Una investigación checa que abaratará el tratamiento de algunos tipos de cáncer

Ytterbium y lutecium, foto: Archivo de ÚOCHB

Científicos de la Academia de Ciencias de la República Checa han encontrado una forma más barata de producir un elemento radiactivo que se utiliza en radioterapia.

Miloslav Polášek,  foto: Archivo de ÚOCHB
El Instituto de Bioquímica y Química Orgánica de la Academia de Ciencias checa ha desarrollado un método que podría tener gran importancia a la hora de abaratar los costes de la radioterapia, lo que facilitaría el tratamiento de algunos tipos de cáncer.

Estas investigaciones permitirán producir con mayor rapidez lutecio, una sustancia necesaria en radioterapia, y que como explica Miloslav Polášek, de la Academia de Ciencias, será requerida en mayores cantidades en el futuro.

“El lutecio-177 es un radioisótopo importante en medicina. Hoy en día es un fármaco que generalmente se usa solo en ensayos clínicos, pero se espera que en los próximos años se apruebe como tratamiento y por lo tanto vamos a necesitar más”.

El lutecio es útil, por ejemplo, en la lucha contra el cáncer de páncreas, uno de los más difíciles de tratar en la actualidad. Las características de este elemento le permiten destruir el ADN de las células cancerígenas, continúa Polášek.

“Rompe lo que tiene a su alrededor, como la metralla de una granada. Y cuando daña el ADN de una célula cancerígena, esta no puede repararse y muere”.

Pero durante la producción de lutecio surge un problema, y de ahí la importancia de este nuevo método. Del proceso que se lleva a cabo en los reactores nucleares resulta una mezcla de lutecio con otro elemento llamado iterbio, y como señala Polášek, la proporción de lutecio es muy baja.

Ytterbium y lutecium,  foto: Archivo de ÚOCHB
“Se queda mezclado con el iterbio, y en una proporción que no es muy rentable. Se convierten en lutecio uno de cada 5000 átomos”.

Es por este motivo que el objetivo del equipo de la Academia de Ciencias ha sido en todo momento aislar el lutecio del iterbio de una forma más rápida. Mientras que el proceso habitual lleva unas diez horas, gracias a una molécula desarrollada por los científicos checos este proceso podría llevarse a cabo unas diez veces más rápido.

Miloslav Polášek añade que aunque diez horas pueda parecer poco tiempo, la rapidez es especialmente importante cuando se trabaja con este tipo de sustancias que no son tan estables.

“Es fundamental a la hora de trabajar con sustancias radiactivas, porque se van descomponiendo, entonces tienes que ser más rápido para perder menos material”.

Ahora que una molécula permite diferenciar mejor al lutecio del iterbio, que es un paso clave a la hora de separarlos, no solo se podrá producir lutecio en mayor cantidad, sino que su calidad también será mejor.

Este avance permitirá que dicho elemento se utilice con más frecuencia en radioterapia, y se espera que uno de los primeros tipos de cáncer cuyo tratamiento se verá beneficiado sea el de próstata.