Varsovia podría perseguir a mandatario comunista checo por la muerte de 23 polacos
La Fiscalía polaca está estudiando si presentar cargos contra el exministro del Interior y ex primer ministro checoslovaco Lubomír Štrougal. El mandatario podría ser declarado culpable de las muertes de varios ciudadanos polacos ocurridas cuando trataban de cruzar la frontera entre la Checoslovaquia comunista y Occidente.
Ahora la Plataforma de Memoria y Conciencia Europea, una institución polaca dedicada al estudio de los totalitarismos, ha presentado una denuncia contra el que considera uno de los principales responsables de esta política: el exministro del Interior checoslovaco Lubomír Štrougal, actualmente de 92 años de edad.
Durante el periodo que estuvo en el cargo, entre 1961 y 1965, en las fronteras con Alemania y Austria, además de guardias armados, desalentaban cualquier intento de huida campos de minas y una alambrada electrificada, cargada con entre 4.000 y 6.000 voltios, una dosis letal para cualquier ser humano. Tras la salida de Štrougal de la cartera la alambrada eléctrica fue desconectada.
De acuerdo con el profesor Vojtěch Ripka, del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, la acusación está justificada y tiene además precedentes en la República Checa.
“En el periodo en el que estuvo en el cargo de ministro del Interior desde luego que fue responsable. Al fin y al cabo a las mismas conclusiones llegó el órgano checo que se dedicó al tema en su momento, el Instituto para la Investigación y Documentación de los Crímenes del Comunismo. La diferencia entre la actitud checa y la polaca se halla sobre todo en que las autoridades checas decidieron que los crímenes habían prescrito”.
De forma similar a lo sucedido ahora en Polonia, el año pasado en Alemania se abrió una investigación sobre la responsabilidad de Štrougal y del ex primer ministro comunista Miloš Jakeš en la muerte de cinco alemanes orientales que murieron en Checoslovaquia tratando de cruzar la frontera al mundo capitalista. Cada país ha diferido pues a la hora de juzgar por qué principios este tipo de crímenes prescribe o no, explica Ripka.“En el caso de Alemania los plazos de prescripción fueron extendidos. El principio que juega el rol principal es si el crimen se remite a las leyes entonces vigentes, bien sea en Checoslovaquia, Polonia o la República Democrática Alemana, o se remite a otra cosa. Los alemanes eligieron remitirse a la violación de leyes entonces vigentes, pero en la República Federal Alemana y la legislación internacional de derechos humanos”.
Responsable de 32 muertes
En total 23 polacos murieron intentando cruzar la frontera en la época en la que Štrougal estuvo al frente de Interior. La mayoría murió debido a la alambrada electrificada. Uno de ellos fue abatido por la guardia fronteriza y otro murió al ser derribado al avión en el que viajaba. En este periodo también perdieron la vida en esta sección del telón de acero dos húngaros y siete checoslovacos.De ser abierto un proceso y ser declarado culpable, Štrougal se arriesga a pasar el resto de su vida en la cárcel. El exmandatario comunista se ha defendido diciendo que no es responsable de nada, ya que el apagado de los cables eléctricos se retrasó, según indica, debido a negociaciones políticas.
Se trata de una defensa débil, en opinión de Ripka.
“Quizá esta explicación pueda rebajar un poco de alguna manera la responsabilidad moral, pero en cuanto a responsabilidad penal se trata de un argumento irrelevante”.
Aunque en principio parte de la corriente reformista en el seno del Partido Comunista durante los 60, Lubomír Štrougal se integró tras la invasión soviética de 1968 en el gobierno colaboracionista presidido por Gustav Husák, siendo primer ministro entre 1970 y 1988.
Cuando llegó la perestroika impulsada desde Moscú por Mijaíl Gorbachov, se convirtió en uno de sus defensores en Checoslovaquia, lo que le costó el puesto de primer ministro y más tarde su expulsión del Partido Comunista. Es autor de dos libros de memorias, el último publicado en 2011.