Una calle en Inglaterra llevará el nombre del poeta Ivan Blatný
La ciudad de Ipswich, en la que vivió Ivan Blatný en el Reino Unido, le rinde homenaje poniéndole su nombre a una calle que se encuentra donde estaba una de las clínicas psiquiátricas en las que estuvo ingresado. El poeta se exilió de Checoslovaquia tras el golpe comunista de 1948.
Treinta años después de que el escritor checo falleciera en el exilio, la ciudad de Ipswich le rinde homenaje dedicándole una calle. Esta se encuentra sobre el lugar donde estaba una de las clínicas psiquiátricas en las que el autor pasó en total unos veinte años en tratamiento.
El concejal de Ipswich Martin Cook fue el promotor de la iniciativa, explicó a la Televisión Checa.
“Sobre Ivan Blatný oí hablar por primera vez en 2015, cuando un joven checo de visita en Ipswich me contó su historia. Cuando nos pusimos a considerar nombres para las calles de esta urbanización, pensamos que sería muy oportuno otorgar este reconocimiento al señor Blatný poniéndole su nombre a una de ellas”.
En realidad, Blatný no es una personalidad famosa en su ciudad adoptiva, como reconoció también la teniente de alcalde de Ipswich, Jane Riley, pero su historia de poeta exiliado con problemas psiquiátricos le impresionó mucho, asegura.
Blatný llegó a Londres en 1948 como un reputado literato, miembro de una delegación oficial. Allí apareció en la emisión checa de la BBC, anunció que abandonaba el Partido Comunista y que no podía seguir trabajando en un Estado policial. Contra él se lanzó una campaña de odio y un grupo de colegas escritores incluso emitió un comunicado asegurando que con esta decisión había muerto para siempre para la literatura checa. Sus libros dejaron de publicarse.Blatný empezó entonces a sufrir paranoias. Sentía que era perseguido por la Policía secreta comunista para devolverlo a Checoslovaquia. El poeta Martin Reiner llegó a conocer a Blatný y le confirmó este capítulo, explicó Reiner a Radio Praga Internacional.
“Me lo dijo el propio Blatný y me lo creo. Realmente no podía vivir fuera. Tenía demasiadas preocupaciones, demasiadas cosas qué hacer y en las que pensar. En estos hospitales tenía un techo bajo el que cobijarse, un horario regular de comidas y todo lo que necesitaba”.
Tras años de olvido, sus amigos en Checoslovaquia pensaban que el exilio y la paranoia habían acabado también con la creatividad del poeta. Pero la investigadora inglesa Frances Meacham consiguió que el editor Josef Škvorecký publicara en Toronto una nueva colección a finales de los setenta, ‘Viejo domicilio’ (Stará bydliště), escrita en las clínicas. De no ser por ella, es casi seguro que esta obra fascinante habría desaparecido.
Blatný vivió para ver el final del comunismo en Checoslovaquia, pero Inglaterra ya era su hogar desde hacía mucho.
El embajador de la República Checa en el Reino Unido, Libor Sečka, asistió a la ceremonia de inauguración de la calle Ivan Blatný y recordó que se trata de un hecho bastante excepcional. El poeta será el quinto checo en dar nombre a una calle en toda Gran Bretaña. Tal honor lo compartirá desde ahora con Bedřich Smetana, Jan Palach, Václav Hollar y Jan Hus.