Una ola de solidaridad inunda el sur de Moravia tras el tornado
Miles de voluntarios, toneladas de ayuda material y millones de euros están fluyendo a Moravia del Sur tras el tornado y las tormentas del jueves, mientras continúa la limpieza de los escombros. La tragedia se ha cobrado una sexta víctima.
El tornado que arrasó Moravia del Sur el pasado jueves dejó una huella en el paisaje que mide 26 kilómetros de largo y 500 metros de ancho. Los habitantes de los pueblos más afectados, entre ellos Hrušky, Moravská Nová Ves o Mikulčice, han pasado un fin de semana difícil, limpiando escombros e intentado salvar lo que se pueda.
Cientos de personas resultaron heridas, solo en el hospital de Hodonín trataron a más de 250. Lamentablemente, durante el fin de semana subió el número de víctimas a seis. Un niño falleció en el hospital de Brno el viernes por la noche. El portavoz de la Policía regional, Leoš Tržil, confirmó que había una sexta víctima, pero debido a su edad, no ofreció más información.
“En vista de la situación y por consideración a los parientes de los difuntos no es posible dar a conocer las causas y otros detalles, pero en la actualidad tenemos confirmadas seis víctimas”.
El fin de semana, el presidente Miloš Zeman, se dirigió a la nación para expresar sus condolencias y desear una pronta recuperación a todos los afectados. Agradeció asimismo el esfuerzo de los que pusieron manos a la obra.
“Me gustaría expresar la esperanza de que la nación checa siempre logre unirse y solidarizarse cuando la situación lo requiera. Gracias a todos los que están ayudando y a los que ayudarán en el futuro”.
El desastre natural ha provocado una oleada de solidaridad entre la población, que se ha subido las mangas y ha logrado reunir enormes cantidades de ayuda material. El apoyo financiero ha alcanzado cifras jamás vistas. En las cuentas de las diferentes colectas se registraban casi 20 millones de euros este domingo y las donaciones continúan.
Ha habido muchas personas que entendieron los llamamientos de poner manos a la obra de manera literal. Incluso tantos que el tráfico colapsó en la zona, complicando aún más el trabajo de la policía, los bomberos y otros servicios. El gobernador de la región de Moravia del Sur, Jan Grolich, se vio obligado a pedir a los voluntarios que pospusieran su llegada.
“He tenido que empezar a pedirle a las personas que no vengan en este momento, para que la situación en los pueblos pueda tranquilizarse un poco y todo se organice. Si deciden venir, reúnan a más personas en un coche e intenten contactar con alguien en concreto en el sitio, para que esté claro que vienen a ayudar a una familia específica”.
De acuerdo con Grolich, la ayuda será más que necesaria en una semana o dos, pero en estos momentos los pueblos se encuentran saturados.
En vista de la cantidad de personas que se dirigieron a la zona, las autoridades establecieron una serie de reglas, que todos los voluntarios deben respetar, como dejar el coche aparcado fuera del pueblo, registrarse en el centro de informaciones y cumplir con todas las medidas de seguridad.
En estos tiempos de emergencia, el centro cultural de Hodonín se convirtió en un punto improvisado de distribución de ayuda. Para el sábado por la noche ya se encontraba completamente lleno de ropa, sábanas y comida.
En este momento se acepta principalmente material de construcción, herramientas, linternas o bancos de energía. Faltan asimismo contenedores para desechar los escombros y, dadas las altas temperaturas y el polvo, también cisternas para regar.
En el sitio falta también técnica pesada. En Hrušky, uno de los pueblos más dañados por el tornado y las tormentas, lograron salvar, gracias a un vecino, las campanas de la iglesia que se quedó sin parte de su torre, según contó a la Radio Checa el alcalde del municipio, Marek Babisz.
“Con la ayuda de un vecino que tiene una grúa logramos bajar las campanas de la iglesia y salvarlas. Después pasamos al edifico del parvulario, que es el más afectado. Intentaremos salvar al menos algunos de los juguetes con los que los niños están acostumbrados a jugar durante todo el año”.
En las zonas de Břeclav y Hodonín, la tormenta daño alrededor de 1200 casas. La mayoría perdió el tejado, otras quedaron sin algunas paredes. De acuerdo con los bomberos de la región, 69 hogares tendrán que se demolidos. El gobernador de Moravia del Sur, Jan Grolich, estima que los daños totales superarán los 470 millones de euros.
Mientras tanto, miles de casas se encuentran aún sin electricidad. De las cerca de 70 000 que se vieron desconectadas tras la tormenta, alrededor de 2 000 siguen sin luz. En las zonas más dañadas, el restablecimiento de las redes podría tardar incluso varias semanas.
El Gobierno checo se reúne este lunes para debatir las ayudas que dirigirá a la zona. El Ministerio de Desarrollo Regional anunció previamente que proporcionaría más de 16 millones de euros. Al mismo tiempo, el Estado quiere apoyar a las personas para que puedan reconstruir sus viviendas.
De acuerdo con la ministra de Finanzas, Alena Schillerová, se podría tratar de hasta 200 000 euros por hogar. Parte del monto sería ofrecido como subsidio, parte como un crédito ventajoso. Deberían tener acceso a las ayudas todos los damnificados, sin importar si contaban con un seguro o no.