas, de la fuerza de las mujeres ucranianas o hasta del club de fútbol de sus amores, el San Lorenzo argentino.
La jornada inaugural del 58 Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary estuvo dominada por la presencia y el carisma sosegado del actor y director danés y estadounidense Viggo Mortensen, que recibió, además del Premio del Presidente del Festival por su aportación al séptimo arte, todo el cariño del público.
Archiconocido por haber encarnado a Aragorn en el Señor de los Anillos, en su carrera se cuentan innumerables papeles importantes, pero también dos largometrajes que ha dirigido. En la ciudad termal, presentó el segundo de ellos, Hasta el fin del mundo, estrenado el año pasado. Un western clásico, según Viggo Mortensen, que no solo escribió, dirigió y protagonizó, sino para el que incluso compuso la banda sonora. Sin embargo, más protagonista que su personaje, Holger Olsen, un danés asentado en el oeste estadounidense, lo es la mujer a la que conoce en el puerto de San Francisco, Vivienne Le Coudy. Y esa es la característica que hace que esta película sea distinta, según contó su autor en la rueda de prensa del festival.
“No sucede mucho en un western que el hombre se vaya a la guerra y el espectador se quede con la mujer. Yo tenía curiosidad sobre lo que les sucede a las niñas y a las mujeres cuando sus padres, sus hermanos, sus maridos, hijos o lo que sea se van a la guerra, ¿qué hacen las mujeres? Es algo en lo que hay mucho que explorar, muchas cosas diferentes, aun si el marco de la película es clásico, pero no puedo recordar muchas películas como esta”.
Hasta el fin del mundo nació por una imagen que rondaba en la cabeza de Viggo Mortensen de una niña corriendo por los bosques del noreste de Estados Unidos, una niña inspirada en la figura de su madre. La actriz luxemburguesa Vicky Krieps es la que encarna en el filme a esa mujer. En Hasta el fin del mundo, cuando Holger se va a la guerra, la cámara se queda con Vivienne, que vive su guerra personal en un mundo hostil, especialmente para una mujer sola. Mortensen destacó que no eligió a alguien como Claudia Cardinale, Barbara Stanwyck o cualquier otra de las bellísimas actrices que aparecían en las películas del oeste, sino a una mujer de aspecto más corriente, pero con un coraje a prueba de balas para arreglárselas sola.
"Viajar a Ucrania es una lección de humildad"
Mortensen, que recientemente estuvo en la ciudad ucraniana de Cherníhiv, habló de esta experiencia para seguir describiendo a ese personaje central de Hasta el fin del mundo.
“Tuve suerte de haber podido ir. Fue un largo viaje para llegar. Me invitaron mientras estaba promocionando Hasta el fin del mundo en Escandinavia, y me preguntaron si tenía un día y medio libre para presentar la película en Ucrania. Pensé que sería genial porque probablemente no tengan a muchos directores o actores de fuera del país que vayan para algo así. Me alegré mucho de haber ido, fue muy diferente, una lección de humildad, y fue emotivo hablar con el público porque no era una ficción que estás viendo en la pantalla donde un hombre se va a la guerra. Entre el público había muchas mujeres como la Vivienne de nuestra película. O sea, las mujeres que se quedaron y mantuvieron los hogares unidos, las ciudades unidas, alimentaron a los hijos, la escuela siguió funcionando, la sociedad siguió funcionando mientras los hombres no estaban. O, mejor dicho, especialmente los hombres, porque también hay mujeres en el frente”.
Y no solo había mujeres como Vivienne. También le pareció ver a otro de los personajes principales del filme.
“Pero también había muchos pequeños Vincent. Si no han visto la película, es una historia complicada, pero hay un niño que termina con un padre que no es el suyo por sangre. Esto les está sucediendo a muchos niños en Ucrania ahora y, desafortunadamente, les sucederá a más. Así que sí, estoy agradecido de haber podido ir allí, conocer gente y conversar con ellos, y espero poder regresar. No sé qué más puedo decir… Slava Ukrayini! Heróyam slava! (¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los heroes!)”.
