Un tesoro desenterrado cerca de la frontera checo-austríaca contiene 6 mil monedas
Un equipo científico internacional, integrado por especialistas de Austria, República Checa, Alemania y Gran Bretaña ha concluido este año la investigación de un tesoro descubierto en Austria, en un campo situado a 15 kilómetros de la frontera con la República Checa. Los especialistas opinan que el tesoro, procedente de la segunda mitad del siglo 13, fue enterrado por orfebres venecianos que habían trabajado para el rey checo.
El tesoro que pesa diez kilos, es por su magnitud uno de los más importantes jamás hallados en Europa. Además, prácticamente por primera vez permite conocer sucesivas fases del trabajo de un orfebre medieval ya que al lado de joyas acabadas el tesoro contiene sortijas semielaboradas y piezas defectuosas destinadas a la refundición.
Todo indica que el tesoro fue enterrado en la convulsa época en que se disputaban el dominio en Europa Central Rodolfo de Habsburgo y el rey checo Premysl Otakar II.
Además de los phennigs vieneses, el tesoro contiene una gran cantidad de monedas acuñadas en Bohemia y Moravia que proceden del período de la reforma monetaria del rey checo Premysl Otakar II. Con dicha reforma, decretada en 1268, el monarca checo pretendía unificar los sistemas monetarios de las tierras checas y de sus posesiones en Austria.
Las monedas menos antiguas del tesoro fueron acuñadas en las casas de moneda en Praga, Olomouc y Ceské Budejovice. Los orfebres venecianos, probables dueños del tesoro, las habían ganado sirivendo al rey checo.
Los artífices venecianos habrían trabajado probablemente también para el obispo de Olomouc, Bruno. El dignatario religioso mandó confeccionar para la capilla episcopal relicarios, imitando a la Saint- Chapelle de París. En el tesoro descubierto en Fuchsenhof, cerca de la frontera checo-austríaca, se hallaban monedas acuñadas en Olomouc.
El tesoro fue desenterrado en un lugar situado muy cerca de la ruta más corta que comunicaba en el siglo 13 Praga con el sur de Europa. Los especialistas opinan que esta circunstancia corrobora la hipótesis de que las monedas y las joyas descubiertas hayan pertenecido a orfebres venecianos. Viéndose ante un inminente peligro, éstos prefirieron enterrar el tesoro en su viaje de regreso a Venecia.
Las vicisitudes de la historia les impidieron recuperarlo. El percance de los orfebres medievales italianos redundó en beneficio de los historiadores contemporáneos, quiénes han obtenido gracias a su tesoro nuevos conocimientos sobre los contactos entre Venecia y Bohemia. En el siglo 13 fueron muy intensos ya que los suministros de la plata checa contribuyeron a la prosperidad de la ciudad italiana.
Las monedas y sortijas desenterradas a 15 kilómetros de la frontera checo- austríaca demuestran que los prospectores, mercaderes, orfebres y notarios italianos empezaron a establecerse en las tierras checas en los años 70 del siglo 13, preparando el terreno para los financieros florentinos invitados treinta años depués para participar en la reforma monetaria del rey Venceslao II.
Sobre los contactos entre la corte de Praga y Venecia testimonia un interesante documento escrito. El duy de Venecia Jacopo Contarini reclama con cierto retraso de la viuda de Premysl Otakar II, la reina Kunhuta, el pago de "dos leones".
El documento no dice si se trata de fieras o de una obra de arte. Los historiadores conjeturan que el dux veneciano aludía a dos colchas que cubrían el féretro con los restos mortales de Premysl Otakar II. Durante su conservación, en los talleres del Castillo de Praga los especialistas verificaron que los textiles confeccionados de hilos de seda y de lino proceden de Italia del Norte y de España. Los citados "leones" adornaban al parecer las colchas que habían llegado a Bohemia desde Venecia.