Una investigadora de Oxford encuentra dos odas inéditas de Garcilaso de la Vega en una biblioteca checa
Dos odas desconocidas de uno de los poetas más importantes del Siglo de Oro español aparecieron por sorpresa en un libro que conserva una biblioteca checa. Maria Czepiel, investigadora de Oxford, contó a Radio Praga Internacional cómo se produjo el hallazgo y su relevancia en la obra y el conocimiento que tenemos del poeta.
La República Checa no suele ser noticia en simposios sobre literatura del Siglo de Oro español o poesía latina del Renacimiento. Sin embargo, la semana pasada en Nápoles sí que estuvo en boca de todos durante el congreso El clasicismo horaciano en el contexto italiano de Garcilaso de la Vega. Y es que una joven investigadora de la Universidad de Oxford anunció que había encontrado dos odas hasta ahora inéditas del clásico español.
Maria Czepiel, que en la actualidad escribe su tesis doctoral en la Universidad de Oxford, ya tenía alguna publicación hecha sobre la obra en latín de Garcilaso de la Vega pero seguía investigando sobre poesía latina renacentista cuando, en una antología de poetas italianos que cayó en sus manos, reconoció en un texto añadido a mano una de las tres únicas odas de Garcilaso que habían llegado hasta nuestros días. Pero siguió leyendo y se topó con otras dos odas desconocidas que rápidamente identificó como obras de Garcilaso. Era la primera persona que había podido leerlas, muy probablemente, en siglos. Sin embargo, no tenía ninguna duda de qué era lo que había encontrado, dijo Czepiel a Radio Praga Internacional.
“A veces la cuestión de la autoría puede ser bastante complicada, pero en este caso hubo varias razones que hicieron bastante fácil confirmar que eran obras de Garcilaso. En primer lugar porque están en medio de otras odas que sí conocemos. En segundo lugar, porque una de las odas está dedicada a Pietro Bembo, y ya sabíamos por una carta de Pietro Bembo a otro humanista italiano que Garcilaso le había dedicado una oda, y él dice en esa carta que le gustó mucho la oda que le dedica, pero no sabíamos dónde estaba la oda o la creíamos perdida”.
De la segunda oda descubierta, dedicada al humanista alemán Brassicanus, no se tenía ninguna noticia.
“Ni siquiera sabíamos que existía y ni siquiera sabíamos que Garcilaso y Brassicanus se conocían, pero en ese poema Garcilaso hace una autorreferencia, así que también eso confirma que tenía que ser de él. Además, en esta oda yo creo que alude a su tiempo en Alemania, porque Garcilaso fue a Ratisbona con el duque de Alba, y luego se le impuso un castigo porque el año anterior había presenciado una boda sin la aprobación del rey”.
Las dos odas están en latín. A Maria Czepiel, igual que al resto de compañeros del congreso en Nápoles, les interesa en particular esa etapa más madura de la obra de Garcilaso inspirada por el círculo de amistades entre autores y eruditos que conoció durante su estancia en esa ciudad de la Campania italiana, así como la huella del poeta clásico Horacio en su obra. A Nápoles llegó Garcilaso precisamente después de ese confinamiento que tuvo que sufrir en Ratisbona, una etapa oscura que ahora, gracias a esta oda recién descubierta, se puede conocer un poco mejor.
“En su poesía castellana y también en su poesía latina habla de esta época como un tiempo muy duro, porque está alejado de su familia y de su esposa. Pero en esta oda nos presenta una faceta más positiva de esa estancia, ya que parece que cuando estaba ahí sí que entabló amistades con humanistas importantes. Así que eso nos ayuda a saber más de aquella época de la que no sabíamos mucho”.
El hallazgo arroja luz también sobre la obra en general de Garcilaso en latín, asegura la investigadora.
“Lo que sí sabemos es que a los contemporáneos les encantaba la poesía latina de Garcilaso. Elogiaban muchísimo su poesía. Pero lo que pasa ahora es que la crítica moderna no la aprecia demasiado. En parte es porque hemos perdido un poco el contexto literario y los criterios de aquel entonces. Pero también es que los testimonios que tenemos de las odas tenían varios errores. En una de las odas que hemos recuperado ahora, por ejemplo, faltaba un verso. Así que este hallazgo nos puede ayudar a apreciar más a Garcilaso y su obra latina”.
La misteriosa pista checa
Ratisbona se encuentra a menos de cien kilómetros de Bohemia, pero según Czepiel, no podemos saber si el maestro español llegó a pisar tierras checas en ese periodo.
Tampoco sabemos cómo llegó este libro con las dos odas perdidas a un lugar, en un principio, tan improbable para albergar documentos únicos del Siglo de Oro español como es la República Checa, lo cual da pie a nuevas investigaciones, reconoce Maria Czepiel.
“Eso es algo que tengo que indagar más. En este momento no sé cómo llegó el libro a la República Checa y tendré que mirar más sobre cómo era la circulación de libros en esa parte de Europa y si había mucho interés por la poesía renacentista latina. Esta antología en concreto era de poetas italianos”.
Hay varias incógnitas que la propia Czepiel no puede aún desvelar hasta que no salga publicado su artículo al respecto en la revista especializada Bulletin of Spanish Studies, que verá la luz a lo largo de este año. Por ejemplo, en qué biblioteca checa se halla la antología con las dos odas inéditas. En cualquier caso, ni siquiera la investigadora ha llegado a visitar tal lugar, ya que el descubrimiento lo realizó en documentos digitalizados que ese centro le hizo llegar. Dada la magnitud del hallazgo, ahora sí que puede que la doctoranda viaje a Chequia a continuar con su investigación.
“Seguro que si está este libro, tiene que haber más de esta época o que vengan de España. Porque yo creo, por una anécdota manuscrita en el libro, que el libro estuvo en algún momento en la Universidad de Alcalá de Henares. Y luego pasan varios siglos y el libro aparece en República Checa, así que no sé si será este libro solo o toda una colección que fuera enviada. Así que me gustaría ir a indagar más a ver la colección entera y si se puede encontrar algo más”.
“Bembo, si acaso el sonido de mi modesta lira
desvía los sentidos esforzados
de tus altos estudios, perdóname, te ruego”.
¿Cómo es posible que no llegue hasta nuestros días ni una sola copia de textos de autores tan importantes como Garcilaso? No es tan raro, dice Czepiel.
“En esa época la poesía circulaba muchas veces entre amigos. Muchas veces los poemas surgían así en las academias. Estas odas, por ejemplo, tienen un destinatario concreto y luego empiezan a circular entre círculos de eruditos. No se imprimieron y por eso fue fácil que se perdieran, pero yo creo que sí que hay seguramente más copias por ahí”.
El hallazgo “checo” de Garcilaso supone una pequeña revolución en todo el ámbito de los estudiosos del escritor, que ahora empezarán a interpretar los nuevos textos, ampliando y, probablemente, modificando, muchas certezas que tuvieran hasta ahora. Pero, a todo esto, tampoco conocemos aún los propios textos encontrados y eso no sucederá hasta que no se publique el mencionado artículo en Bulletin of Spanish Studies. Hasta entonces, Czepiel solo ha filtrado unos versos de la oda dedicada a Pietro Bembo: “Intentos humilis Bembe sonus lyrae / Sensus forte tuos si avocat arduis / Ingratum a studiis, parce, precor”; que, traducido al español, sería: “Bembo, si acaso el sonido de mi modesta lira desvía los sentidos esforzados de tus altos estudios, perdóname, te ruego”.