Viggo Mortensen reconoció que no sería bueno para Ucrania que Donald Trump gane las elecciones en Estados Unidos y espera que eso no suceda.
Sin embargo a muchos de los periodistas les interesaba más su papel en el Señor de los Anillos. Tanto, que terminó pidiendo a los periodistas que le dejaran de hacer preguntas sobre esa película, no porque reniegue de ella, ni mucho menos, sino, más que nada, por respeto al extraordinario joven actor escocés Solly McLeod, otro de los protagonistas de Hasta el fin del mundo, que daba la rueda de prensa con él y que, por supuesto, quedó completamente eclipsado en Karlovy Vary al lado de Mortensen, pero al que en realidad se podía ver encantado de estar al lado del que confesó era uno de sus ídolos de siempre. Aun así, hubo quien siguió insistiendo con el Señor de los Anillos.
"La banda sonora ayudó en el rodaje, es parte del guion"
Otros prefirieron centrarse en la película y destacar lo inusual de que compusiera incluso la música. Algo que Viggo Mortensen sintió como algo natural, dijo.
“En la próxima película que haga, si consigo hacer otra, espero que sí, no me imagino haciendo la música porque no creo que fuera la persona adecuada. Pero en este caso, realmente podía escuchar cuál debería ser la música mucho tiempo antes de comenzar a filmar. De hecho, grabamos casi toda la música casi un año antes de que empezáramos a filmar. Así que tenía la música y se la podía poner a los actores o los miembros del equipo, al director de fotografía, etc., para ciertas escenas, para explicarles lo que queríamos, el estado de ánimo, la duración, el ritmo… Yo quería pocas tomas y la música fue muy útil para el rodaje. En cierto modo, fue parte de la escritura del guion”.
No se acaba con la faceta de compositor y músico el abanico de artes en las que destaca Viggo Mortensen. Hace poco salió en español una recopilación de su obra poética. Lo ha hecho con su propia editorial, Perceval, que en realidad no fundó para publicar sus propias obras, sino, sobre todo, la de otros escritores que le gustan y que quizá no han tenido la oportunidad de hacerlo en un sello más importante o en buenas condiciones. Es a proyectos como este a lo que dedica Mortensen el dinero que consigue con el cine. Así explicó en Karlovy Vary su mecenazgo.
“Es algo así como cuando tienes un libro que te gusta mucho y se lo regalas a un amigo o lo compartes con la gente, o un disco, una pieza musical que te gusta y la compartes. Es la misma idea: publicar libros para compartirlos con la gente. Es simplemente otra forma de comunicarse, supongo, como hacer películas para comunicar experiencias a los demás de como ves el mundo”.
San Lorenzo en el corazón
Y siguiendo con las pasiones personales, hay una bien conocida en Argentina, donde se crio Mortensen y un país al que se encuentra completamente ligado emocionalmente. Pero no es un hecho tan conocido fuera su amor incondicional por el Club Atlético San Lorenzo de Almagro de fútbol. A la hinchada de ese equipo deja no pocos mensajes ocultos en sus películas.
“San Lorenzo es el equipo de fútbol con el que crecí en Argentina. Me gustan otros clubs también, pero este fue mi primer amor y siempre será el más importante para mí. Sus colores son el rojo y el azul y es cierto que a menudo me he puesto esos colores en las películas. No lo hice de forma demasiado descarada en esta. Hay un poco de eso en una de las prendas, pero realmente no se nota mucho. Esta vez me contuve un poco, pero ha habido muchas películas en las que llevaba la camiseta del equipo bajo la ropa. Hice esto en El Señor de los Anillos, pero también llevé a ratos la camiseta del Montreal Canadiens de hockey”.
Sobre el futuro, Viggo Mortensen dejó claro que las películas que elija interpretar en adelante, será únicamente por la fuerza del guion, independientemente del director o cualquier otro argumento, ya que para él, el cine, el arte, y todo en general, es, antes que nada, una cuestión personal.
