La basura a las incineradoras, a falta de otra solución

Spalovna v Praze-Malešicích

El Gobierno checo tratará de aumentar la proporción de deshechos que acaba en las incineradoras, en lugar de en los vertederos. Se trata de la mejor solución al problema de las basuras en el país, según el Ministerio de Medio Ambiente, ya que los vertederos actuales no cumplen con las directivas de la Unión Europea.

Si la República Checa no cumple lo dispuesto por Bruselas en cuanto a tratamiento y almacenamiento de residuos es en gran parte, según el Ejecutivo, porque hasta un 80 por ciento de las basuras comunales del país acaba en los vertederos, en lugar de incinerarse.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, un volumen más reducido de deshechos permitiría reformar el sistema de tratamiento de basuras del país y cumplir las directivas europeas. La solución propuesta pasa por modernizar las incineradoras actuales y construir otras nuevas.

Foto: Comisión Europea
Una dirección que no cuenta con el beneplácito de los ecologistas, ya que solo llevaría el problema de un campo a otro, según critica el presidente de la asociación Frygato Eko, Václav Gavlovský.

“El depósito de basuras es un problema que todavía no está resuelto y que nuestros representantes no tienen interés en solucionar. Buscan el camino más rápido, es decir, que si no podemos almacenar los residuos según la Unión Europea, pues los quemamos. No lo considero de lejos la solución más idónea. Al quemar la basura se liberan peligrosos componentes químicos, y eso es una salvajada”.

El Ministerio, por su parte, solo ve en su propósito un inconveniente: el económico. En primer lugar, la quema de basuras, para ser rentable, debe producir energía. Actualmente en Chequia solo tres plantas son capaces de aprovechar la incineración de residuos para generar electricidad: la de Praga, la de Brno y la de Liberec.

El plan es construir como mínimo dos más, la primera en la ciudad morava de Karvina. El proyecto contaría con la ventaja de ser cofinanciado por la Unión Europea, que aportaría hasta 800 millones de euros, y con fondos del programa operativo del Ministerio de Medio Ambiente. El proyecto, aunque apoyado por la región de Moravia-Silesia, cuenta con la oposición de una parte de la población. Los opositores ya han reunido más de 5.500 firmas para parar la incineradora.

Una reacción menor despierta el proyecto de incineradora en la región de Vysočina. La planta debería ser capaz de procesar hasta 100.000 toneladas de basura al año y su construcción está planeada para 2018.