Un voicebot atenderá las llamadas telefónicas del mayor hospital de Praga
El Hospital Motol de Praga está trabajando en la introducción de un asistente de voz automático para atender las consultas telefónicas de los pacientes.
El robot o voicebot de Motol se llama Irena, domina 60 idiomas y tiene la tarea de ayudar al personal del hospital en la comunicación telefónica que mantiene la institución médica con sus pacientes.
Lo aceptemos o no, la inteligencia artificial se está volviendo cada vez más importante en nuestras vidas. Y el mayor hospital de Praga da sus primeros pasos en el camino de la inteligencia artificial.
Los pacientes que llamen al Hospital Motol para hacer una consulta sobre una operación planificada, cambiar la fecha de una cita o conocer el horario de atención, se toparán muy pronto con la voz artificial de Irena, que además les responderá preguntas básicas y generales sobre el funcionamiento del hospital.
Jan Hejtmánek, especialista en automatización digital que ayudó a desarrollar el sistema describió a la Radio Checa cómo funciona Irena.
“Intente llamar a cualquier hospital en Bohemia. Marcará el número 28 veces y aún así no conseguirá comunicarse. Y no es culpa del hospital, los médicos están salvando vidas y no tienen tiempo para responder preguntas sobre si el hospital está abierto. Sabemos que el personal médico está seriamente sobrecargado, ¿por qué no ayudarles empleando las nuevas tecnologías?”
Según Hejtmánek, la asistente de voz debería estar en condiciones de facilitar mucha y diversa información como, por ejemplo, cuándo y dónde se pueden visitar las instalaciones o departamentos del hospital e incluso dónde pueden aparcar su coche los visitantes.
Además, la asistente de voz podrá organizar o reprogramar citas y ayudar a los enfermos crónicos que necesitan de manera regular y permanente las recetas de sus medicamentos.
Miloslav Ludvík, director del Hospital Motol, espera que la inteligencia artificial alivie la carga laboral de las enfermeras y los médicos.
“Queremos mejorar la comunicación con los pacientes, que a menudo tienen muchas preguntas. La inteligencia artificial puede ordenarlas y responder al menos algunas de ellas. Nuestra esperanza es eliminar las barreras de comunicación y mejorar la comunicación general con el paciente”.
De acuerdo con Jan Hejtmánek, la introducción de la asistente de voz debería ser una tarea bastante fácil, que se puede hacer en unos pocos días. Lo que será más desafiante serán los asuntos administrativos y legales.
“No es nada revolucionario, es algo puramente tecnológico. Lo interesante es cómo conectar la tecnología a los sistemas del hospital y a los registros de los pacientes, cómo hacerlo de manera segura, para que nadie pueda ver qué medicamento está tomando un paciente o cuándo está hospitalizado. La parte legal y de seguridad son las tareas más difíciles, porque los hospitales son parte de la infraestructura crítica del estado. Tenemos que usar tecnologías que estén aprobadas y verificadas”.
Completar el proceso descrito por Hejtmánek llevará varios meses. Si todo se desarrolla según lo planeado, la asistente de voz Irena podría comenzar a responder las preguntas de los pacientes en la primavera del próximo año.
