Una huelga paralizará el transporte en Chequia el próximo lunes

Una huelga paralizará el próximo lunes el transporte en gran parte de la República Checa. Los sindicatos protestarán de esa forma contra las reformas gubernamentales del sistema de pensiones y de salud.

A la huelga declarada por los sindicatos para el próximo lunes se sumarán empleados de Ferrocarriles Checos y de las empresas de transporte público de Praga, Brno y otras ciudades. Los manifestantes, además, tienen previsto paralizar el tráfico en la autopista D1, algunas carreteras principales y pasos fronterizos, según adelantó el presidente de la Asociación de los Sindicatos Independientes, Bohumír Dufek.

“Suponemos que la huelga tendrá dos dimensiones. La primera cuenta con una huelga del transporte público y la segunda con el bloqueo de las carreteras, a los que se sumarán los sindicalistas del sector agrario y minero. En la actualidad, contamos con un bloqueo total de Praga”, recalcó.

Miroslav Kalousek,  foto: ČTK
El ministro de Hacienda, Miroslav Kalousek, tildó la huelga de prematura, ya que ambas partes no han agotado todas las posibilidades de llegar a un consenso, según su opinión. El ministro reiteró que está dispuesto a debatir sobre las eventuales modificaciones de los diferentes parámetros de las reformas, pero no sobre la anulación de las mismas.

“Difícilmente podemos anular las reformas en general, como lo piden los sindicatos. El Gobierno está convencido de que es inevitable llevarlas a cabo para mantener un presupuesto estatal equilibrado”, subrayó.

Los sindicalistas critican, sobre todo, la elevación progresiva de la edad de jubilación que en el futuro alcanzará los 70 años. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jaromír Drábek, explicó que es necesario aumentar la edad de jubilación de forma progresiva para prevenir un colapso total del sistema de pensiones.

Jaromír Drábek
“Si miramos a otros países, veremos que es mejor aumentar la edad de jubilación de forma progresiva, que hacer después bruscos cambios repentinos. Siguiendo la tendencia demográfica del país, los jóvenes que hoy tienen 16 años se jubilarán a los 70. Pero creo que los sindicalistas hoy no pueden saber en qué condiciones de salud se encontrará la gente mayor dentro de medio siglo”, dijo.

Sin embargo, los sindicalistas están convencidos de que la situación no cambiará y que en el futuro nadie será capaz de conducir un tren, un tranvía o un autobús a los 70 años de edad.

“No queremos coartar a la gente, pero si el Gobierno y el Parlamento nos está coartando a nosotros, tenemos que reaccionar”. Con esas palabras justifican los sindicatos la huelga que complicará la vida a gran parte de la población.