Comunistas imputados por crímenes de lesa humanidad

Foto: Miloš Turek

La Plataforma de la Memoria y la Conciencia Europea ha presentado cargos contra los cabecillas del régimen comunista checoslovaco.

Foto: Miloš Turek
La imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad parece haber alcanzado a los últimos líderes del extinto régimen comunista checoslovaco.

La directora ejecutiva de la organización Plataforma de la Memoria y de la Conciencia Europea, Neela Winkelmann, explicó a la Radiodifusión Checa que los miembros del Comité Central el Partido Comunista son los responsables del asesinato de personas que trataron de huir del paraíso comunista.

La organización dispone de documentos que demuestran que la cúpula comunista orquestó la llamada protección de las fronteras. De acuerdo con Winkelmann los cabecillas comunistas analizaron la situación en las fronteras y dieron al ministro del Interior la tarea de endurecer aún más las reglas vigentes.

La organización ha presentado cargos contra los últimos antiguos miembros del entonces Comité Central del Partido Comunista por la muerte de 28 ciudadanos de diferentes nacionalidades

Milouš Jakeš,  foto: ČT24
Milouš Jakeš, Lubomír Štrougal y Peter Colotka, violaron el Código Penal de entonces en lo referente a que los crímenes de lesa humanidad no prescriben, indicó Winkelmann.

Siguiendo los dictados del Kremlin, los comunistas checoslovacos se sumaron a la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad, porque Moscú mantenía su cacería contra los criminales de guerra nazis. En ese momento no tomaron en cuenta el hecho de que en algún día esa normativa les alcanzaría también a ellos.

Hoy, los comunistas argumentan que lo ocurrido respondió a la situación que derivó de la Guerra Fría y que simplemente protegían las fronteras del país.

Lubomír Štrougal,  foto: ČT24
El argumento de que se trató de la protección de las fronteras se queda muy corto, indicó Winkelmann, puesto que los ciudadanos que trataban de abandonar el país no representaban ninguna amenaza militar. Los mecanismos de protección de las fronteras se debían aplicar en caso de que tropas de Alemania o Austria invadieran el país, pero eso nunca ocurrió, subrayó Winkelmann.

La organización trata de llevar a los culpables de los crímenes del régimen comunista a los Tribunales para ayudar a lo que llaman la limpieza moral de la sociedad poscomunista.

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