Vecinos de un centenar de pueblos checos ahorran separando basura en bolsas con códigos QR
Alrededor de cien ayuntamientos aplican rebajas a los vecinos que separan plástico y papel gracias a un sistema digitalizado personalizado. Los municipios pagan menos así por la liquidación de residuos comunales dado el éxito del proyecto.
Los municipios de la República Checa están intentando generar menos residuos a la vista del rápido encarecimiento que ya se ven obligados a afrontar con esta partida. De todos los proyectos, el que seguramente mejor ha conseguido motivar a los ciudadanos cuenta con un sistema de rebajas por separar residuos. Los ayuntamientos entregan bolsas personalizadas con un código QR a quienes se registran y se logra reducir así hasta en un 75% la tasa anual de recogida de basuras a quienes mejor separan plástico y papel.
Una de las vecinas de Dobříš, localidad que ha apostado por esta forma de separar residuos, explicó a la Radio Checa lo sencillo y cómodo del sistema.
“Lo metemos en las bolsas y las dejamos en su sitio frente a la casa. La empresa viene los jueves. Un jueves se lleva el plástico y al siguiente se lleva el papel, con la ventaja de que no tenemos que llevar nada a ningún sitio”.
Dobříš, localidad de 9000 habitantes al sur de Praga que cuenta, además, con una planta clasificadora de residuos, tiene que pagar al vertedero por los residuos sin separar, mientras que el papel y el plástico puede venderlos.
El proyecto se inició en Dobříš hace dos años y una cuarta parte de los hogares de la ciudad se han acogido ya a él, lo que valoran muy positivamente en la alcaldía. El ayuntamiento, en realidad, pierde ingresos de esta forma, pero los beneficios resultan evidentes, tal y como contó a la Radio Checa su vicealcaldesa, Dagmar Mášová.
“No deja de disminuir la cantidad de basura sin separar. Y eso a pesar de que este año con la cuarentena mucha gente estuvo en casa y las cifras totales subieron para muchos pueblos de los alrededores. Pero en Dobříš no dejan de bajar”.
La tasa anual de basura en la localidad es de algo más de 32 euros por persona. El ahorro es, por supuesto, mucho más notable para las familias con hijos que para las personas que viven solas. También es más fácil de establecer en viviendas unifamiliares que en bloques de apartamentos en los que todos deberían ponerse de acuerdo.
Pero la motivación de algunos ciudadanos se fue incluso de las manos al ayuntamiento de Dobříš al principio, reconocen, ya que hubo quien, en su afán por conseguir la rebaja máxima, recogía plástico y papel de municipios cercanos y lo metía en sus bolsas con los códigos. La alcaldía tuvo entonces que establecer un límite de residuos por persona.
La idea del sistema surgió de una empresa del sur de Moravia, ISNO IT. Casi cien municipios del país ya la ponen en práctica. La responsable comercial de la compañía, Jana Staňková, afirma que hay pueblos que ya han conseguido de esta forma reducir en un 75% sus residuos sin separar. Esto se traduce en un gran ahorro para las arcas municipales, ahora que la liquidación de este tipo de basura no deja de encarecerse, explica.
“Por ejemplo, los pueblos que tienen más de 200 kilos de basura sin separar por persona al año, tendrán que pagar ya desde este año, en lugar de 19,65 euros, 31,45€ por cada tonelada que haya que contar al pasarse de esos 200 kilos por persona. Pero a partir de ahora cada año se va encarecer ese excedente mientras que el límite por persona va a bajar”.
Tal y como avanza Staňková, los precios no van a dejar de subir hasta que dentro de ocho años deshacerse de cada tonelada de basura costará casi cuatro veces más que ahora. El alcalde de Dobříš, Pavel Svoboda, se muestra satisfecho de haber instaurado el sistema a tiempo.
“Para la ciudad es ventajoso porque al clasificar cada vez más la basura conseguimos que no suba lo que gastamos en liquidación de residuos comunales. La ciudad está pagando una suma más o menos parecida durante los últimos años, pero tal y como suben los precios, sabemos que estaríamos pagando mucho más de no separar la basura”.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, cada persona produce en la República Checa 262 kilos de basura sin separar al año de media. En Dobříš ya han conseguido bajar de los 200 kilos. Sin embargo, esto no es nada aún si nos fijamos en países vecinos como Austria y Alemania, en los que de media un ciudadano produce la mitad de basura sin separar que en Chequia.