“¡Una ensalada de pingüino, por favor!”

Foto: Kristýna Maková

¿Saben qué tienen en común una foca y un ternero, un elefante y un camello o un pingüino y un atún? En esta edición de 'Hable Checo con Radio Praga' revelaremos el extraño origen de algunos nombres animales checos, y también conoceremos que varias criaturas conocidas en Chequia solamente de jardines zoológicos tienen paradójicamente unos nombres que ya no pueden ser más checos.

Foto: Kristýna Maková
¿Sabes qué te digo? -víš, co ti řeknu?- A veces el checo me tiene hasta las narices -někdy mám češtiny až pokrk-. El otro día intenté pedir una ensalada de atún y el camarero me miró como si fuera un extraterrestre -mimozemšťan-. Es que confundí la palabra atún, que en checo se dice -tuñák-, con la palabra -tučnák-.

¡Quién no te mirase raro! Es que le pediste una ensalada de pingüino.

Ya. De todas maneras, en muchos idiomas la expresión para pingüino deriva de la base latina y los checos tenéis que ser como siempre originales. -Vy, Češi, musíte být zase originální-.

A ver, en checo esta palabra también deriva del latín, pero se trata de una traducción literal. La palabra latina pinguis aparte de gordo y grueso también significa grasiento. Eso en checo se dice -tučný- y de allí es que se diga -tučñák-.

Foto: Brianza2008,  public domain
Vaya. Y ahora a ver si me explicas el origen de la palabra -klokan-, o sea, canguro. La versión vuestra de este animal no suena muy checa. Vamos, ni nada de este mundo.

Es que se dice que junto al croata -chorvatština-, el checo es el único idioma en el que la expresión para canguro no deriva de la palabra gangurru, propia de la lengua de los aborígenes australianos Guugu Yimithirr. Al principio, este animal iba a llamarse -skokan-, que en checo significa un saltador. Sin embargo, este nombre ya quedó ocupado por una especie de rana -žába-, la rana saltadora. Entonces el biólogo Jan Svatopluk Presl, que se encargó en el siglo XVIII de inventar nombres checos para especies de fauna y flora, decidió modificar la primera parte de la palabra y de allí nació -klokan-.

¿Y cómo es la historia del elefante checo, es decir de -slon-?

Foto: Barbora Kmentová
Es un poco más complicada -ta je trochu složitější-. Es que en el checo antiguo este animal se denominaba -velblúd-. Pero la gente la confundía con la palabra -velbloud-, que hasta hoy día significa camello. Así que hubo que inventar otro nombre. En el pasado se creía que los elefantes no podían arodillarse y tumbarse, y por eso la gente pensaba que dormían respaldados sobre un árbol. El verbo -sloniti- en el checo antiguo significaba respaldar y de allí nació el término -slon-. Hay otras teorías, una de ellas que la expresión proviene de la palabra a(r)slan, propia del turco otomano, que sin embargo, se utilizaba para un león -lev-.

¡Vaya lío! -to je ale zmatek-. Qué habrán bebido entonces los checos si asimilaban un elefante a un camello y a un león. No habría sido más fácil ponerle un nombre relacionado con su trompa -chobot-. Es lo más llamativo de este animal -zvíře-, ¿no? O utilizar la raíz griega elephas como todo el mundo.

Foto: Barbora Kmentová
Es que una palabra relacionada con eso la reservamos para un animal, que no ha visto una trompa en su vida.

Claro, me hablas de -chobotnice-, o sea, un pulpo. Ahora sí que tengo curiosidad de saber cómo me explicarás esto.

Es que la palabra –chobot- se adaptó del ruso -ruština-, en el que se utiliza también para las colas -ocasy- de serpientes -hadi- y lagartijas-ještěrky-. Pese a que lo que realmente tiene no son trompas sino tentáculos –chapadla-.

Me parece que una de las pocas palabras checas que describen el verdadero aspecto de un animal es el rinoceronte, ya que el término checo -nosorožec- está compuesto por la palabra nariz -nos- y roh -cuerno-.

Foto: OldakQuill,  Creative Commons 3.0
Lo mismo pasa con una ballena. En checo consta simplemente de palabras un pez grande -velká ryba-, abreviado a -velryba-. Y el tiburón también se basa en una de sus características. Como no piensa en más que a quién comerse, de allí que en checo se llame –žralok-, lo que deriva del verbo -žrát-es decir, devorar.

Oye, ¿y la foca? Parece que este animal es una mascota –domácí mazlíček- de los checos. Me imagino que la expresión checa -tuleñ- derivará del verbo -tulit se-, es decir arrimarse, ¿verdad?

Qué va, esta historia es todavía más graciosa. La palabra tuleñ procede de la expresión rusa tjulen. Lo que pasa que a Jan Svatopluk Presl este animal le recordaba a un ternero, en checo -tele-. Así que inventó la palabra teleñ, modificada más tarde a tuleñ.

No me digas más, que esto de los animales es una locura.

Hay palabras todavía más graciosas. Pero te las contaré en una de las próximas ediciones.