Ucrania se está defendiendo, el problema es el imperialismo ruso que se expande por Europa

La conferencia denominada Nuestra seguridad no puede darse por sentada en el Castillo de Praga

Con la adhesión de tres países poscomunistas a la OTAN en 1999, muchos políticos declararon que la Guerra Fría había llegado a su fin y que el mundo había empezado su andar por el camino de la paz. La agresión rusa contra Ucrania hoy atenta contra la seguridad mundial.

Chequia celebró por todo lo alto el 25 aniversario de su adhesión a la Alianza Noratlántica este martes. Para la ocasión el presidente checo, Petr Pavel, invitó a antiguos altos cargos que hace un cuarto de siglo respaldaron la ampliación de la OTAN a tres países poscomunistas, Chequia, Polonia y Hungría. Llamaron a sus filas a tres países que no mucho tiempo atrás habían sido enemigos declarados.

Jakub Landovský | Foto: Khalil Baalbaki,  Český rozhlas

Tras la desintegración del Pacto de Varsovia, que tuvo lugar en Praga gracias al empeño del entonces presidente Checoslovaco Václav Havel en 1991, tuvieron que pasar ocho años para que Chequia, Polonia y Hungría cumplieran los requisitos para su incorporación. A partir de ese momento empezó a borrarse la tenue línea divisoria que les separaba y empezó a delinearse el mapa de la nueva Europa que buscaba una mayor integración, cooperación y seguridad.

En un sinnúmero de ocasiones, en estos 25 años, la República Checa ha demostrado que es un socio fiable, según dijo el embajador checo ante la OTAN, Jakub Landovský.

“Somos un aliado que tiene en cuenta todos los riesgos del entorno, no solamente lo que representa Rusia. En la Alianza gozamos de buena reputación. La República Checa no se limita a expresar su apoyo de manera verbal, pero estamos adaptando nuestra industria armamentística, y nuestros soldados de manera extraordinaria participan en las misiones y operativos de la Alianza”.

Hace 25 años, algunos políticos de turno indicaron que la incorporación de los países poscomunistas a la OTAN respondía a la ansiedad de incorporarse a la comunidad de estados democráticos occidentales y al hecho de que después de décadas bajo el dictado de Moscú, resultaba imposible confiar en los rusos.

La invasión rusa contra Ucrania confirmó que la ampliación de la OTAN a los países poscomunistas fue un paso adecuado, según dijo el ministro de RR.EE. checo, Jan Lipavský.

Jan Lipavský en la conferencia Nuestra seguridad no puede darse por sentada | Foto: Ondřej Deml,  ČTK

“Ucrania se está defendiendo, el problema es el imperialismo ruso que se expande por Europa. Fue la guerra en Georgia, la anexión de Crimea, la guerra de Donbás. La guerra en Ucrania es la continuación del imperialismo ruso. Se trata de una especie de dominó, en caso de que caiga Ucrania, Rusia va a continuar su expansión imperialista”.

En la reciente reunión de seguridad celebrada en Múnich, el presidente checo, Petr Pavel, presentó lo que se conoce como la iniciativa checa para la recaudación de recursos para la compra de munición de artillería para Ucrania en países fuera de la Unión Europea. La iniciativa ha topado con el respaldo de muchos países europeos y cada vez se unen más.

En su intervención en la conferencia por el 25 aniversario de la adhesión de Chequia a la OTAN, el presidente Pavel fue contundente y expresó la necesidad de que Europa participe en mayor medida en su seguridad, y que para ello es necesario incrementar la producción armamentística en todos los sectores de la industria de defensa, así como incrementar la capacidad de todos los ejércitos de los países europeos aprovechando las nuevas tecnologías y la experiencia adquirida en el campo de batalla ucraniano.

Autor: Freddy Valverde | Fuente: Český rozhlas
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